Amniocentesis
La amniocentesis es una prueba diagnóstica que se realiza durante el embarazo para examinar el estado de salud del feto. Consiste en extraer y analizar una muestra del líquido amniótico que rodea al feto mediante una punción abdominal.

Descripción General
La amniocentesis, o punción amniótica, es una prueba prenatal que consiste en extraer una muestra del líquido amniótico para su posterior análisis. El líquido amniótico es un fluido que, además de rodear y proteger al feto durante el embarazo, contiene células fetales y sustancias químicas producidas por el feto, por lo que es una fuente de información muy valiosa sobre la salud del bebé.
¿Cuándo está indicada?
La amniocentesis se realiza entre la semana 15 y la semana 20 de embarazo. Generalmente, se solicita una amniocentesis a todas las mujeres embarazadas mayores de 35 años, ya que a partir de esa edad aumentan los riesgos de que el feto presente anomalías. Asimismo, se indica cuando existen antecedentes de abortos espontáneos o antecedentes familiares de trastornos genéticos y cuando se han obtenido resultados positivos en un examen prenatal previo o se han detectado anomalías en una ecografía.
Una amniocentesis puede detectar diversas alteraciones fetales, principalmente:
- Alteraciones cromosómicas, como el síndrome de Down, el síndrome de Turner o el síndrome de Patau.
- Alteraciones genéticas, como la fibrosis quística o la anemia falciforme.
- Malformaciones fetales, como la espina bífida, la anencefalia y otros defectos congénitos del tubo neural.
- Infecciones fetales.
Además, la amniocentesis se realiza para lo siguiente:
- Comprobar el estado de maduración de los pulmones, cuando existe riesgo de parto prematuro. En este caso, la amniocentesis se practica entre las semanas 32 y 36 de gestación.
- Drenar un exceso de líquido amniótico.
¿Cómo se realiza?
En una amniocentesis, se utiliza una aguja fina y hueca para realizar una punción a través del abdomen hasta el interior del útero. Con la jeringa que incorpora la aguja, se recogen entre 20 y 25 mililitros de líquido amniótico. Antes de realizar la punción, se realiza una ecografía para localizar la posición del útero y la placenta y seleccionar el lugar del que tomar la muestra de líquido amniótico. La punción es guiada mediante ecografía.
Riesgos
La amniocentesis es una prueba invasiva y, como tal, puede implicar algunos riesgos, aunque ocurran de forma muy poco frecuente:
- Aborto espontáneo: el riesgo es inferior al 1 %, aunque aumenta si la amniocentesis se realiza antes de la semana 15 de gestación.
- Pérdida de líquido amniótico.
- Sangrado placentario.
- Punción accidental al feto o al cordón umbilical.
- Infección uterina.
- Transmisión de una infección materna al feto.
- Sensibilización al factor Rh: la prueba puede provocar que las células sanguíneas del feto se traspasen al torrente sanguíneo materno. Si eso ocurre y el Rh de ambos es incompatible (Rh materno negativo y Rh fetal positivo), los anticuerpos anti-Rh maternos pueden llegar a destruir los glóbulos rojos del feto, causándole una condición grave denominada enfermedad hemolítica perinatal.
Qué esperar de una amniocentesis
La paciente se coloca boca arriba sobre la mesa de exploraciones, con el abdomen descubierto. Para hacer la ecografía, el especialista aplica un gel sobre el abdomen de la paciente y desplaza el dispositivo ecográfico (transductor) por toda la zona abdominal.
Después de limpiar el gel, y con la ecografía como guía, se inserta la aguja en el abdomen para extraer el líquido. Durante la punción y la extracción, la paciente debe mantenerse inmóvil. Aunque es normal sentir ardor o calambres durante el procedimiento, la amniocentesis no es una prueba especialmente dolorosa y no es necesario administrar anestesia. Después de retirar la aguja, se comprueba la frecuencia cardiaca del feto con la ecografía.
El procedimiento tiene una duración aproximada de 15 minutos. Es un proceso ambulatorio que no necesita periodo de recuperación, así que la paciente puede volver a su rutina habitual con normalidad, aunque es recomendable guardar reposo durante las 48 horas posteriores. Asimismo, es posible experimentar calambres o dolores leves después de la amniocentesis, así como presentar un ligero sangrado vaginal o una pequeña fuga de líquido amniótico.
En caso de que la gestante sea Rh negativo y no esté inmunizada contra el Rh positivo, dentro de las 72 horas posteriores a la prueba se le administra una inyección de inmunoglobulina Rh (la llamada vacuna Rh). En caso de que el feto haya sido testado previamente y también sea Rh negativo, no es necesario administrar la vacuna.
Especialidades en las que se solicita la amniocentesis
La amniocentesis se solicita y se practica en la consulta de ginecología y obstetricia.
Cómo prepararse
La amniocentesis no requiere una preparación específica. Es probable que, si se realiza en las primeras etapas de gestación, la paciente deba acudir con la vejiga llena, ya que así el útero se desplaza a una posición más adecuada para la prueba. En etapas posteriores la vejiga debe estar vacía. Además, la paciente debe firmar un formulario de consentimiento informado.