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Blog de Medicina Deportiva del Grupo Quirónsalud

  • Cómo evitar la pesadilla del ligamento cruzado: una lesión que asusta

    Dr. Gonzalo Samitier, cirujano ortopédico especialista en rodilla, hombro y lesiones deportivas del Hospital Quirónsalud Badalona, Patrocinador Oficial del Club Joventut Badalona y Partner de Servicios Médicos

    La rotura del ligamento cruzado anterior (LCA) es una de las lesiones más temidas por los jugadores de baloncesto. Este ligamento, ubicado en el centro de la rodilla, mantiene la estabilidad cuando saltas, frenas o cambias de dirección.LCA Blog deporteLCA Blog deporte

    Una mala caída, un giro brusco o un aterrizaje en una pierna pueden bastar para romperlo.

    ¿Cómo ocurre?

    En la mayoría de los casos no hay contacto directo: el jugador apoya mal, la rodilla se va hacia adentro y la tibia gira sobre el fémur, lo que se conoce como valgo forzado con rotación externa.

    Este movimiento genera una tensión tan grande que el ligamento puede romperse en milésimas de segundo.

    Además, hay factores que aumentan el riesgo:

    • Fatiga o falta de fuerza en los músculos isquiotibiales.
    • Mal control del movimiento al aterrizar.
    • Entrenamiento preventivo insuficiente.
    • En mujeres, también influyen diferencias anatómicas y hormonales.

    Cómo reconocerlo

    Cuando se rompe el LCA, el jugador suele sentir:

    • Un chasquido fuerte dentro de la rodilla.
    • Dolor intenso e incapacidad para seguir jugando.
    • Inflamación rápida (en menos de dos horas).
    • Sensación de que la rodilla "falla" o se mueve más de lo normal.

    El diagnóstico se confirma con exploración física (test de Lachman o pivot shift) y una resonancia magnética, que muestra con claridad la lesión y posibles daños asociados.

    En cuanto al tratamiento, las cirugías actuales del LCA son cada vez más efectivas y personalizadas.

    Entre los avances más destacados:

    • Reconstrucción anatómica que imita el ligamento original.
    • Fijaciones más seguras y reparaciones meniscales simultáneas.
    • Uso de injertos propios (rotuliano, isquiotibiales o cuadricipital).
    • Cirugía robótica o guiada por navegación, que mejora la precisión.
    • En casos seleccionados, incluso es posible reparar el LCA original en lugar de sustituirlo.

    Gracias a estas mejoras, los deportistas se recuperan antes y con mejores resultados.

    Rehabilitación: paso a paso

    La recuperación no se mide por semanas, sino por función y progreso.

    De forma general, se sigue este esquema:

    • Inicio (0-2 semanas): controlar dolor e hinchazón, recuperar extensión.
    • Progresión (2-6 semanas): empezar a cargar y mover con seguridad.
    • Fortalecimiento (6-12 semanas): trabajar fuerza y equilibrio.
    • Readaptación (3-6 meses): gestos técnicos del baloncesto.
    • Vuelta al juego (6-9 meses): entrenar y competir, tras evaluación funcional.

    ¿Cuándo volver a jugar?

    Antes de regresar a la pista, deben cumplirse ciertos criterios:

    • Igual fuerza y estabilidad en ambas piernas (al menos 90%).
    • Superar pruebas de salto y cambio de dirección.
    • Ausencia de dolor o inestabilidad.
    • Confianza total: sin miedo a la re-rotura.

    El regreso demasiado temprano es uno de los principales factores de recaída.

    Prevención: tu mejor defensa

    Evitar la lesión es posible. Los programas preventivos (como FIFA 11+ o PEP) reducen el riesgo hasta un 50%.

    Las claves son:

    • Fortalecer la musculatura posterior del muslo.
    • Mejorar la técnica de salto y aterrizaje.
    • Entrenar el control neuromuscular y la propiocepción.
    • Trabajar la confianza y el miedo tras una lesión.

    En resumen, la lesión del LCA puede ser dura, pero ya no es el fin de la carrera deportiva.

    Con cirugía avanzada, una buena rehabilitación y prevención constante, muchos jugadores vuelven a rendir al más alto nivel.

    Cuidar tus rodillas es cuidar tu futuro deportivo.

  • Deporte en verano de forma saludable

    Alfonso del Corral, especialista en cirugía ortopédica y jefe de Medicina y Traumatología del Deporte del Hospital Ruber Internacional

    Con la llegada del verano, aumenta la motivación para hacer ejercicio: los días más largos, el buen tiempo y las vacaciones animan a muchas personas a iniciar o intensificar la práctica deportiva. Sin embargo, este entusiasmo también trae consigo un aumento significativo en el número de lesiones.deporte y veranodeporte y verano

    Las lesiones aumentan durante el verano porque se hace más deporte. Muchas personas intentan recuperar en pocas semanas lo que no han trabajado físicamente durante el resto del año, y eso pasa factura. Un estudio de la Sociedad Española de Traumatología del Deporte (SETRADE) reveló que el 25% de las lesiones veraniegas se deben a la falta de preparación física, el sobresfuerzo y la fatiga.

    Además, el riesgo de lesionarse es mayor con la edad o el aumento de peso, ya que los músculos y tendones son más vulnerables. Para tener una buena condición física hay que realizar ejercicio todos los días durante varios meses. Si no lo haces, te rompes.

    Una manera sencilla y eficaz de iniciarse en el deporte es caminando. Comenzar con media hora diaria y aumentar progresivamente tiempo e intensidad es una excelente estrategia.

    El verano también ofrece la posibilidad de hacer actividades acuáticas, especialmente beneficiosas porque reducen el impacto sobre las articulaciones. En el agua, el cuerpo pesa menos y hay menor riesgo de lesión.

    • Respecto a los factores de riesgo y las lesiones más comunes, el sedentarismo no es el único culpable. Otras causas habituales de lesiones incluyen:
    • Uso de material inadecuado, especialmente el calzado.
    • Mala técnica al realizar los ejercicios.
    • No calentar antes de la actividad física.
    • Exceso de carga o intensidad.

    Las lesiones más comunes son las contracturas, sobrecargas musculares, tendinitis, esguinces de tobillo o rodilla, fascitis plantar, lumbalgias, y en los casos más graves, roturas de ligamentos y luxaciones. También existe el riesgo de problemas graves como infartos o insuficiencias respiratorias, especialmente en personas que no conocen su estado de salud. Por eso, antes de empezar cualquier rutina deportiva, es recomendable acudir al médico para realizar una revisión general, incluyendo pruebas cardiológicas, podológicas y de columna.

    Aunque seas deportista habitual, en verano hay que extremar las precauciones:

    • Evita las horas de más calor, especialmente entre las 12:00 y las 17:00 horas.
    • Hidrátate constantemente, ya que la sudoración es mayor.
    • Utiliza ropa ligera y transpirable, así como un calzado adecuado para el deporte elegido.
    • Calienta siempre antes de empezar cualquier actividad.
    • Además, es preferible hacer ejercicio por la mañana si estás en zonas urbanas, ya que la contaminación aumenta a lo largo del día.

    Aunque parezca saludable, caminar por la arena puede ser contraproducente, la superficie irregular y la inclinación de algunas playas pueden provocar esguinces o sobrecargas. En lugar de ello, es recomendable correr o caminar sobre césped con el calzado adecuado.

    Si tienes en mente practicar un deporte específico como el fútbol, no empieces jugando en un campo grande. Lo ideal es adaptarse poco a poco, con sesiones cortas y progresivas. Si no estamos preparados no se puede correr 100 metros, tenemos que empezar con 20.

    En definitiva, el verano puede ser un gran momento para mejorar nuestra forma física, pero es fundamental hacerlo con sentido común y preparación. Iniciar la actividad física de forma progresiva, cuidar la técnica, usar el material adecuado y prestar atención a las señales del cuerpo son las mejores garantías para disfrutar del deporte sin riesgos. Lo importante no es hacerlo todo rápido, sino hacerlo bien.

  • Lesiones de espalda en el tenis: el gran reto silencioso de los profesionales

    Dr. Luis Serratosa, responsable de la Unidad de Medicina del Deporte de centro médico-quirúrgico Olympia y Hospital Universitario Quirónsalud Madrid

    Entre el 21 de abril y el 4 de mayo de 2025, la Caja Mágica acoge una nueva edición del Mutua Madrid Open, un torneo de referencia mundial donde se dan cita las mejores raquetas del planeta.

    Aunque los deportes de raqueta se caracterizan por su dinamismo y exigencia, su práctica continuada y de alto rendimiento puede pasar factura al cuerpo del deportista. El tenis, en particular, implica un esfuerzo asimétrico: aunque se trata de un deporte que se juega en pareja o en igualdad de condiciones frente al oponente, no ocurre lo mismo en el cuerpo del tenista. Los movimientos repetitivos y unilaterales generan un desequilibrio muscular, sobre todo en la zona del tronco, lo que con frecuencia desemboca en lesiones de espalda.GettyImages-869096300GettyImages-869096300

    Dolor lumbar: una lesión frecuente y limitante

    Una de cada cinco lesiones en el tenis afecta a la espalda, siendo la zona lumbar la más comprometida. Las causas están ligadas principalmente a la biomecánica del juego: saques con hiperextensión de tronco, golpes de drive o revés con rotaciones intensas, y constantes desplazamientos laterales que implican arranques explosivos y frenadas abruptas. Todo ello genera una carga importante en la columna vertebral, especialmente cuando la musculatura estabilizadora no está adecuadamente fortalecida.

    El saque liftado, uno de los más utilizados por su efecto y velocidad, es especialmente lesivo para la espalda, al exigir una mayor exigencia muscular en la cadena posterior y un mayor arco en la espalda al momento del impacto. Lo mismo ocurre, aunque en menor medida, con el saque plano, donde también se demanda un alto grado de fuerza y coordinación.

    Prevenir, la mejor medicina

    La prevención es la clave para evitar que las lesiones de espalda frenen la carrera de los tenistas, ya que, a diferencia de otras dolencias, el dolor lumbar puede impedir directamente la participación en competición. Un calentamiento adecuado y específico para la espalda, junto con estiramientos postpartido, son prácticas básicas que marcan la diferencia.

    Además, es fundamental trabajar de forma específica la musculatura del tronco y la pelvis, con el objetivo de dotar al cuerpo de mayor estabilidad ante los movimientos bruscos. La elección de una raqueta adaptada a las características del jugador —con especial atención a la tensión del cordaje y el tamaño del grip— y una técnica bien depurada completan las herramientas esenciales de prevención.

    En definitiva, la espalda, como columna vertebral del rendimiento en el tenis, exige atención, entrenamiento y cuidado continuo. Porque solo con un cuerpo equilibrado se puede aspirar al juego perfecto.

  • La importancia de un buen calentamiento en invierno

    Dr. Rafael López Arévalo, jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatogía del Hospital Quirónsalud Málaga

    El pasado fin de semana se ha celebrado la trigésimo cuarta edición de la TotalEnergies Media Maratón de Málaga y, por tercer año consecutivo, ha contado con Quirónsalud como Proveedor Médico Oficial. La meteorología estos días no ha acompañado, pero salir a correr cuando hace mal tiempo puede ser una bonita experiencia que no tiene porqué ser también arriesgada si se tienen en cuenta unas pequeñas precauciones que ayudarán evitar ese riesgo.running inviernorunning invierno

    El mal tiempo no puede ser un impedimento ni una excusa para abandonar nuestros entrenamientos y cesar en nuestros objetivos. Además, correr con bajas temperaturas tiene numerosos beneficios para el organismo. Entre los más relevantes están:

    • Mayor consumo de calorías.
    • Refuerzo del sistema inmunológico.
    • Más energía para afrontar el invierno.
    • Mejora de la resistencia.

    Para quienes practican running, adaptarse al frío no solo implica elegir la ropa adecuada, sino hacer también ajustes en la rutina de preparación física.

    Cuando la temperatura exterior es baja, los músculos necesitan más tiempo para alcanzar unas condiciones óptimas y al cuerpo le cuesta más esfuerzo entrar en calor. Los primeros minutos es completamente normal sentirse rígido e incómodo.

    Para evitar esta sensación y comenzar los entrenos con todas las garantías de éxito, debemos dedicar más tiempo de lo normal al calentamiento. Si, por el contrario, empezamos a aumentar el ritmo antes de alcanzar la temperatura y elasticidad adecuadas podríamos estar forzando demasiado la musculatura. Aumentando considerablemente el riesgo de sufrir una lesión.

    ¿Por qué es importante calentar en días fríos?

    Aumenta la temperatura corporal: En climas fríos, nuestros músculos y articulaciones están más rígidos. El calentamiento incrementa el flujo sanguíneo, lo que mejora la elasticidad muscular y la movilidad articular.

    • Reduce el riesgo de lesiones: la falta de activación sin un buen calentamiento aumenta el riesgo de lesiones.
    • Mejora el rendimiento: Un cuerpo bien preparado responde mejor a la actividad física, aumentando la eficiencia muscular y la coordinación.
    • Activa el sistema cardiovascular: Incrementar gradualmente el ritmo cardíaco ayuda al corazón a adaptarse a las demandas del ejercicio, evitando un esfuerzo repentino.
    • Favorece la conexión mente-cuerpo: El calentamiento también sirve como un espacio mental para concentrarse y prepararse para el entrenamiento.

    Componentes de un calentamiento efectivo

    Un buen calentamiento debe incluir ejercicios progresivos que activen diferentes partes del cuerpo:

    • Movilidad articular: realizar movimientos suaves en toda su amplitud para mejorar el rango de movimiento sin dejar articulaciones intermedias.
    • Activación cardiovascular: Ejercicios que aumenten gradualmente la frecuencia cardíaca.
    • Activación muscular: Movimientos que preparen los grupos musculares principales para el esfuerzo.
    • Estiramientos dinámicos: Ejercicios que combinen movimiento y estiramiento para mejorar la flexibilidad y preparar los músculos.

    Propuesta de sesión de calentamiento genérica

    Para que puedas ponerlo en práctica, te dejamos una sesión de calentamiento que solo te llevará 10-15 minutos y te ayudará a ponerte a punto para comenzar la práctica deportiva.

    1. Movilidad articular (3-4 minutos)

    • Círculos de cuello: Gira suavemente la cabeza hacia los lados y realiza círculos lentos.
    • Rotaciones de hombros: Realiza círculos amplios hacia adelante y hacia atrás.
    • Rotación de cadera: Coloca las manos en la cintura y haz movimientos circulares con la cadera.
    • Flexión y extensión de rodillas: Realiza pequeñas sentadillas controladas.
    • Flexo extensión de tobillo

    2. Activación cardiovascular (4-5 minutos)

    • Marcha en el lugar: Eleva las rodillas al nivel de la cadera mientras balanceas los brazos.
    • Saltos suaves: Haz saltos pequeños sin impacto excesivo para calentar el cuerpo.
    • Skipping bajo: Corre en el lugar levantando ligeramente las rodillas.
    • Talones al glúteo: Corre en el lugar llevando los talones hacia los glúteos.

    3. Activación muscular (3-4 minutos)

    • Puentes de glúteos: Acuéstate boca arriba, flexiona las rodillas y eleva la pelvis, apretando los glúteos al hacerlo.
    • Plancha con toque de hombro: En posición de plancha, toca alternadamente cada hombro con la mano contraria.
    • Zancadas estáticas o lunges: Da un paso hacia adelante y flexiona ambas rodillas, manteniendo la espalda recta.
    • Sentadillas o squads: flexionar las rodillas y bajar el cuerpo manteniendo la verticalidad, para luego regresar a una posición erguida.

    4. Estiramientos dinámicos (3 minutos)

    • Balanceo de piernas: Sostén una pared y balancea una pierna hacia adelante y atrás.
    • Círculos con los brazos: Gira ambos brazos de manera amplia hacia adelante y hacia atrás.
    • Estiramiento lateral: Inclínate hacia un lado con un brazo por encima de la cabeza, alternando lados.

  • Las lesiones en el mundo del pádel y del tenis, ¿son las mismas?

    Dr. Ignacio Pérez Buendía, traumatólogo deportivo en Clínica Tenis Teknon

    El tenis siempre ha sumado muchísimos adeptos, pero el pádel se ha convertido en esta década en un deporte cada vez más popular, especialmente entre aficionados que no siempre tienen en cuenta las posibles lesiones que se pueden producir si no se siguen una serie de precauciones. Aprovechamos para explicar cuáles son los principales riesgos asociados a su práctica, y en qué se diferencian de las lesiones que pueden darse en el tenis.lesiones padel tenislesiones padel tenis

    El pádel cuenta con poco más de 100 años de vida. Fue ideado en 1920 por un millonario mexicano en las soleadas playas de Acapulco para entretener a sus invitados. Lo hizo inspirándose en el tenis y en el squash; pero con un concepto de juego mucho más suave. A España llegó en 1975, aunque su popularidad llegó en los años 90, a medida que se fueron construyendo instalaciones, y que este deporte fue profesionalizándose.

    Así, mientras el tenis es un deporte con tradición, y el pádel es un deporte joven en vías de evolución, debido a su corta trayectoria, hay pocos estudios hasta el momento en cuanto a lesiones. No obstante, a medida que se vaya profesionalizando el pádel, iremos conociendo las patologías propias de este deporte, así como las lesiones que se repiten entre quienes lo practican porque, como cualquier otra disciplina deportiva, el pádel tiene su cara y tiene su cruz.

    ¿La cara? Su facilidad para ser practicado, tanto por la técnica, como por la resistencia, y la preparación que se requiere del jugador. Y, en cierta medida, en la facilidad también radica uno de sus riesgos: parece tan sencillo practicarlo que muchas personas juegan partidos sin una preparación suficiente, y se provocan con ello lesiones innecesarias, que podían haberse evitado con un entrenamiento previo poco exigente. La principal diferencia es que el pádel es un deporte más traumático que el tenis, y la variedad de lesiones es más grande.

    De hecho, la producción de lesiones en el pádel derivan de la cantidad de entrenamiento y competición sin un tiempo de recuperación adecuado, o sin un trabajo adecuado de prevención y de preparación física.

    N obstante, si hablamos de profesionales, creo que ambos circuitos están bastante a la par en el porcentaje de lesiones. En el caso de los amateurs, en el pádel hay más lesiones debido a que la gente empieza a jugar sin haber tenido un periodo de aprendizaje. Es decir, en la etapa infantil, el pádel se practica menos que el tenis, lo que implica que el porcentaje de lesiones esté ligeramente por encima del tenis, y ya hay estudios que lo demuestran.

    Lesiones comunes

    Por otro lado, es fácil pensar que, dado que tanto el tenis como el pádel son deportes de raqueta, que implican movimientos rápidos y repetitivos, así como cambios de dirección y aceleración, no haya diferencia entre las lesiones que se producen en uno y otro. Pero, aunque comparten similitudes en cuanto a los tipos de lesiones que se pueden producir, también existen algunas diferencias debido a las características únicas de cada deporte.

    Con ello, en cuanto a las lesiones comunes en ambos deportes tenemos las siguientes:

    • Lesiones músculo-esqueléticas: ambos deportes pueden causar lesiones, como esguinces, distensiones musculares, tendinitis (por ejemplo, del codo o del hombro), así como fracturas por estrés debido a los movimientos repetitivos y las fuerzas de impacto.
    • Lesiones en el hombro: los movimientos de golpeo repetitivos en ambos deportes pueden causar lesiones en el hombro, como el síndrome del manguito rotador, bursitis del hombro, y lesiones del labrum glenoideo.
    • Lesiones en el codo: tanto el tenis como el pádel pueden causar epicondilitis lateral (codo de tenista), debido a los movimientos repetitivos de agarre y de golpeo con la raqueta.
    • Lesiones en la rodilla: los cambios de dirección rápidos y las aceleraciones en ambos deportes pueden aumentar el riesgo de lesiones en la rodilla, como desgarros del ligamento cruzado anterior (LCA) o del menisco, y tendinitis rotuliana.

    Principales diferencias entre ambos

    Y éstas serían las principales diferencias entre ambos:

    • Superficie de juego: en el tenis se juega principalmente en superficies duras (pistas de cemento o asfalto), de césped o de arcilla, mientras que en el pádel se juega típicamente en pistas de césped artificial o moqueta; éstas pueden afectar la carga y el impacto en las articulaciones y los músculos, lo que puede influir en el tipo de lesiones que ocurren con más frecuencia.
    • Movimientos y demandas físicas: si bien ambos deportes implican movimientos rápidos y cambios de dirección, los movimientos específicos y las demandas físicas pueden diferir entre el tenis y el pádel; por ejemplo, el pádel generalmente involucra desplazamientos más cortos y rápidos en comparación con el tenis, que puede implicar movimientos más largos y extensos en la pista.
    • Tipo de raqueta y golpeo: las raquetas de tenis suelen ser más pesadas y tienen un área de golpeo más grande en comparación con las palas de pádel, lo que puede influir en la forma en que se realizan los golpes y en el impacto en las articulaciones y los músculos.

    ¿Cómo podemos disminuir el número de lesiones?

    Claramente, haciendo una prevención holística de todas las áreas. Hay que controlar la forma de entrenar en cuanto a la intensidad, a la frecuencia, y a la exigencia, adaptándola a cada nivel del jugador.

    En cuanto a la preparación física, hay que ponerse en forma para hacer deporte y no hacer deporte para estar en forma, establecer rutinas de entrenamiento. En el entrenamiento, hay que evolucionar y perfeccionar la técnica de juego. Respecto a los materiales, hay que elegirlos con profesionales para que nos puedan orientar sobre cuáles son mejores para nuestra edad o forma de juego. Pero también, comer y beber adecuadamente.

    En tenis, es importante controlar los cambios de superficie de la pista, la tierra es de las más beneficiosas. No así en el pádel. El pádel se juega en una superficie cerrada y en las paredes muchas veces se producen contusiones traumáticas. Se juega a más velocidad y tiene más riesgo de caídas que el tenis y son frecuentes las lesiones en la mano y muñeca al intentar frenarse en la pared. Todas estas diferencias deben ser consideradas para la prevención y manejo de lesiones.

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Sobre este blog

La actividad deportiva se ha instalado de manera definitiva en nuestro día a día, tanto a nivel profesional como de aficionado. Y es que mantenernos activos gracias a la práctica de algún deporte se ha convertido en un elemento fundamental para disfrutar de una vida saludable gracias a sus múltiples beneficios físicos y psicológicos. Si quieres conocer todo lo que el deporte puede hacer por ti, y cómo practicarlo de forma segura, en este blog podrás encontrar los mejores consejos de nuestros expertos en medicina deportiva.

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