Dolor de garganta, amigdalitis y faringitis en los niños. ¿Conoces la diferencia?
Una misma patología, procesos independientes. La amigdalitis y la faringitis son una de las infecciones más comunes en la edad pediátrica. Para conocer más sobre este tema, hemos acudido a la Unidad de Pediatría de Quirónsalud Zaragoza donde Daniel Segura, jefe del área, nos ha explicado en qué consisten este tipo de infecciones y qué podemos hacer cuando el niño presenta determinados síntomas, en función de las causas.
Muchas personas identifican indistintamente el dolor de garganta, la amigdalitis y la faringitis, pero no es lo mismo. El dolor de garganta (odinofagia) es el síntoma, lo que nota el paciente al producirse la inflamación aguda de la faringe y/o amígdalas, mientras que una amigdalitis es la inflamación aguda de las amígdalas -primera línea de defensa del sistema inmunológico- y, por su parte, la faringitis es la inflamación de la faringe o garganta.
Entre los signos más comunes, podemos encontrar enrojecimiento, inflamación, recubrimiento blanco o amarillo de las amígdalas, úlceras o vesículas, fiebre y, en el caso de la faringitis, tos irritativa.
Causas frecuentes de la amigdalitis y faringitis en niños
En ambos casos, la causa más habitual es una infección viral, alrededor del 75% de los casos, sin embargo, también puede estar producida por bacterias.
Por su sintomatología y características clínicas puede establecerse si la causa es vírica o bacteriana. Asimismo, la edad también permite una rápida aproximación al origen de la infección, ya que, por debajo de los tres años, las bacterianas no son habituales.
¿Cómo se contagia la enfermedad y cuál es el tratamiento adecuado?
El mecanismo de transmisión es a través de las gotas de saliva que se producen al toser, estornudar o hablar. Además, su propagación se ve favorecida con el contacto cercano entre niños en espacios cerrados.
- Virus: Si además de dolor de garganta, el niño presenta síntomas catarrales, es probable que la causa sea vírica y se tratará con analgésicos o antiinflamatorios.
- Bacteria: Si por el contrario, los signos son fiebre elevada, dolor de garganta e inflamación de los ganglios linfáticos -sin otros síntomas acompañantes-, recubrimiento blanco amigdalar y el paciente es mayor de tres años, la infección puede ser provocada por una bacteria.
En esta situación, se recomienda realizar un streptotest rápido. En caso de confirmación, el tratamiento recomendado será con antibiótico como la penicilina o amoxicilina y deberá mantenerse diez días.
¿Cuándo acudir al otorrinolaringólogo?
Cuando los niños presentan episodios de repetición de amigdalitis o existe sospecha de hipertrofia amigdalar o adenoidea con repercusión clínica, son derivados al otorrinolaringólogo infantil para su valoración, seguimiento y tratamiento.
En la Unidad de Pediatría de Quirónsalud Zaragoza, un equipo multidisciplinar atiende a los niños y a sus familias, desde antes del nacimiento y hasta la adolescencia. El Dr. Alfaro, especialista en otorrinolaringología pediátrica, recomienda consultar al especialista si se producen de forma constante las infecciones de repetición, intentando que no pasen más de siete días. En este sentido, la Unidad de Pediatría de Quirónsalud es pionera en la técnica que permite reducir la amígdala con láser.
Para saber más sobre otorrinolaringología infantil, consultar este vídeo: Otorrinolaringología pediátrica, Dr. Jorge Alfaro.