Gammagrafía
La gammagrafía es una prueba diagnóstica no invasiva con la que se obtienen imágenes del interior del cuerpo. En esta técnica de la medicina nuclear se utiliza una pequeña cantidad de material radiactivo para ver la estructura y el funcionamiento de los órganos.

Descripción General
La gammagrafía es una prueba no invasiva que se utiliza en medicina nuclear para conseguir imágenes de la estructura y el funcionamiento de los órganos internos del cuerpo. Para ello, se administra un fármaco (radiotrazador) con una pequeña cantidad de material radiactivo que, cuando se descompone, emite rayos gamma. Esta radiación se recoge en un dispositivo llamado gammacámara, encargado de generar las imágenes que posteriormente se procesan en un ordenador.
El radiotrazador que se utiliza en las gammagrafías está compuesto por una sustancia radiactiva unida a una molécula específica. Dependiendo del órgano que se pretenda estudiar, varían tanto esta molécula como el material radiactivo, ya que el objetivo es que la sustancia se acumule en una zona concreta para poder observarla en detalle. Por norma general, los tejidos con mayor actividad radiactiva son aquellos afectados por algún tipo de patología:
- Gammagrafía hepatoesplénica: sulfuro coloidal marcado con 99mTc.
- Gammagrafía tiroidea: pertecnetato de 99mTC o ioduro de sodio.
- Gammagrafía cerebral: albúmina sérica humana yodada, exametazima de tecnecio o bicistato de tecnecio.
- Gammagafía ósea: polifosfatos marcados con 99mTc, oxidronato de tecnecio, propanodicarboxidifosfonato de tecnecio, samario lexidronam o medronato de tecnecio.
- Gammagrafía cardiaca: albúmina humana, pirofosfatos marcados con 99mTc o cloruro de talio.
- Gammagrafía de médula ósea: coloides de albúmina con 99mTc o nanocoloides.
- Gammagrafía hepática: filato y tecnecio, sulfuro de renio coloidal o tecnecio macrocoloides.
- Gammagrafía pulmonar: macroagregados de albúmina y tecnecio o generador de kriptón.
- Gammagrafía renal: pentetato de tecnecio o iodohipurato de sodio.
- Angiogammagrafía: pirofosfato de tecnecio.
- Linfogammagrafía: sulfuro coloidal y tecnecio, sulfuro de renio coloidal, tecnecio macrocoloides o azufre coloidal nanocoloides.
Dependiendo de la forma en que se tomen las imágenes, existen dos tipos de gammagrafía:
- Gammagrafía de adquisición estática: se obtiene una sola imagen desde cada ángulo, por lo que, al juntarlas, se puede tener una visión global en tres dimensiones. Este tipo de prueba se llama SPECT-TAC.
- Gammagrafía de adquisición dinámica: las imágenes se toman desde distintos ángulos y en varios momentos, con un intervalo de tiempo establecido.
La gammagrafía se utiliza en diversas especialidades para detectar una gran variedad de enfermedades. Lo más habitual es su uso para detectar tumores cancerosos o isquemia cardiaca.
¿Cuándo está indicada?
La gammagrafía se utiliza tanto para diagnosticar alteraciones y patologías como para hacer un seguimiento de su evolución, especialmente para comprobar si el tratamiento aplicado está funcionando. Esta prueba está indicada para:
- Detectar tumores cancerosos en diversos órganos como los huesos, la tiroides, los riñones o los pulmones.
- Comprobar el funcionamiento del corazón, el comportamiento del flujo sanguíneo o valorar la fortaleza del músculo cardiaco.
- Observar la glándula tiroides y determinar si existe algún trastorno funcional o estructural.
- Valorar la función pulmonar y el estado del flujo sanguíneo en los pulmones.
- Evaluar la función renal y determinar si existen obstrucciones o infecciones.
- Monitorear el cáncer después de una cirugía o tratamientos con radio o quimioterapia.
- Comprobar el estado y el funcionamiento de los riñones trasplantados.
¿Cómo se realiza?
Antes de comenzar la prueba, se administra el radiomarcador correspondiente y, para asegurarse de que se distribuye uniformemente por el organismo, es normal tener que esperar alrededor de una hora para comenzar el procedimiento. Lo más habitual es que el fármaco se inyecte en una vena del brazo, aunque a veces es preciso administrarlo de forma oral o por aspiración.
Para hacer el estudio, el paciente debe tumbarse en una camilla vestido con una bata que se facilita en el centro médico. La zona en la que se va a realizar el estudio se coloca dentro del dispositivo, que suele tener forma circular con dos cabezales de adquisición. Algunos modelos permanecen estáticos mientras toman las imágenes y otros se mueven alrededor del paciente. Para evitar distorsiones, es preciso permanecer quieto durante el transcurso de la prueba, aunque es posible que se tenga que cambiar de posición.
Riesgos
La gammagrafía es una prueba que no supone riesgos para la salud ni produce efectos secundarios, ya que la radiación que se administra es mínima. No obstante, está contraindicada durante el embarazo y la lactancia porque esta pequeña cantidad de material radiactivo puede afectar al desarrollo del feto y de los bebés.
En raras ocasiones se muestran signos de alergia, como picor o urticaria, al radiofármaco.
Qué esperar de una gammagrafía
La gammagrafía es un estudio ambulatorio que no precisa ni hospitalización ni reposo posterior. Se recomienda acudir con ropa cómoda y sin joyas ni objetos metálicos, ya que no se puede acceder a la sala de pruebas con ellos.
Antes de proceder a la gammagrafía, es preciso firmar un consentimiento informado. Después, se administra el radiofármaco. Como suele ser en forma de inyección, se puede notar una ligera molestia y, en ocasiones, sensación de calor o frío según se absorbe el compuesto. A parte de esto, no se trata de una prueba dolorosa. Transcurrida alrededor de una hora, el paciente se tumba en una camilla y se introduce en la gammacámara, momento en el que algunas personas sienten claustrofobia. A pesar de que es necesario estar quieto durante el procedimiento, es posible que el médico solicite cambios de postura para obtener imágenes más precisas.
La duración de una gammagrafía varía entre 30 minutos y varias horas, dependiendo del órgano que se estudie. Por ejemplo, una gammagrafía de tiroides dura alrededor de una hora mientras que una prueba ósea puede llegar a durar tres horas.
Después de ver las imágenes, el especialista en medicina nuclear redacta un informe con los resultados que se explica al paciente en una consulta varios días después de la prueba.
Especialidades en las que se solicita una gammagrafía
La gammagrafía se lleva a cabo en la especialidad de medicina nuclear a petición de oncología, traumatología, nefrología, urología, aparato digestivo, neurología o endocrinología.
Cómo prepararse
Por norma general, no es necesaria una preparación previa a la gammagrafía, aunque dependiendo de la medicación que tome el paciente y de los órganos que se vayan a estudiar, el especialista proporciona las pautas específicas antes de la cita.
En algunos casos, como en las gammagrafías tiroideas o de vaciamiento gástrico, es preciso acudir en ayunas de, al menos, seis horas a la prueba.
Para facilitar la expulsión del radiofármaco, es adecuado beber abundante agua el día de la prueba. Además, se aconseja suspender la lactancia materna en las 48 horas posteriores y limitar el contacto con embarazadas y bebés.