Quirónsalud
Blog de la Dra. Pilar Cots Marfil. Alergología. Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo
Cada vez es más frecuente la gente que acude a la consulta para averiguar si tienen "alergia a la lactosa", ya que la leche no les sienta bien. La mayoría de las veces se trata de una alteración a nivel intestinal que produce una intolerancia a la lactosa, no una alergia. Diferenciarlas y diagnosticarlas no es complicado y puede mejorar mucho la calidad de vida de la persona afectada.
Con este artículo pretendo aclarar que intolerancia a la lactosa y alergia a la leche son dos cosas muy distintas.
La leche nos puede producir dos tipos diferentes de problemas a nivel de la salud y hay que saber diferenciarlos bien, ya que sus síntomas, consecuencias y tratamientos van a ser muy diferentes.
1. Alergia a la proteína de la leche:
Siempre que decimos que una persona es alérgica a la leche significa que existe una alteración de su sistema inmunológico, de manera que este reacciona de forma equivocada contra las proteínas que componen este alimento. Suele afectar sobre todo a niños muy pequeños y sus síntomas pueden ser muy variados, llegando a implicar a diferentes órganos y pudiendo producir reacciones muy graves que pueden conducir a la muerte por shock anafiláctico.
Los síntomas que podemos observar con mayor frecuencia son:
- Cutáneos: tipo ronchas (urticaria), granitos (rash), piel enrojecida (eritema) o incluso inflamada (edema).
- Digestivos: picor en lengua, paladar o garganta, diarrea, sangrado en las heces, dolor abdominal, reflujo e incluso rechazo de las tomas en los niños muy pequeños.
- Respiratorios: picor de nariz y ojos, estornudos, mucosidad, lagrimeo, dificultad respiratoria.
- Anafilaxia/Shock anafiláctico: síntomas generales graves que pueden llegar a desencadenar la muerte de la persona afectada.
El diagnóstico lo realiza el médico alergólogo mediante pruebas específicas en piel, sangre y en caso de ser necesario, la provocación oral. En ocasiones también puede ser necesaria la realización de endoscopia con biopsia a nivel digestivo.
En este tipo de reacción no va a influir la cantidad de proteína láctea ingerida, es decir, una mínima ingesta, aunque sea de trazas, ya puede desencadenar una reacción muy grave; de ahí la importancia de una dieta estricta exenta de cualquier tipo de producto lácteo. Actualmente la legislación obliga a que todos los productos que contengan en su composición proteína de leche lo lleven impreso con claridad dentro de los ingredientes.
El mejor tratamiento es la prevención, pero si por error se ingiere algún tipo de derivado lácteo, la persona siempre tiene que llevar consigo la medicación necesaria para tratar y revertir una reacción grave. Esta medicación es la adrenalina autoinyectable.
2. Intolerancia a la lactosa:
Esta enfermedad se origina por una alteración en la digestión del azúcar de la leche, la lactosa, a nivel intestinal. Existe una disminución de la enzima que tiene que digerir este azúcar y eso hace que la lactosa pase al resto del intestino produciendo una serie de síntomas muy característicos.
Los síntomas sólo se manifiestan a nivel digestivo y originan dolor abdominal, diarrea, defecación explosiva, nauseas, meteorismo, distensión abdominal (sensación de barriga muy hinchada y llena de aire). Nunca va a originar síntomas en otros órganos del cuerpo y nunca van a desencadenar una reacción grave como la anafilaxia, por lo que el riesgo de muerte con la ingesta de lácteos en los intolerantes a la lactosa es imposible.
Su diagnóstico se realiza mediante test específicos en sangre, estudio genético, biopsia intestinal o test de hidrógeno espirado.
Es más frecuente en adultos y afecta aproximadamente entre el 10-15% de la población. Cuando el origen es genético (poco frecuente) suele ser irreversible, pero lo más frecuente es que aparezca como consecuencia de una enfermedad (infecciones, celiaquía, colitis ulcerosa, etc) o de un fármaco (quimioterapia); en este último caso suele ser reversible y solucionarse al tratar la causa que la provocó.
El tratamiento consiste en suprimir la lactosa de la dieta. Pero a diferencia de los alérgicos a la leche, los intolerantes pueden consumir pequeñas cantidades de lactosa de forma habitual sin llegar a notar síntomas. Generalmente toleran sin problemas algunos derivados lácteos como yogures y quesos, porque al fermentar la leche, la lactosa suele transformarse en ácido láctico que no da problemas de intolerancia.
Actualmente existen numerosos productos lácteos sin lactosa en el mercado.
Estas personas no hace falta que lleven adrenalina, ya que la ingesta de lactosa por error no les va a desencadenar nunca una reacción grave, lo máximo que pueden notar es un cuadro digestivo con dolor abdominal y diarrea transitoria.
CONCLUSIÓN:
La alergia a la lactosa no existe. Existe la alergia a la proteína de la leche de vaca y la intolerancia a la lactosa (azúcar) de la leche.
Gracias por su comentario, Guido. Como comento en este artículo, la alergia a la proteína de leche de vaca es una alteración de nuestro sistema defensivo que afecta especialmente a los niños. Generalmente los síntomas aparecen al ingerir productos lácteos que contengan esta proteína, pero muchos niños incluso pueden reaccionar con el simple contacto de la leche o derivados con la piel, produciendo eccemas o ronchas. Es muy importante poder diagnosticar esta enfermedad a tiempo y llevar un control periódico, ya que puede originar cuadros muy graves como la anafilaxia.
En la consulta informamos a la familia de forma clara sobre todo lo relacionado con esta alergia y de forma periódica repetimos el estudio ya que en muchos casos puede llegar a desparecer de forma espontánea.
Un saludo.
Dra. Pilar Cots Marfil.
Buenos días, Gabriela.
La alergia ocurre siempre frente a las proteínas. En el caso de la leche las reacciones inmunológicas que desencadenan alergia aparecen con mayor frecuencia frente a tres proteínas: la alfalactoalbúmina, la betalactoglobulina y la caseína. La caseína suele ser un marcador de gravedad o persistencia de la alergia.
Espero haber podido responder a su pregunta.
Muchas gracias.
Gracias por su comentario Roxana.
La presencia de sangre en heces puede indicar diferentes alteraciones, algunas de causas alérgicas pero la mayoría no lo son.Para establecer si es alérgica y por tanto valorar el tipo de alimentación adecuada debe consultar con el médico especialista (Pediatra y Alergólogo). Ellos determinarán tras realizarle la historia clínica y las pruebas diagnósticas (estudio alergia, estudio de heces) la pauta más correcta a seguir en su alimentación. Las pruebas de alergia se pueden realizar desde el primer día de vida y son indoloras. Espero que se mejore.
Un saludo,
Gracias por su comentario Francisco.
Desligar la lactosa (el azúcar de la leche) al 100% de las proteínas a veces no es posible si no se realiza de forma correcta y eso implica que puedan existir trazas de forma muy ocasional. La presencia de lactosa es mínima y los intolerantes suelen poder tomar los fármacos sin problemas.
Desconozco la severidad de la alergia de la persona afectada, pero es muy infrecuente que por este motivo un alérgico llegue a tener síntomas; en caso de ser así mi consejo es que lo valore con su especialista en Alergia y éste le aconseje las normas a seguir con respecto a los fármacos implicados.
Un saludo,
Gracias por su comentario Marina.
Mi consejo es que acuda al médico de Digestivo para valorar posibles causas. Entre ellas sería recomendable descartar intolerancia a lactosa mediante el test en aire espirado pero también la posibilidad de gastritis y reflujo, ya que comenta síntomas de quemazón que son muy típicos de esta enfermedad.
Espero que se recupere, un saludo,
Gracias por su comentario Reina.
Mi consejo es que acuda al especialista de Alergia para que realice las pruebas adecuadas y pueda determinar si tiene o no alergia a la leche. Las pruebas son rápidas y no producen dolor.
Un saludo,
Gracias por su comentario.
Mi consejo es que acuda al médico para valoración y, en su caso, tratamiento.
Un saludo,
Gracias por su comentario Paula.
Entre los síntomas de intolerancia a la lactosa se encuentran malestar digestivo con dolor, meteorismo (gases) y deposiciones diarreicas. La gastroenteritis es un proceso infeccioso distinto al de la intolerancia, pero cuyos síntomas se parecen. Lo más adecuado es que consulte con el especialista en Digestivo para que pueda valorar de forma correcta los síntomas que presenta.
Un saludo,
Gracias por su comentario Dayana.
Es importante que acuda al especialista para que pueda valorar si se trata de una alergia a la proteína de la leche. El estudio es rápido, en pocos minutos, y totalmente indoloro. Si finalmente se confirma que es una alergia a la leche deberá realizar una dieta estricta sin este alimento y valorar cada determinado tiempo su evolución. Nunca debe reintroducir un alimento sin estar bajo supervision médica ya que las reacciones en caso de alergia pueden ser muy graves. Espero haber podido despejar sus dudas.
Un saludo.
Gracias por su comentario Sofía.
Nuestra recomendación es que evite su consumo de forma total. La lactosa, al ser un azúcar, no provoca una reacción del sistema inmunitario como sí hace la proteína de leche de vaca, pero hay proteínas que la acompañan y que no se pueden eliminar en su totalidad en los procesos de purificación pudiendo desencadenar reacciones en personas muy sensibilizadas, o contribuir a la permanencia constante de niveles de alergia en el organismo al mantener contacto continuo con trazas.
Un saludo.
Actualmente la alergia se ha convertido en una epidemia en los países desarrollados afectando a casi el 40% de la población. Todos solemos conocer a alguien que tiene alergia o somos nosotros mismos los que la padecemos. Al ser un problema crónico hace que nos acompañe durante el resto de nuestra vida y suele influir de forma frecuente en muchos aspectos del día a día. Por este motivo es muy importante que el paciente y los que lo rodean (padres, abuelos, maestros, compañeros, etc) puedan acceder a toda la información disponible, de forma clara y actualizada. Espero que todo lo que escriba en este blog os pueda ayudar a convivir mejor con la alergia. Estaré encantada de resolver todas vuestras dudas.
La finalidad de este blog es proporcionar información de salud que, en ningún caso sustituye la consulta con su médico. Este blog está sujeto a moderación, de manera que se excluyen de él los comentarios ofensivos, publicitarios, o que no se consideren oportunos en relación con el tema que trata cada uno de los artículos.
Quirónsalud no se hace responsable de los contenidos, opiniones e imágenes que aparezcan en los "blogs". En cualquier caso, si Quirónsalud es informado de que existe cualquier contenido inapropiado o ilícito, procederá a su eliminación de forma inmediata.
Los textos, artículos y contenidos de este BLOG están sujetos y protegidos por derechos de propiedad intelectual e industrial, disponiendo Quirónsalud de los permisos necesarios para la utilización de las imágenes, fotografías, textos, diseños, animaciones y demás contenido o elementos del blog. El acceso y utilización de este Blog no confiere al Visitante ningún tipo de licencia o derecho de uso o explotación alguno, por lo que el uso, reproducción, distribución, comunicación pública, transformación o cualquier otra actividad similar o análoga, queda totalmente prohibida salvo que medie expresa autorización por escrito de Quirónsalud.
Quirónsalud se reserva la facultad de retirar o suspender temporal o definitivamente, en cualquier momento y sin necesidad de aviso previo, el acceso al Blog y/o a los contenidos del mismo a aquellos Visitantes, internautas o usuarios de internet que incumplan lo establecido en el presente Aviso, todo ello sin perjuicio del ejercicio de las acciones contra los mismos que procedan conforme a la Ley y al Derecho.