Quirónsalud
Blog del servicio de Urología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz
Estoy seguro de que, si usted es hombre, y si tiene "cierta edad", alguna vez habrá sufrido mucho pensando o imaginando qué pasaría si un día NO puede conseguir orinar, ¡con lo sencilla que parece ser esta acción fisiológica!
¿Qué es y cómo se produce la retención aguda de orina (RAO)?
La retención aguda de orina (RAO) es una patología muy frecuente en la urgencia hospitalaria, ya que, al ser un cuadro agudo, al aparecer de manera repentina, y en cualquier momento del día o de la noche, precisa una solución urgente e inmediata, por lo que quien lo sufre debe acudir, buscando soluciones, a un centro sanitario donde exista un Servicio de Urgencias.
La mayoría de las veces la RAO es una complicación de la hiperplasia benigna de próstata (HBP). Sin embargo, se debe de conocer que sufrir de síntomas relacionados con la HBP no es el único motivo, que puede haber otras causas que tendrán que ser identificadas, en un tiempo posterior, una vez resulta la urgencia.
El estudio le corresponde al urólogo y se realiza con carácter ambulatorio.
Entre los diferentes motivos por los que se puede desencadenar una RAO, además de la HBP se encuentran otros procesos obstructivos urinarios como puede ser una estenosis de la uretra (estrechez uretral), el cáncer de próstata, la prostatitis (inflamación de la próstata), la litiasis (piedras en proceso de expulsión por la vía urinaria), un fecaloma (impacto de heces en la ampolla rectal), etc.
Pero también puede estar provocada por problemas no obstructivos como por ejemplo una hipocontractilidad vesical causada por afecciones del músculo detrusor (vejiga), por la toma de ciertos fármacos, existir enfermedades como la neuropatía diabética, cuadros de vejiga neurógena, por una anestesia raquídea…
Es mucho más frecuente en los hombres
Es importante conocer que el cuadro de RAO es mucho menos frecuente en las mujeres que en los hombres. Si ocurre en una mujer casi siempre hay que pensar en un proceso de carácter no obstructivo y más bien en asuntos relacionados con un mal funcionamiento vesical. En estas circunstancias la retención urinaria suele cursar de manera más crónica.
En general podríamos afirmar que la patología obstructiva es mucho más frecuente y más aguda en el hombre y que los cuadros de RAO por deficiencia del funcionamiento vesical, pudiéndose dar tanto en hombres como en mujeres, posiblemente es más frecuente mujeres expresándose de una manera menos aguda.
¿Cómo sé yo que me puede estar pasando una RAO?
Es sencillo, porque por una parte nos llama la atención que desde la última vez que hemos orinado ha pasado más tiempo que el habitual. Sin embargo, lo característico es que teniendo intenso deseo para la micción, a pesar de concentrase y esforzarse en intentar que suceda, ésta no se consigue.
Al no conseguirse en una vez, en otra, y así sucesivamente en muchas veces, se produce un dolor cada vez más intenso encima del pubis, como consecuencia del llenado progresivo de la vejiga.
Junto al intenso dolor se suma una terrible situación de ansiedad, intranquilidad, irritabilidad, nerviosismo, miedo, sudoración…
Por tanto, la RAO es un cuadro clínico florido y muy llamativo en el cual el paciente manifiesta una imposibilidad absoluta y completa para poder orinar. Cursa con dolor intenso y marcado en el bajo abdomen (hipogastrio-zona suprapúbica).
En la exploración física del abdomen, que hay que realizar obligatoriamente porque es un hallazgo muy muy característico, se identifica el llamado "globo vesical": la vejiga es claramente palpable por debajo del ombligo porque se encuentra muy llena de orina y a tensión.
¿Qué solución es la más adecuada para solucionarlo?
Cuando un paciente presenta un cuadro de RAO, debe realizarse un sondaje vesical tan pronto como sea posible, lo que favorece el vaciamiento de la orina y permite la recuperación progresiva del buen estado general.
¡¡Que alivio cuando la vejiga se vacía!!
En la mayoría de los casos de RAO es razonable indicar, después del vaciamiento vesical, la retirada de la sonda vesical a los 3-7 días del sondaje. Si fuera necesario mantenerla durante más tiempo, se aconseja realizar recambio de la misma entre los 30 y 45 días aproximadamente, o conocer el tiempo máximo de "vida sana" de los biomateriales de la sonda vesical. Entre otras razones, el re-cambio, va a depender del tipo de sonda que nos hayan colocado (no todas son iguales ni están fabricadas con los mismos materiales).
Señalar que el recambio de la sonda antes de lo preciso resulta inútil e incómodo para el paciente, y que por sí solo no consigue disminuir las infecciones si no va acompañado de los demás cuidados necesarios.
Qué tengo que saber si voy a ser portador de una sonda vesical
Les remitimos al post, que lleva este nombre en este mismo blog https://www.quironsalud.com/blogs/es/nigota donde ya hemos trabajado ampliamente sobre los aspectos que interesan cuando uno ha tenido la necesidad de ser sondado y necesita ser portador de la sonda vesical temporal o definitivamente (casos determinados).
Aquí, en este post actual puntualizamos algún aspecto en relación con la patología que estamos describiendo: la RAO.
Diferentes tipos de sondas vesicales
Las sondas vesicales (sondas urinarias) son de diferentes tamaños (longitud y calibre), tipos (formas) y materiales (látex, silicona, teflón), según sea preciso colocarlas de forma permanente, temporal o para ser utilizadas en procedimientos de CLI (cateterismo limpio intermitente).
Imagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contexto
Donde se recoge la orina que sale de la vejiga?
Se recoge en un colector urinario. El colector es una bolsa de plástico que se conecta a la sonda vesical por el orificio donde sale la orina, con el objetivo de que esta rea recogida y almacenar hasta que pueda ser vertida a un inodoro.
Existen dos tipos de bolsas colectoras: La convencional y la de "pierna".
1.- La bolsa de "pierna" es más pequeña. Se sujeta a la pierna, a la pantorrilla o al muslo mediante bandas elásticas (como una liga) quedando oculta debajo de los pantalones o de la falda. Generalmente se usa durante el día.
2.- La bolsa de orina "convencional" es más grande, tiene más capacidad. Se suele utilizar durante la noche mientras se está dormido, o tanto día como de noche en pacientes encamados. Se cuelga en el borde de la cama. Hay que tener precaución de no pegarse tirones accidentales mientras uno está en la cama y/o dormido, lo que podría provocar lesiones traumáticas en la vejiga o en la uretra.
Muchos pacientes portadores de sonda vesical pueden tener, de manera habitual, una sintomatología asociada a la sonda vesical que denominamos "espasmos vesicales". Es una sensación de tener muchas ganas de orinar, escozor en el glande o en el meato uretral, así como salida de orina alrededor de la sonda vesical (perisonda). Estos espasmos son debidos a contracciones no inhibidas del músculo detrusor vesical que se producen como respuesta-rechazo al cuerpo extraño que supone la sonda dentro de la vejiga.
La complicación más frecuente a largo plazo de ser portador a permanencia de una sonda vesical es la infección urinaria.
¿Cómo puedo cuidarme si soy portador de una sonda vesical?
Le remitimos de nuevo a nuestro POST, ya mencionado con anterioridad en https://www.quironsalud.com/blogs/es/nigota, que tengo que saber si voy a ser portador de una sonda vesical, señalando aquí los consejos más elementales que se deben conocer.
Las medidas higiénicas y consejos que figuran a continuación son fundamentales para facilitar el flujo de orina a través de la sonda vesical y prevenir posibles infecciones asociadas a la sonda vesical.
- Lavado diario de la zona genital con de agua y jabón. En las mujeres esta limpieza debe realizarse desde la uretra (por donde la sonda sale del cuerpo) hacia el ano, siguiendo siempre la misma dirección: de delante hacia atrás.
La higiene es fundamental para evitar infecciones. Además del lavado diario, debe asearse minuciosamente la zona después de cada evacuación intestinal.
- Beber abundantes líquidos: agua, zumos, caldo, manzanilla, etc. Se aconseja beber alrededor de 1,5-2 litros de agua al día, para aumentar el volumen de orina y evitar la formación de sedimentos/residuos que depositados sobre las paredes de la sonda pueden obstruirla o favorecer el crecimiento de bacterias.
- Mantener siempre la bolsa colectora a un nivel más bajo que la vejiga, para evitar que la orina circule en sentido contrario, retroceda y provoque infecciones. Nunca debe pasarse por encima del cuerpo del paciente, cuando esté acostado. Evitar los tirones de la sonda vesical para que no se produzcan arrancamientos accidentales de la misma.
- Cambiar o vaciar la bolsa colectora con regularidad y hacerlo siempre antes de que se llene por completo, para evitar que la orina rebose y regrese retrógradamente hacia la vejiga.
-La válvula de salida de la sonda (punta del tubo) no debe contaminarse, conviene no tocarla. Es preciso lavarse las manos antes y después de manejar, vaciar o cambiar la bolsa. Cuando se deba vaciar la bolsa se hará siempre por la espita u orificio de vaciado y no se desconectará la sonda de la bolsa innecesariamente.
- En los momentos en los que el paciente no lleve la sonda vesical conectada a la bolsa colectora, sino que llevan un tapón en la saida, debe retirar el tapón y vaciar la vejiga aproximadamente cada 2 horas. Nota: Se desconectará el tapón con las mismas precauciones descritas para evitar la entrada de bacterias.
- Comprobar que la sonda no esté obstruida: ni doblada, ni enrollada, ni taponada por sangre (coágulos), fibrina, cocreciones litiásicas o moco.
- Conviene fijar la sonda al muslo con esparadrapo evitando que esté tirante para prevenir tirones y lesiones.
¿Hay algo que se deba de vigilar especialmente?
Para poder identificar que todo está funcionando adecuadamente es fundamental ser observador y estar pendiente de todo lo que nos ocurre y todo que le ocurre a la sonda vesical.
Estar pendiente y consultar siempre sí:
- La orina es espesa, esta turbia o tiene con mal olor.
- Presenta algún episodio de fiebre.
- Observa inflamación de la zona alrededor de la entrada/salida de la sonda en el pene (en el glande).
- Observa sangrado dentro o alrededor de la sonda.
- Si se recoge poca o ninguna orina a pesar de beber la cantidad adecuada de líquidos.
- Fuga de gran cantidad de orina alrededor de la sonda (perisonda).
Estas medidas son recomendaciones generales.
El personal médico y de enfermería las adaptará a cada paciente concreto: Consúlte y siga sus consejos.
BIBLIOGRAFÍA
. Gravas S, et al. EAU guidelines on management of non-neurogenic male lower urinary tract symptoms (LUTS), incl. Benign prostatic obstruction (BPO). EAU 2022
. Dougherty JM, et al. Male and female urinary retention. StatPearls. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing, 2019.
https://www.sergas.es/cas/documentaciontecnica/docs/consejossalud/sonda.htm
Dr. Jesús Maqueda Arellano
Médico adjunto del Servicio de Urología
Unidad HPB-Andrología
Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz
Siempre y cuando sea posible, es altamente recomendable poder recoger un cálculo (o litiasis), o al menos alguno de los fragmentos, ya sea después de una expulsión espontánea o tras un procedimiento terapéutico. El análisis de la composición de los cálculos es fundamental, para conocer la causa de su formación, así como para guiar el tratamiento, el seguimiento del paciente afecto de litiasis y en la prevención de otras posibles formaciones.
Entre los métodos de estudio del cálculo renal la microscopía óptica está siendo hoy en día sustituida por métodos de análisis más completos, como es la microscopía estereoscópica, espectroscopía de infrarrojos y microscopía electrónica de barrido con microanálisis por energía dispersiva de rayos X.
Clasificación y frecuencia
La composición de las litiasis varía en función de la distribución geográfica. Y si bien esto es cierto, es importante conocer a la vez, que no siempre es o ha sido igual para personas afectas que viven en mismo lugar. Se han experimentados cambios en el tiempo, en relación con cambios dietéticos, socioeconómicos y cuidados de la salud.
Se estima que los cálculos de calcio suponen entre el 70-85% del total de las litiasis, que el 10% son litiasis úricas, que entre el 2 y el 15% son litiasis infectivas (fosfato amónico magnésico y otros) y que un 1-2% son cálculos de cistina. Con cierta frecuencia encontramos litiasis mixtas, que presentan más de una composición.
En cuanto a la prevalencia, las litiasis de calcio y de ácido úrico han experimentado en las últimas décadas, un aumento en detrimento de las litiasis infectivas, que han disminuido. Éstas eran mucho más frecuentes en mujeres.
Para ampliar el estudio en el paciente litiásico es importante la realización de estudios de orina y sangre que, junto al estudio del cálculo expulsado u obtenido después de una acción terapéutica, pueden identificar ciertos desordenes metabólicos que predispongan a la formación de litiasis, si bien es cierto que, presentar un estudio metabólico normal, no excluye definitivamente dichas alteraciones, puesto que pueden ser intermitentes en el tiempo o difícilmente detectables.
Origen
Las litiasis y su composición pueden ser clasificadas según su causa:
- Litiasis no infecciosas o metabólicas: Oxalato cálcico, fosfato cálcico y ácido úrico.
- Litiasis infectivas: fosfato amónico magnésico, apatita y urato amónico.
- Litiasis secundarias a enfermedades genéticas: cistina, xantina, 2,8 dihidroxiadenina.
- Litiasis secundarias a la toma de determinados fármacos.
Recurrencia
Una vez sepamos la composición de la una litiasis, es posible clasificar a algunos pacientes, como alto riesgo de formación de litiasis, por ejemplo, aquellos cuyas litiasis sean de brushita, ácido úrico, litiasis infectivas, cistina, xantina, o 2,8 dihidroxiadenina.
Radiopacidad y seguimiento
Los cálculos pueden ser clasificados según su apariencia en la radiografía simple de aparato urinario (abdomen) es decir según permitan ser visibles a la acción de los rayos X, lo cual va a condicionar elegir un método de diagnóstico por la imagen u otro para su estudio y seguimiento, además de tener implicaciones a la hora de elegir el tratamiento más adecuado.
Se consideran cálculos radiopacos, es decir, fácilmente visibles en rayos X, aquellos compuestos por oxalato cálcico y fosfato cálcico.
Sin embargo, las litiasis úricas, las de xantina, las de 2,8 dihidroxiadenina y las litiasis farmacológicas, son radiolúcidas, por lo tanto, no visibles en la radiografía simple de abdomen.
Otras litiasis, como las de fosfato amónico magnésico, las de apatita y las de cistina, son poco radiopacas, es decir, sí son visibles con rayos X, aunque con muy poca nitidez.
Dureza y tratamiento
Ciertos tipos de cálculos se pueden disolver con tratamiento farmacológico. Es el caso de las litiasis úricas, que se benefician de la alcalinización para su tratamiento. De este modo, aumentando el pH urinario, en torno a 6,5-7,2, se logra su disolución.
Los cálculos de cistina son muy duros a la fragmentación, es decir oponen mucha resistencia a ser fragmentados, característica que habrá que tener en consideración a la hora del tratamiento, puesto que son litiasis que difícilmente se van a resolver con litotricia extracorpórea con ondas de choque (LEOC), y nos debería hacer inclinarnos por la cirugía como primera opción de tratamiento.
Recomendaciones alimentarias
Deberá seguir las recomendaciones dietéticas que le proponga su urólogo.
Hay que recordar que la litiasis renal es una enfermedad multifactorial. Que la alimentación es importante para reducir la recurrencia de las litiasis pero que a pesar de esa masiva creencia popular no es el único factor relacionado con su formación, por lo que, a pesar de que usted siga estrictamente las recomendaciones dietéticas, no se puede asegurar que sus litiasis no vuelvan a aparecer, dado que intervienen otros muchos factores.
La ingesta hídrica escasa, de menos de 1,5 litros de agua al día se cree que es el factor común de todos aquellos pacientes que forman cálculos. Será preciso estudiar con detalle las características anatómicas y morfológicas del aparato urinario que puede ocasionar trastornos funcionales urodinámicos, lo que conllevaría a la formación de cálculos.
En ocasiones, será necesario que usted sea valorado por el Servicio de Endocrinología y Nutrición. Se investigará sobre hábitos dietéticos no adecuados, alteraciones metabólicas por ejemplo de la obesidad, enfermedades de mala absorción intestinal, y otras enfermedades médicas asociadas a la formación de litiasis. De estas valoraciones deben de surgir indicaciones concretas sobre su alimentación, hábitos dietéticos y estilos de vida
De manera global, y para todo paciente litiásico, más allá de las especificaciones concretas de cada caso, se recomienda:
1.- Abundante ingesta de líquidos, en torno a 2-2,5 litros de agua al día. Y debe de ser agua. Otras bebidas ayudarán, pero es el agua el elemento líquido necesario y principal que evitar concentraciones altas de solutos en la orina, responsables de la precipitación de cristales que luego originaran un cálculo.
2.- Restricción de la ingesta de sal y alimentos salados (máximo 2-3gr de sal al día): Dietas pobres en sal
3.- Reducir el consumo de proteínas, siendo lo recomendado 0,8gr/kg de peso del paciente al día. Evitar sobre todo la proteína de la carne y de la carne roja. Preferible tomar la proteína del pescado, de la legumbre y de las verduras. Si hay que comer carne que no sea roja y si se come carne roja que sea con poca frecuencia.
4.- Se recomienda una dieta normocalcémica, consumiendo 2-3 raciones de lácteos al día (una ración de lácteo consiste en un vaso de 250 ml de leche o 2 yogures o 40-50 gramos de queso). Es decir, no hay que evitar la toma de elementos ricos en calcio, pero no se debe abusar de ellos.
5.- Evitar la obesidad y realizar ejercicio físico, evitando el sedentarismo.
Pueden ampliar información en los siguientes enlaces:
Recomendaciones alimentarias para litiasis úricas: reducir el consumo de purinas: https://aeuexp.aeu.es/recomendaciones-dieteticas-para-pacientes-con-litiasis-uricas/
Recomendaciones alimentarias para litiasis de calcio: reducir el consumo de oxalato: https://aeuexp.aeu.es/recomendaciones-dieteticas-para-pacientes-con-litiasis-calcicas/
Dra. María Alcoba García
Uróloga. Unidad de Litiasis, Litotricia y Endourología. Servicio de Urología
Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz
Dras. María Pilar Barrio Dorado y Jersy Jair Cárdenas Salas
Médicos Adjuntos. Servicio de Endocrinología y Nutrición.
Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz
Marta Crespo Yanguas
Nutricionista. Servicio de Endocrinología y Nutrición.
Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz
BIBLIOGRAFIA:
EAU Guidelines on Urolithiasis 2023.
https://uroweb.org/guidelines/urolithiasis
Grases Félix, Costa-Bauza Antonia. Diagnóstico de la litiasis renal a través del cálculo. Estudio morfocomposicional. Archivos Españoles de Urología. 2021, 74(1): 35-48
Morales-Martínez Ana, Melgarejo-Segura Mª Teresa, Arrabal-Polo y Miguel A. Epidemiología de la litiasis urinaria en el mundo y en España. Archivos Españoles de Urología. 2021, 74 (1) : 4-14
Como vejiga hiperactiva (VH) se define un conjunto de síntomas caracterizado por urgencia miccional (una fuerte necesidad de tener que orinar, difícil de controlar o un deseo imperioso de tener que orinar), frecuencia urinaria aumentada (elevado número de veces al día con necesidad de realizar una micción), con o sin incontinencia urinaria (perdida involuntaria de orina debido a esta necesidad urgente de orinar), en ausencia de infección del tracto urinario y/o otras enfermedades(1). En un complejo sintomático que, si bien afecta a la calidad de vida de las personas, no afecta a la supervivencia de quien lo sufre.
Si bien es un término relativamente conocido entre la población en general, existe cierta falta de comprensión sobre la naturaleza exacta del trastorno y sus opciones de tratamiento. Por no conocerse la naturaleza exacta del mismo se cataloga como idiopática.
La urgencia miccional es la queja más molesta, ese repentino deseo de ganas de orinar, esas "prisas" que son difíciles de diferir que, de producirse de manera muy frecuente, interrumpen y alteran el bienestar diario. Se puede cuantificar puntuando en una escala la intensidad de cuando ocurre.
La frecuencia urinaria se puede medir, junto con otros datos de la micción, con un diario miccional. El diario miccional más conocido es el de tres días. Consiste en registrar de manera esquemática, en una tabla de recogida de datos, aspectos interesantes relacionados con la micción. Durante tres días, a poder ser diferentes, y no necesariamente consecutivos, se indica recoger datos de la urgencia, de la frecuencia y de la perdida de orina (incontinencia urinaria), si la hubiese, así como de la ingesta de líquidos. Se anotan las horas en las que se realiza la micción, el volumen miccionado, la urgencia y su intensidad. En cuanto a la perdida de orina, se debe de reflejar si moja la ropa interior, o los absorbentes necesarios que se consumen en 24h.
Pero, ¿cuántas micciones al día se considera como hábito miccional de normalidad para poder determinar si la frecuencia miccional esta elevada? Se considera normal hasta siete micciones diurnas, siendo este número muy variable al depender de múltiples factores como son las horas de sueño, la ingesta de líquidos, la toma de ciertos fármacos, diferentes enfermedades, alteraciones propias del sueño, y otros muchos factores.
Tener la necesidad de orinar por la noche se denomina nocturia,y es también unsíntoma muy molesto, sobre todo si sucede muchas veces durante la noche, ya que el sueño se interrumpe.
¿Es una patología común? Por estudios poblacionales, hoy se conoce que el síndrome de VH es una patología muy frecuente que puede afectar a hombres y mujeres, y a personas de todas las edades, si bien es más común en mujeres y en personas mayores(2)(3). Estudios epidemiológicos sugieren que en torno al 16% de las mujeres y el 11% de los hombres de todo el mundo experimentan o experimentarán síntomas de VH en algún momento de su vida.
¿Como se diagnostica un síndrome de vejiga hiperactiva?
El diagnóstico se realiza mediante una detallada historia clínica que incluye todos los aspectos de la micción señalados, y que definen el cuadro de VH, así como otros datos interesantes de la vida de las personas que lo sufren. Estos otros aspectos pueden ayudar en la investigación de las causas o motivos para que el cuadro se desarrolle. Se deben conocer otras enfermedades y otros trastornos de salud, toma de ciertos medicamentos, la ingesta de líquidos, el estilo de vida, hábitos higiénico-dietéticos, relaciones íntimas, aspectos de la personalidad, problemas personales, estado de ansiedad/estrés, ocupación laboral, etc.
La exploración física es básica y fundamental para descartar otros procesos génito-vesico-uretrales que podrían estar ocasionando síntomas similares.
Determinados análisis de orina ayudarán a descartar también otros procesos como la infección urinaria (con un cultivo de orina), u otras enfermedades de la vejiga (con una citología de orina). En ocasiones es necesario ampliar el momento de actuaciones diagnósticas con la realización de una flujometría (evaluar el flujo urinario durante la micción), la medición del residuo post-miccional (RPM: medir el volumen que queda en la vejiga después de orinar) o el diario miccional ya mencionado. Esta herramienta es clave y debe hacerse siempre que sea posible. En la mayoría de los casos el mismo paciente reconoce circunstancia de la micción y de la ingesta que, posiblemente, no hubiese reconocido o percibido de no haber hecho este ejercicio y que, en consecuencia, va a poder corregir o mejorar.
¿Se puede curar la vejiga hiperactiva ¿Qué tratamientos existen?
Por supuesto que se puede curar y tratar la vejiga hiperactiva, aunque en muchas ocasiones la curación tarda en llegar, teniendo que pasar por etapas de mejoría.
Es un trastorno tratable con carácter sintomático. ¿Qué quiere decir esto? Que, como en la mayoría de las ocasiones desconocemos la causa (idiopática), no podemos abordarla desde su raíz, sino que debemos de centrarnos en los síntomas que manifiesta.
Existen diferentes opciones de tratamiento que hay que dar a conocer a los pacientes para adecuarlas a cada circunstancia concreta de cada uno de ellos; es decir, hay que orientar la terapéutica a las necesidades individuales de cada paciente, debiendo ponderar la eficacia, los beneficios y los efectos adversos de cada opción. En cuanto a los efectos adversos posibles, hay que conocer la severidad y la reversibilidad de los mismos(4).
En otras palabras, es necesario trabajar las expectativas del paciente junto a los resultados de cada actuación terapéutica ya que no todas son adecuadas para todos los pacientes y no todas alcanzan las mismas tasas de éxito. El fracaso del tratamiento, que puede ocurrir, se produce cuando el paciente no obtiene los cambios deseados y/o no tolera el tratamiento a causa de posibles efectos adversos.
Ordenadas de mayor a menor potencial beneficio clínico, con la menor invasividad, duración y severidad de los efectos adversos y la reversibilidad de los mismos, existen cuatro líneas diferentes de tratamiento(5). Se incluyen:
Primera línea: Terapia conductuales o terapia del comportamiento. Son las primeras técnicas a abordar, fundamentales para controlar las pérdidas y disminuir la urgencia. Se determinan dos actuaciones de entrenamiento vesical:
Es importante la pérdida de peso, ya que hay estudios que afirman que una reducción de peso del 8% en mujeres obesas reduce los episodios de incontinencia urinaria en un 42%.
Segunda línea: Tratamiento farmacológico con medicamentos específicos para tal fin. Son los denominados anticolinérgicos y los agonistas β-3. Ayudan a relajar la vejiga, disminuir la hiperactividad del músculo detrusor y reducir así la urgencia.
La falta de eficacia o la aparición de efectos adversos al menos con dos medicaciones diferentes nos hará pasar a la tercera línea, que se indicará para casos severos que no responder a otras opciones de tratamiento.
Tercera línea: Incluye la:
Cuarta línea: Tratamiento quirúrgico sobre la vejiga. En muy raros casos se puede realizar una cirugía de ampliación de la vejiga, la denominada enterocistoplastia o una derivación urinaria permanente (salida de la orina a través de la piel habiendo realizado un conducto de salida de la orina). Son tratamientos ya invasivos que se establecerán en última instancia.
BIBLIOGRAFÍA
1. Haylen BT, de Ridder D, Freeman RM, Swift SE, Berghmans B, Lee J, et al. An International Urogynecological Association (IUGA)/International Continence Society (ICS) joint report on the terminology for female pelvic floor dysfunction. Neurourol Urodyn. 2010; 29(1):4-20.
2. Coyne KS, Sexton CC, Vats V, Thompson C, Kopp ZS, Milsom I. National community prevalence of overactive bladder in the United States stratified by sex and age. Urology. Mayo 2011;77(5):1081-7.
3. Irwin DE, Milsom I, Hunskaar S, Reilly K, Kopp Z, Herschorn S, et al. Population-based survey of urinary incontinence, overactive bladder, and other lower urinary tract symptoms in five countries: results of the EPIC study. Eur Urol. Diciembre de 2006;50(6): 1306-14; Discussion 1314-1315.
4. Lightner DJ, Gomelsky A, Souter L, Vasavada SP. Diagnosis and Treatment of Overactive Bladder (Non-Neurogenic) in Adults: AUA/SUFU Guideline Amendment 2019. J Urol. Septiembre de 2019;202(3):558-63.
5. Gormley EA, Lightner DJ, Burgio KL, Chai TC, Clemens JQ, Culkin DJ, et al. Diagnosis and treatment of overactive bladder (non-neurogenic) in adults: AUA/SUFU guideline. J Urol. Diciembre de 2012;188(6 Suppl): 2455-63.
Unidad de Urología Funcional, Femenina, Urodinámica
Dr. H. Garde García
Dr. LM. Quintana Franco
Dra. R. González López
En el post anterior seguíamos diciendo que teníamos muchas más cosas que contar, sobre los misterios que guarda la orina por su composición, como los identificamos y que es lo que expresan. Hablaremos en este post de un estudio muy especial que se realiza en una gran muestra de orina, es decir sobre el total de orina que produce el riñón en 24 horas.
Se denomina estudio metabólico. Para la patología urológica va dirigido específicamente a la enfermedad litiásica, aquella que promueve piedras en el riñón.
¿Qué es un estudio metabólico?
Se trata de un estudio analítico que diferentes especialidades médicas precisan. Es decir, además de la Urología otras especialidades pueden necesitar realizar estudios metabólicos, para que así, al conocer mejor la composición de la orina se puedan estudiar aspectos que se etiquetarán como factores de riesgo para determinadas patologías.
En la especialidad de Urología, se denomina estudio metabólico-mineral para estudio litiásico. Se utiliza fundamentalmente para el estudio del paciente con cálculos urinarios (litiasis o piedras en el riñón).
¿En qué consiste el estudio metabólico?
Se trata de recoger todo lo que uno orina durante 24 horas, toda la orina que los riñones producen en 24 horas.
Se indica que la recogida de orina comience evitando la primera micción que todos realizamos al levantarnos. Comenzará el estudio por tanto recogiendo la segunda orina del día, y después de ésta se recogerá todo lo orinado en el día hasta la primera orina del día siguiente (incluida). En el momento de la entrega de la orina en el laboratorio, se realiza un análisis de sangre. Con toda la orina y la muestra de sangre realizada a la entrega de la orina se realiza un estudio de diferentes sustancias/elementos correlacionando diferentes valores existentes en sangre y lo eliminado en orina de 24h.
En ocasiones, en el momento de la entrega, también se pide que haya una recogida adicional de una muestra de orina (bote pequeño) realizada en ese preciso momento. Se trata de un estudio de sedimento de orina.
La recogida de la orina debe hacerse en un bote especial. Este recipiente suele ser facilitado por el laboratorio del hospital, del centro de extracción, o se puede adquirir personalmente en cualquier farmacia. La capacidad habitual del bote es de 2-3 litros, siendo suficiente para albergar la totalidad del volumen orinado. Pero si creemos que se va a llenar entero se deberán de comprar dos. Es muy importante recoger todo lo que uno orina en 24 horas, sin despreciar ningún volumen. Durante la recogida deberemos mantener el bote en un lugar fresco (incluso la nevera) para evitar el crecimiento de bacterias.
El protocolo de recogida varía en cada centro. De manera que en algunos centros le pueden pedir la entrega de dos días consecutivos, en otros de días separados y en otros solo lo de un día.
¿A quién se le solicita un estudio metabólico-mineral para litiasis?
A aquellos pacientes que en su historia litiásica reúnen datos de sospecha etiopatogénica marcada, es decir que se sospecha la recurrencia, la recidiva o el crecimiento de cálculos ya existentes. No es necesario por tanto realizar este estudio a todos los pacientes que presentan alguna litiasis, pero sí en aquellos en los que el urólogo considera que la información aportada puede modificar la actitud diagnóstica o terapéutica a tomar.
Es habitual solicitarlo ante un paciente que tienen su primer episodio litiásico siendo muy joven, en paciente con episodios litiásicos repetidos, muy próximos en el tiempo, o en aquellos pacientes que producen cálculos de composición química variable.
¿Qué se estudia en este análisis metabólico-mineral para litiasis?
En este estudio se miran aquellos valores que se relacionan con alteraciones que aumentan el riesgo de enfermedad litiásica de cualquier tipo.
En sangre medimos algunas sustancias como la Vitamina D, la hormona paratiroidea, el calcio, el fosforo, … que se pueden relacionar, por ejemplo, con el hiperparatiroidismo. También se mide el ácido úrico o algunos iones como el sodio o el potasio.
En orina, además del volumen total orinado, factor fundamental en la formación de litiasis, se miden algunos valores como la excreción de sodio, relacionada con el consumo excesivo de sal, el calcio relacionado con diferentes tipos de hipercalciurias, el ácido úrico o el ácido oxálico, relacionados con otras patologías como las hiperoxalurias o algunos trastornos digestivos. También interesa conocer la presencia y niveles de algunos inhibidores de la formación de litiasis como el magnesio o el citrato.
¿El estudio metabólico me va a decir porque formo piedras?
Desgraciadamente en gran cantidad de pacientes no se encuentran alteraciones metabólicas que ayuden a prevenir la formación de otros/más cálculos (piedras). En otros sí que se identifican hallazgos anómalos metabólicos que van a permitir orientar la enfermedad de base, la que ayuda a crearse los cálculos.
Es buena noticia no obstante que, en casos menos favorables, estos hallazgos sí que pueden reducir la frecuencia con la que dichos pacientes puedan llegar forman un cálculo, sabiendo que el origen de los mismos no es exclusivo de factores metabólicos, sino que otras circunstancias pueden estar formando parte como causas favorecedoras.
De éstas y de otros asuntos litiásicos que tanto importan a las personas que generan cálculos hablaremos en alguna otra ocasión y por lo tanto en futuros post.
Dr. G. Bueno Serrano
Dra. M. Alcoba García
Dr. J. Tabares Jiménez
Unidad de Litiasis, LEOC y Endourología
Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz
En el post anterior seguíamos diciendo que teníamos muchas más cosas que contar, sobre los misterios que guarda la orina por su composición, como los identificamos y que es lo que expresan. Hablaremos ahora y en los siguientes posts de estudios especiales en la orina.
En éste nos dedicaremos a explicar que es y de que nos informa una citología de orina. Antes de nada, aclarar que cada vez que en la consulta se habla de citología de orina al paciente, sobre todo si esta es mujer, enseguida piensa que le vamos a recoger una muestra vaginal del cuello uterino por su analogía a esta exploración ginecológica. No tiene nada que ver. Esta exploración, es en la orina y por tanto se realiza en hombres como en mujeres.
La citología de orina es un estudio diagnóstico que se realiza sobre las células que sobrenadan en la orina de manera habitual y que son producto de la descamación del urotelio. El urotelio es una capa celular que tapiza el interior del aparato urinario por su zona interna, la que está en contacto con la orina.
El urotelio se extiende desde los calices renales hasta el meato uretral, luego es una gran extensión anatómica la que puede descamar células uroteliales, siendo cualquier punto de esta extensión potencialmente responsable de un hallazgo patológico.
En definitiva, el estudio citología de orina busca detectar que células de las que descama el urotelio son anormales. Es una prueba que lo realiza el laboratorio de Anatomía Patológica y un médico experto en citopatología. Precisa de un microscopio para analizar las características de las células que contiene la orina.
Constituye una herramienta fundamental para el diagnóstico de tumores de la vejiga, de la uretra o de la vía urinaria alta (calices, pelvis renal y uréter).
Cuando este resultado es positivo, positivo para malignidad, esta expresando la presencia de tumores de características agresivas ya que, en general, los tumores de baja agresividad no suelen tener citología positiva para malignidad. O, dicho de otra manera, una citología de orina negativa puede descartar la existencia de un tumor agresivo, pero no otros de baja agresividad.
Es una herramienta muy importante en el seguimiento de los pacientes con tumores de la vía urinaria para detectar recurrencia o la recidiva en el seguimiento de la enfermedad una vez tratada.
¿Como se obtiene la muestra de orina?
La recogida de orina se hace en el mismo laboratorio, es decir no hay que traerla de casa, ya que debe ser procesada para su análisis de manera inmediata, lo que denominamos una orina recién emitida
A diferencia de otro análisis estándar de orina, de los que hemos mencionado en los posts anteriores, es muy importante señalar que para la citología de orina no sirve la orina de la primera micción de la mañana ya que las células del urotelio descamadas al haber estado muchas horas en contacto con la orina resultan alteradas y muy difíciles de interpretar por el citopatólogo.
En algunas ocasiones el urólogo puede obtener esta muestra de orina directamente de la vejiga o de cualquier otra zona del aparato urinario, del uréter por ejemplo durante una cistoscopia.
¿Cómo se procesa esta orina?
Una vez se obtiene la muestra se recoge por el laboratorio de Anatomía Patológica donde es centrifugada para separar las células que se quieren analizar del resto de los elementos de la orina.
El citopatólogo pone las células en un cristal especial donde las analiza con el microscopio.
¿Qué tipo de resultados puede arrojar esta prueba?
Del estudio se pueden obtener básicamente cinco resultados:
1.- Insuficiente: muestra con células insuficientes para realizar un diagnóstico
2.- Negativo: ausencia de células sospechosas de cáncer
3.- Sospechoso: presencia de células muy sugestivas de ser tumorales
4.- Positivo: presencia de células claramente tumorales
5.- Atipia de significado incierto: presencia de células que son muy difíciles de diferenciar entre cambios inflamatorios o tumorales.
En ocasiones la presencia de inflamación en la vía urinaria puede ocasionar mucha dificultad para realizar un diagnóstico adecuado y obliga a repetir el estudio o realizar otro tipo de exámenes para despejar la duda diagnóstica.
¿Cómo de preciso es el estudio de la citología de orina?
Es un test muy importante sobre todo para detectar tumores de urotelio de alto riesgo, pudiendo detectar hasta el 84% de estos tumores. Cuando el resultado es positivo, tiene una precisión del 95%. En este contexto obliga al urólogo a investigar por completo toda la vía urinaria hasta detectar el origen anatómico tumoral de estas células.
A la vez, tiene muy baja capacidad de detectar tumores de bajo grado ya que solo detecta el 16%.
Y seguimos.
Seguimos teniendo muchas más cosas que contar y dar a conocer sobre los misterios que guarda la orina por su composición, como los identificamos y que es lo que expresan.
No se lo pierdan. Seguiremos contando estudios específicos en los próximos posts.
Unidad de Patología urotelial Oncológica.
Servicio de Urología.
Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz
Elena Buendía González
Leslie Cuello Sanchez
Juan Ignacio Monzó Gardiner
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