Parálisis cerebral
¿Cuáles son los tipos de parálisis cerebral? Información sobre sus causas, sus síntomas y los tratamientos más utilizados para tratarla.
Síntomas y causas
La parálisis cerebral engloba una variedad de trastornos que se producen en el cerebro durante el desarrollo fetal o pocos meses después de nacer y que afectan a las funciones del sistema nervioso. Como consecuencia, se presentan dificultades auditivas, visuales, motoras o de aprendizaje.
Esta condición puede dañar diferentes áreas del cerebro, dependiendo de la zona afectada y sus consecuencias, se habla de varios tipos de enfermedad:
- Parálisis cerebral espástica: es la más común. Se altera el control del movimiento voluntario y los músculos se vuelven rígidos (espasticidad).
- Hemiplejía: solamente afecta a un lado del cuerpo, sobre todo al brazo y la mano. Normalmente, se mantiene la capacidad cognitiva.
- Diplejía: daña los músculos de las piernas, mientras que las extremidades superiores, el tronco y la cara se mantienen sanos. La capacidad intelectual no se suele ver afectada.
- Cuadriplejía: es la más grave. Presenta rigidez en la musculatura de los brazos y las piernas, mientras que la del cuello se vuelve más blanda. Provoca dificultad para hablar, impide caminar y, en la mayoría de los casos, conlleva una discapacidad intelectual y del desarrollo.
- Parálisis cerebral discinética: produce movimientos bruscos incontrolables en los brazos, las manos, las piernas y los pies. A veces, también en la cara y la lengua. No afecta a la capacidad intelectual.
- Parálisis cerebral atáxica: afecta al equilibrio, por lo que la marcha es inestable. Además, dificulta los movimientos precisos o rápidos.
- Parálisis cerebral mixta: conjuga características de varios de los tipos anteriores.
La detección precoz, antes de los dos años, y los tratamientos adecuados permiten a los pacientes con parálisis cerebral vivir con una mejor calidad de vida. Dependiendo de la gravedad, la esperanza de vida puede ser la misma que la de las personas sanas.
Síntomas
A pesar de que varían de unos pacientes a otros, los síntomas más habituales de la parálisis cerebral son:
- Tensión y rigidez muscular.
- Dificultad para caminar, hablar o comer.
- Movimientos espasmódicos.
- Falta de equilibrio.
- Alteración de la motricidad fina.
- Problemas de visión o de audición.
- Trastornos gastrointestinales.
- Retraso en el crecimiento, el aprendizaje y el desarrollo.
- Déficit intelectual.
- Dolor.
Causas
Las causas de la parálisis cerebral son diversas, entre las más habituales se encuentran:
- Cambios genéticos que afectan a la formación del cerebro.
- Infecciones maternas que afectan al feto.
- Exposición a las drogas durante la gestación.
- Alteraciones en la placenta.
- Prematuridad.
- Sangrado cerebral o falta de oxígeno durante el parto.
- Infecciones que producen inflamación en el cerebro.
- Traumatismos en la cabeza.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo de la parálisis cerebral se dividen en tres grandes grupos:
- Salud de la madre: consumo de sustancias tóxicas y enfermedades como la rubeola, la toxoplasmosis, el herpes, la sífilis o las infecciones uterinas.
- Alteraciones durante la gestación y el parto: gestación múltiple, prematuridad, bajo peso al nacer o hiperbilirrubinemia.
- Enfermedades infantiles: meningitis bacteriana, hemorragia cerebral, ictericia, encefalitis, parada cardiorrespiratoria o traumatismos en la cabeza.
Complicaciones
La dificultad para moverse con normalidad puede provocar malnutrición, especialmente en los bebés, enfermedades pulmonares o cardiacas y trastornos en la salud mental.
Prevención
A pesar de que la parálisis cerebral no se puede prevenir en la mayoría de los casos, en ocasiones se reducen las posibilidades si se siguen las recomendaciones médicas durante el embarazo y se evitan las sustancias tóxicas (alcohol, tabaco y drogas) durante la gestación.
¿Qué médico trata la parálisis cerebral?
En el diagnóstico y tratamiento de la parálisis cerebral intervienen la Neurología,Traumatología y Cirugía Ortopédica, normalmente especializados en la infancia, Pediatría y sus Áreas Específicas, Logopedia y Medicina Física y Rehabilitación.
Diagnóstico
Cuando se detectan indicios de parálisis cerebral, el especialista médico estudia los antecedentes médicos del paciente y observa los síntomas. Además, lleva a cabo pruebas complementarias como:
- Análisis de sangre y orina: evidencian alteraciones genéticas y metabólicas.
- Examen neurológico: consta de preguntas y pruebas visuales para comprobar el estado del sistema nervioso.
- Evaluación de la función cognitiva: se trata de un test para verificar el estado de la memoria y el pensamiento.
- Tomografía computarizada o resonancia magnética: ofrecen imágenes detalladas del cerebro y detectan posibles anomalías.
- Electroencefalograma: registra la actividad cerebral.
Tratamiento
El tratamiento de la parálisis cerebral incluye distintas disciplinas y debe ser personalizado para cada paciente. Para conseguir los resultados esperados y mejorar la calidad de vida durante muchos años, se debe seguir ininterrumpidamente. Es habitual que las terapias se ajusten a las necesidades de cada momento con el paso del tiempo. Los abordajes más eficaces son:
- Fisioterapia: ejercicios para fortalecer y aumentar la flexibilidad de los músculos. Se entrena la respuesta a los movimientos involuntarios y se ofrecen recursos para facilitar la deglución.
- Terapia ocupacional: acompaña en la adaptación a la vida diaria.
- Terapia del lenguaje: mejora la capacidad lingüística.
- Órtesis: uso de elementos externos para mejorar la capacidad funcional del sistema locomotor.
- Medicación: la toxina botulínica y los relajantes ayudan a reducir la tensión de los músculos y controlar el dolor.
- Cirugía: las intervenciones quirúrgicas pueden ser necesarias para alargar los músculos o colocar los tendones en la posición adecuada. Entre las más utilizadas, destaca la rizotomía dorsal selectiva, que secciona las fibras nerviosas más afectadas para reducir la espasticidad.