Colangiopancreatografía
Una colangiopancreatografía es un método diagnóstico que ofrece imágenes del sistema pancreático y hepatobiliar mediante el uso de la resonancia magnética, una técnica imagenológica que combina un campo magnético y ondas de radiofrecuencia para crear imágenes detalladas del interior del organismo.

Descripción General
La colangiopancreatografía, o colangiografía, es una prueba diagnóstica no invasiva con la que se obtienen imágenes detalladas de los sistemas hepatobiliar y pancreático (hígado, conductos biliares, vesícula biliar, páncreas y conducto pancreático).
Las imágenes se obtienen mediante resonancia magnética (RM), una técnica que emplea un campo magnético que emite ondas de radiofrecuencia y un ordenador que transforma las señales recibidas en imágenes. Por esta razón, la prueba también se denomina colangioresonancia o colangiografía por resonancia magnética.
¿Cuándo está indicada?
Una colangiopancreatografía permite examinar la función y el estado de toda la vía biliopancreática e identificar cualquier anomalía, como pueden ser:
- Dilataciones u obstrucciones de las vías biliares.
- Litiasis biliar (cálculos en la vesícula).
- Inflamación de los conductos biliares (colangitis) o de la vesícula biliar (colecistitis).
- Inflamación del páncreas (pancreatitis).
- Quistes o tumores.
- Anomalías congénitas, como páncreas divisum.
- Lesiones o roturas de las vías biliares debidas a traumatismos o intervenciones quirúrgicas previas.
¿Cómo se realiza?
El equipo de resonancia magnética está formado por un gran tubo cilíndrico rodeado por un imán circular, dentro del cual el paciente debe permanecer acostado. El campo magnético creado por el imán emite ondas de radio que realinean los protones de hidrógeno de los tejidos corporales. Cuando se dejan de emitir las ondas, los protones vuelven a su alineación original, liberando en el proceso diferentes cantidades de energía en función del tipo de tejido. Esa energía es captada por el ordenador y traducida en varias series de imágenes de alta resolución que muestran cortes transversales y desde varios ángulos de todo el sistema hepatobiliar y pancreático. En ellas, la vía biliar y el conducto pancreático se muestran muy brillantes, debido al alto contenido hídrico de sus tejidos, con lo que es posible delimitar de forma muy precisa su morfología.
En ocasiones, antes de la prueba, se administra secretina al paciente, que es una hormona que estimula la secreción pancreática. Cuando hace efecto, aumenta la cantidad de fluidos dentro de los conductos y, en consecuencia, su tamaño, por lo que se mejora la visualización.
Riesgos
La colangiopancreatografía por RM es un método muy seguro, ya que el campo magnético no presenta ningún riesgo para el paciente.
Aquellos pacientes muy nerviosos o que padecen claustrofobia pueden sufrir una crisis de ansiedad ante el hecho de tener que permanecer un tiempo dentro del cilindro.
Conviene recordar que la presencia de objetos metálicos o dispositivos electrónicos durante la exploración puede resultar peligrosa, ya que pueden ser atraídos por el campo magnético, causando quemaduras o siendo lanzados e impactando contra el paciente.
Qué esperar de una colangiopancreatografía
Antes de entrar a la sala de radiología, el paciente debe quitarse toda la ropa, colocarse la bata que se le proporciona y desprenderse de los objetos metálicos y los dispositivos electrónicos. Ya en la sala, se tumba boca arriba sobre la camilla, que se deslizará dentro del aparato de resonancia. Es posible que se utilicen correas o soportes para mantener al paciente inmóvil, ya que el movimiento interfiere en la calidad de las imágenes. El técnico especialista permanece en otra sala, pero puede hablar con el paciente mediante un intercomunicador.
Aquellos pacientes con claustrofobia o ansiedad pueden precisar la administración de un sedante.
Cuando se obtienen las secuencias de imágenes, el imán produce ruidos fuertes y repetitivos, similares a golpes, chasquidos o pitidos, que pueden resultar molestos, por lo que se proporcionan tapones o auriculares para minimizar la audición.
El procedimiento es totalmente indoloro, y tiene una duración total de entre 30 y 45 minutos. Una vez finalizado, el paciente puede reanudar sus actividades cotidianas con normalidad, sin necesidad de aplicar cuidados posteriores. Si se le ha administrado un sedante, sin embargo, es probable que necesite un breve periodo de recuperación.
Especialidades en las que se solicita la colangiopancreatografía
La colangiopancreatografía se solicita en la unidad de medicina del aparato digestivo, que incluye las especialidades de hepatología y gastroenterología.
Cómo prepararse
La colangiopancreatografía no necesita una preparación especial. Sí es necesario, sin embargo, acudir a la prueba sin objetos metálicos ni dispositivos electrónicos, como gafas, joyas, ortodoncias, prótesis dentales extraíbles o teléfonos móviles. De la misma forma, se debe informar al médico de la presencia de cuerpos extraños o implantes médicos corporales, ya que pueden ser atraídos por el imán, interferir en las imágenes o ver alterado su funcionamiento, en cuyo caso la resonancia puede estar contraindicada. Entre estos objetos se incluyen:
- Implantes cocleares.
- Bobinas o stents vasculares.
- Marcapasos o desfibriladores, especialmente si son antiguos.
- Estimuladores cerebrales.
- Bombas de insulina.
- Clips metálicos.
- Válvulas cardiacas artificiales.
- Clavos, tornillos, placas o prótesis articulares.
- Dispositivos intrauterinos (DIU).
- Balas, restos de metralla o esquirlas metálicas.
- Tatuajes con tinta a base de metales.