Mamografía
Con el uso de rayos X, la mamografía consigue imágenes del estado de las mamas que se estudian posteriormente para determinar si existen anomalías de tipo canceroso. Actualmente, es un método de cribado que se utiliza entre la población sana para obtener diagnósticos tempranos.

Descripción General
La mamografía es una prueba de diagnóstico por imagen en la que se utilizan rayos X para observar el estado de las mamas. Actualmente, es un método de cribado para la detección precoz del cáncer de mamaCáncer de mamaCáncer (mamografía de detección o screening). Además del cribado, este procedimiento (mamografía de diagnóstico) permite determinar si un bulto u otra anomalía que se haya detectado es de origen canceroso, definir el estadio de un tumor maligno o comprobar su evolución después de un tratamiento.
Al tratarse de un tipo de radiografía, las imágenes que se obtienen son en escala de grises, donde los tumores se muestran como un acúmulo de color blanco. La densidad de las mamas puede dificultar el diagnóstico, ya que los tejidos fibrosos se muestran de este mismo color.
Dependiendo del tipo de tecnología, existen tres tipos diferentes de mamografías:
- Mamografía bidimensional o 2D: es la técnica tradicional que muestra imágenes planas de la mama. Al mostrar el tejido en planos superpuestos, es posible que no se vean claramente algunas anomalías o que se perciba como lesión algo que no lo es.
- Mamografía tridimensional o 3D: genera imágenes en tres dimensiones, ya que las capta desde dos ángulos, de arriba a abajo y de lado a lado. En este caso, no hay superposición de planos, por lo que se tiene una visión más cercana a la realidad que favorece la detección de lesiones que, de otro modo, podrían quedar ocultas.
- Mamografía con contraste: la técnica más reciente consiste en inyectar una sustancia, normalmente con base de yodo, que permite obtener imágenes funcionales y más detalladas de las lesiones. El resultado es similar al de una resonancia magnética, pero es un procedimiento más rápido y apto para personas con claustrofobia o prótesis metálicas. Está especialmente indicada en mujeres con las mamas muy densas.
Los hallazgos encontrados que se exponen en el informe de resultados de una mamografía se clasifican en:
- BI-RADS 0: las imágenes no son concluyentes y es preciso hacer pruebas adicionales.
- BI-RADS 1: resultado negativo. No se han encontrado masas, calcificaciones, estructuras distorsionadas ni asimetrías entre ambas mamas.
- BI-RADS 2: resultado negativo. Se han detectado hallazgos benignos, es decir, masas o lesiones no cancerosas que no son peligrosas para la salud.
- BI-RADS 3: resultado benigno que precisa seguimiento. Las probabilidades de que los quistes detectados sean cancerosos son mínimas (alrededor del 2 %), pero no se ha podido comprobar con certeza. Por lo tanto, será necesario repetir otra prueba en un plazo de entre seis meses y un año.
- BI-RADS 4: existe una sospecha fundada de que los hallazgos sean cancerosos, aunque no se ha podido demostrar con total seguridad. Es preciso hacer una biopsia para resolver la duda.
- BI-RADS 5: los indicios de cáncer son muy altos, con más de un 95 % de probabilidad. Aun así, para confirmarlo es preciso hacer una biopsia.
- BI-RADS 6: se aplica a los resultados de pruebas que se hacen para conocer la evolución de tumores que ya se han confirmado como cancerosos en una biopsia.
¿Cuándo está indicada?
Las mamografías se pueden llevar a cabo por dos motivos principalmente:
- Mamografía de detección: se hace cada dos años a mujeres sanas de entre 50 y 69 años. Según la Asociación Española contra el Cáncer, todavía no existe unanimidad sobre los beneficios de realizarla de forma rutinaria en mujeres de entre 45 y 49 años, por lo que el médico de cada paciente debe decidirlo de forma individualizada.
- Mamografía de diagnóstico: está indicada en mujeres con síntomas como bultos, dolor, secreciones anormales del pezón, engrosamiento de la piel, variaciones en la forma o cambios en el tamaño de los senos.
¿Cómo se realiza?
El procedimiento varía dependiendo de la técnica que se utilice para hacer el estudio:
- Mamografía bidimensional: la paciente permanece de pie con la mama apoyada completamente sobre una plancha de plástico. Poco a poco, la placa superior se va ajustando hasta que el seno está lo más aplanado posible. Finalmente, se emite un haz de rayos X que, tras atravesar el pecho, llega a un dispositivo que traduce la energía en imágenes.
- Mamografía tridimensional: en lugar de permanecer estático, el dispositivo se mueve alrededor de la mama para tomar imágenes por secciones y desde distintos ángulos. Posteriormente, se combinan para reproducir la estructura del pecho en tres dimensiones.
- Mamografía con contraste: el procedimiento de toma de imágenes es igual que en los casos anteriores, pero, antes de comenzar, se inyecta el contraste en una vena del brazo.
En las mamografías bilaterales, es decir, de ambas mamas, se repite el procedimiento en los dos pechos.
Riesgos
La mamografía no es completamente inocua, ya que se emiten rayos X que pueden aumentar las probabilidades de padecer cáncer. No obstante, la radiación utilizada es mínima, por lo que apenas supone riesgo para la salud. Además, los beneficios de la detección temprana de un tumor en el seno superan los posibles daños que pudieran darse.
La radiación que emite el mamógrafo puede afectar al desarrollo fetal, por lo que las mujeres embarazadas, o que puedan estarlo, deben informar al especialista para que busque una alternativa más segura.
También existe el riesgo, especialmente en las mamografías 2D, de recibir un falso negativo e, incluso, un falso positivo debido a la supervisión de las imágenes.
Qué esperar de una mamografía
La mamografía es un procedimiento ambulatorio tras el que se puede volver a la rutina inmediatamente.
El día de la prueba, se recomienda acudir con ropa cómoda que se pueda quitar fácilmente, ya que durante el procedimiento se debe vestir la bata que facilita el centro médico. Esta prenda se cierra por delante para que resulte sencillo descubrir el pecho manteniendo cierta privacidad.
Como el seno permanece entre dos placas, es normal sentir una presión en el pecho que, para algunas mujeres, es dolorosa. Conviene saber que la compresión no dura mucho tiempo, unos 30 segundos, por lo que el alivio es casi inmediato.
En los casos de las mamografías con contraste, la toma de la vía produce molestias debido al pinchazo. En ocasiones, se siente calor según el fármaco avanza por la vena.
Una vez finalizado el procedimiento, el especialista comprueba que las imágenes son nítidas antes de que la paciente abandone la sala. Los resultados estarán disponibles pasados unos días.
Especialidades en las que se solicita una mamografía
Los médicos de atención primaria, oncólogos y los ginecólogos son los especialistas que solicitan a los radiólogos la realización de una mamografía.
Cómo prepararse
Una mamografía no requiere una preparación especial, aunque cuando se hace por primera vez o en mujeres que han sentido dolor previamente, se recomienda procurar hacerla unos días después de la menstruación para evitar los días en que los senos están más sensibles.
Es aconsejable no utilizar desodorantes ni perfumes por si tienen partículas metálicas que interfieran en las imágenes.
Cuando se tienen los resultados de mamografías anteriores, conviene llevarlas para que los médicos puedan compararlas.