Quirónsalud
Blog de la Unidad de Cefaleas del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz
La migraña afecta predominantemente a mujeres. Es posible que hayamos leído, oído, nos hayan comentado, etc, que la migraña desaparece con la menopausia. Pero, ¿cuánto hay de cierto en esto?
Imagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoDe sobra es conocida la influencia de las hormonas femeninas en la migraña; de ahí la variabilidad que experimentan muchas mujeres a lo largo del ciclo menstrual, en embarazo, lactancia...
La menopausia es una etapa de transición, donde los estrógenos y los progestágenos que han estado presentes durante toda la vida fértil de la mujer van declinando hasta alcanzar un "estado quiescente" con niveles muy bajos pero estables durante el resto de la vida. Las fluctuaciones que se producen hasta llegar a este estado producen, en un alto porcentaje de mujeres, un empeoramiento de la migraña durante los años que dura la transición para, posteriormente, hasta en dos de cada tres pacientes (y no en el 100%...), mejorar significativamente, incluso llegando a desaparecer.
Pero entendamos mejor la menopausia. Esa transición que hemos mencionado probablemente sea más larga de lo que imaginamos, pues puede llegar a comenzar hasta 10 años antes de que los períodos empiecen a ser irregulares. Sin embargo, el cambio importante se produce a una edad media de 51-52 años, con una gran horquilla (40-60 años). La transición hormonal más marcada puede llegar a durar hasta unos 4 años, nuevamente con mucha variabilidad.
Por estructurarla, hablamos de perimenopausia temprana cuando se ha tenido menstruación los últimos tres meses, aunque empieza a ser menos predecible, perimenopausia tardía cuando ha habido dos o más faltas de menstruación con períodos sin sangrado superiores a 60 días, y postmenopausia precoz cuando han pasado 12 meses desde el último período. Es en estas dos últimas fases cuando el patrón hormonal es irregular y se tiende a descontrolar la migraña. En esta etapa lo habitual es que empeore la frecuencia de episodios, que sean más intensos y que dejen de responder a medicación de rescate. Incluso hay mujeres que experimentan su primera migraña en esta fase (hasta un 13% de los casos, nada desdeñable). A todo esto se suman otros síntomas típicos de la menopausia que complican aún más la evolución de la migraña, como son los sofocos (que desgraciadamente parecen ser más frecuentes en migrañosas), los cambios en el sueño (normalmente es una etapa en la que comienza a haber dificultades para dormir), los cambios en el estado de ánimo, el aumento de peso...
¿Cómo tratar la migraña en este período?
A priori, tanto los tratamientos de las crisis como los tratamientos preventivos empleados no difieren respecto a otras fases, ya que no hay estudios dirigidos para esta etapa, si bien se puede favorecer el uso de ciertos antidepresivos, como son el escitalopram o la venlafaxina, ya que pueden ayudar también con los síntomas vasomotores (p.e. sofocos).
En cuanto a la terapia hormonal sustitutiva (THS), se trata de tratamientos con estrógenos y/o progestágenos para contrarrestar de alguna manera la caída que se produce en sus niveles. Se emplea en determinados casos para tratar los síntomas propios de la menopausia y la osteoporosis, ya que no está exenta de riesgos. Su eficacia en la migraña es muy variable según los estudios, con resultados inconsistentes, algunos incluso relacionándola con un empeoramiento de la misma (sobre todo con dosis altas), aunque en general parece que puede ser beneficiosa. Si hemos de utilizarla, siempre a mínima dosis eficaz y favoreciendo aquellas formulaciones que producen una liberación más continuada como pueden ser los parches subcutáneos.
Como comentario final hasta cierto punto optimista y como hemos comentado en otro párrafo, grosso modo hasta dos tercios de las pacientes mejoran de sus migrañas tras la menopausia, aunque sin poder determinar exactamente en qué punto en toda esta vorágine hormonal.
Dra. Andrea Gómez García
Servicio de Neurología
Unidad de Cefaleas
Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz
La hipotensión intracraneal espontánea (HIE) es una afección poco conocida pero muy incapacitante. Se produce cuando hay una fuga de líquido cefalorraquídeo (LCR) a nivel de la columna vertebral, lo que genera una reducción del volumen de este líquido en el sistema nervioso central. Aunque no se trata de una enfermedad mortal, puede causar un gran impacto en la calidad de vida de quienes la padecen.
Síntomas característicos: el dolor de cabeza postural
El síntoma más característico de la HIE es el dolor de cabeza ortostático, es decir, un dolor que empeora al estar de pie y mejora al acostarse. Este dolor puede aparecer de manera brusca o progresiva y, con el tiempo, la característica ortostática puede perderse, dificultando el diagnóstico. Además del dolor de cabeza, los pacientes pueden presentar otros síntomas como mareo, náuseas, alteraciones del equilibrio, zumbidos en los oídos, alteraciones visuales y, en casos graves, disminución del nivel de conciencia.
Causas y factores de riesgo
Las fugas de LCR pueden producirse de manera espontánea sin una causa evidente. Sin embargo, en algunos casos, pueden estar relacionadas con alteraciones en el tejido conectivo, como el síndrome de Marfan o el síndrome de Ehlers-Danlos, que pueden hacer que las membranas durales sean más frágiles y propensas a la fuga de LCR.
Diagnóstico: un desafío para los especialistas
El diagnóstico de la HIE puede ser complicado, ya que la presión del LCR en una punción lumbar puede ser normal en muchos casos. Por ello, la neuroimagen juega un papel fundamental. La resonancia magnética cerebral con contraste puede mostrar signos característicos como realce difuso de las meninges, colapso de las cisternas basales y descensos de las estructuras cerebrales. Para localizar la fuga, se pueden utilizar estudios como la mielografía por tomografía computarizada (TC) o la mielografía con sustracción digital.
Opciones de tratamiento
El tratamiento de la HIE depende de la gravedad del caso. En algunos pacientes, el reposo y la hidratación pueden ayudar a aliviar los síntomas. Sin embargo, en muchos casos es necesario realizar un parche hemático epidural, una técnica en la que se inyecta sangre del propio paciente en el espacio epidural para sellar la fuga. En casos más complejos, cuando se puede localizar el sitio de la fuga, puede ser necesaria una cirugía dirigida para cerrarla.
Importancia del reconocimiento temprano.
Muchas personas con HIE pueden ser diagnosticadas erróneamente con migraña, meningitis o incluso trastornos psicológicos. Es fundamental que los médicos y pacientes sospechen de esta afección cuando hay cefaleas posturales persistentes y otros síntomas neurológicos. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden marcar la diferencia en la calidad de vida de los pacientes.
Si tienes un dolor de cabeza que mejora al acostarte y persiste sin explicación clara, consulta con un especialista en cefaleas o neurología para evaluar la posibilidad de una hipotensión intracraneal espontánea. El conocimiento y la difusión de esta afección pueden ayudar a mejorar el acceso a un tratamiento adecuado y reducir el sufrimiento de muchas personas.
Desde hace varios meses contamos en España con un nuevo dispositivo inalámbrico de neuromodulación no invasiva para el tratamiento agudo y/o preventivo de la migraña. Se trata del "Nerivio" y lo podemos usar solo o asociado a otros fármacos sintomáticos o preventivos de la migraña. Esto nos permite ampliar con seguridad (ya que no interacciona con ningún fármaco) el arsenal terapéutico de la siempre escurridiza y versátil migraña. Ha sido autorizado por la FDA y tiene certificado europeo.
Su mecanismo de acción no tiene nada que ver que con los fármacos que usamos de forma habitual, ya que emplea una estimulación eléctrica no dolorosa a través de las fibras nociceptivas de la parte superior de brazo (A delta y C), que modula los centros del dolor a nivel troncoencefálico. En concreto, parece que libera serotonina hacia el núcleo trigémino cervical, modulador del dolor craneofacial.
Podemos usarlo en mayores de 12 años tanto para el tratamiento agudo (cortar las crisis de dolor), como el tratamiento preventivo de la migraña con y sin aura. Episódica (15 días al mes de cefalea)
Se ha publicado recientemente su uso en tratamiento agudo en niños de 6-11 años.
Klaus Werner1*, Trevor Gerson2, Alit Stark‐Inbar3, Sharon Shmuely3, Alon Ironi3, Christina L. Szperka4 & Andrew D. Hershey5. Acute treatment of migraine in children aged 6−11: Real‐world analysis of remote electrical neuromodulation (REN) Annals of the Child Neurology Society 2024; 00(00): 1–11
Para poder usarlo, nos lo tiene que prescribir un médico, a ser posible un neurólogo que nos certifique que tenemos migrañas (primer paso para un tratamiento óptimo), y su adquisición requiere la prescripción médica escrita.
Hay que instalar una aplicación en el móvil que nos permite controlar en remoto la banda que nos colocaremos en el brazo. Creamos una cuenta en la aplicación del móvil y lo conectamos con el dispositivo. Este se coloca en la parte superior del brazo y se ajusta con un brazalete que tiene una extensión si es preciso. Una vez instalado, cuando queramos usarlo, controlaremos la intensidad desde el móvil, que empezará en un 20% (mínimo eficaz). Se recomienda incrementar despacio. La intensidad debe ser fuerte, pero cómoda y no dolorosa (25-45%). Cuando empiece a molestar, se debe bajar 1-2%.
Está contraindicado en pacientes con epilepsia no controlada o en personas con algún dispositivo médico implantado tipo marcapasos o implante auditivo.
Se tolera, en general, muy bien. Podemos notar cosquilleos al principio en el brazo, pero no son molestos, cuando subimos por encima del 30%, pueden aparecer mioclonías suaves en el brazo (espasmos), que nunca deben de ser dolorosas.
Se ha descrito calor y enrojecimiento de la piel. Todo suele desparecer al poco de retirar el aparato.
Para el tratamiento de las crisis de migraña (sintomático), tenemos que llevar la banda activa unos 45 minutos y tenemos que usarla antes de que pase una hora desde el inicio del dolor de cabeza para que sea eficaz. Notaremos que baja la intensidad del dolor y al cabo de un tiempo, puede cortar la crisis cuando es eficaz (67% alivio del dolor y 37% sin dolor, a las 2 horas*)
*Headache 2019;59:1240-1252
En el tratamiento preventivo, se debe usar 45 minutos en días alternos (-4 días de migraña al mes de media*) Si nos da una crisis en el día que no toca, podemos usarlo sin problemas.
*Headache. 2023;63:377–389.
Cada banda que viene en una caja y tiene unos 18 usos.
La migraña no es sólo dolor de cabeza. Se trata de un proceso cíclico con varias fases de las cuales la más conocida es la "ictal" o la fase del ataque, donde predomina el dolor pero que suele ir acompañada de muchos otros síntomas. Una fase menos conocida es la llamada fase prodrómica, la transición entre la fase interictal (entre ataques de migraña) y la fase de dolor. Es la fase más inicial, que se produce antes del aura en aquellos pacientes que tienen migraña con aura y antes del dolor en aquellos que padecen migraña sin aura.
Esta fase puede comenzar incluso dos o tres días antes de que aparezca el dolor de cabeza y lo que nos indica es que se está "activando" la migraña, muchas veces antes de que el paciente sea plenamente consciente de ello, pero si se reconocen bien estos síntomas y son consistentes entre ataques, se podría llegar a predecir un ataque de migraña.
¿Cuáles son los síntomas que se pueden experimentar durante la fase prodrómica? Los más típicos son la fatiga, dolor o rigidez en el cuello, cambios de humor, fotofobia (percepción de la luz como molesta), bostezos, mareo, dificultades de concentración, cambios de apetito y náuseas. Algunos de estos síntomas pueden persistir a lo largo del ataque de migraña e incluso en una fase posterior llamada postdrómica.
Pero y entonces, ¿qué son los desencadenantes? Como indica su nombre, sería cualquier factor externo o interno capaz de generar un ataque de migraña. Por ejemplo, el estrés, la privación de sueño, la menstruación, el ejercicio intenso, el ayuno, el alcohol… parece que todos ellos son capaces de una u otra manera de provocar un ataque de migraña, aunque hay que tener en cuenta que no siempre un mismo factor es capaz de desencadenar una migraña en un mismo paciente (p.e., no siempre que un paciente ha dormido mal o está en período menstrual va a tener migraña).
¿Cuál es la complejidad? Si nos fijamos bien, hay cierto solapamiento entre algunos síntomas prodrómicos y algunos desencadenantes y es posible que en muchos casos se confundan unos por otros. Es decir, un paciente puede catalogar como desencadenante, por ejemplo, el dolor en el cuello, porque lo asocia temporalmente con el inicio del ataque de migraña, cuando en realidad ese dolor refleja el inicio de su propio ataque durante la fase prodrómica. O en el caso de la sensibilidad a la luz: ¿es una luz intensa capaz de desencadenar un ataque o bien se trata de un síntoma prodrómico en el que se percibe como más intensa una luz que en realidad fuera de esta fase no sería percibida como molesta? Con los alimentos parece aún más complicado: ¿es el alimento en cuestión responsable de provocar la migraña o durante la activación de la migraña se tienen apetencias por esos alimentos (como los antojos de las embarazadas) y se perciben como falsos desencadenantes? Probablemente dependa del tipo de alimento, pues hay algunos que sí parecen claros desencadenantes (lácteos, chocolates)…
Está claro que queda mucho camino por investigar en estos aspectos y está clara también la importancia. Muchos pacientes evitan determinadas actividades o factores que asocian a la migraña, lo que es apropiado si son claros desencadenantes, pero también, por lo que hemos comentado, habría que analizar en cada paciente concreto si se trata en realidad de síntomas prodrómicos y en cuyo caso evitarlos es innecesario. Si se llegan a conocer bien estos pródromos, las probabilidades de tratar un ataque en su fase más precoz y frenarlo a tiempo son más altas, por lo que a nivel terapéutico esta fase ayudaría a mejorar el manejo de la migraña.
Dra. Andrea Gómez García
Servicio de Neurología. Unidad de Cefaleas del Hospital Fundación Jiménez Díaz
El diagnóstico de las cefaleas se basa principalmente en la descripción detallada de los síntomas, ya que el examen clínico juega un papel clave para definir con precisión el tipo de dolor de cabeza y elegir el tratamiento más adecuado. Por eso, es fundamental que los pacientes nos proporcionen toda la información posible sobre su dolor. Tu dolor de cabeza tiene historia, ¡aprende a contarla! Aquí están los aspectos más importantes que debes compartir con tu médico en la consulta:
Dr. Alex Jaimes
Especialista del Servicio de Neurología y Unidad de Cefaleas
Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz
Blog para informar a los pacientes de novedades y actualización en Cefaleas y dolor craneao-facial. Coordinados desde la Unidad de Cefaleas de la FJD
La finalidad de este blog es proporcionar información de salud que, en ningún caso sustituye la consulta con su médico. Este blog está sujeto a moderación, de manera que se excluyen de él los comentarios ofensivos, publicitarios, o que no se consideren oportunos en relación con el tema que trata cada uno de los artículos.
Quirónsalud no se hace responsable de los contenidos, opiniones e imágenes que aparezcan en los "blogs". En cualquier caso, si Quirónsalud es informado de que existe cualquier contenido inapropiado o ilícito, procederá a su eliminación de forma inmediata.
Los textos, artículos y contenidos de este BLOG están sujetos y protegidos por derechos de propiedad intelectual e industrial, disponiendo Quirónsalud de los permisos necesarios para la utilización de las imágenes, fotografías, textos, diseños, animaciones y demás contenido o elementos del blog. El acceso y utilización de este Blog no confiere al Visitante ningún tipo de licencia o derecho de uso o explotación alguno, por lo que el uso, reproducción, distribución, comunicación pública, transformación o cualquier otra actividad similar o análoga, queda totalmente prohibida salvo que medie expresa autorización por escrito de Quirónsalud.
Quirónsalud se reserva la facultad de retirar o suspender temporal o definitivamente, en cualquier momento y sin necesidad de aviso previo, el acceso al Blog y/o a los contenidos del mismo a aquellos Visitantes, internautas o usuarios de internet que incumplan lo establecido en el presente Aviso, todo ello sin perjuicio del ejercicio de las acciones contra los mismos que procedan conforme a la Ley y al Derecho.