Mediante un procedimiento mínimamente invasivo, es posible restaurar la funcionalidad de la mano y eliminar el dolor de la distrofia simpática refleja (DSR) o enfermedad de Südeck.Imagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoMediante un procedimiento mínimamente invasivo, es posible restaurar la funcionalidad de la mano y eliminar el dolor de la distrofia simpática refleja (DSR) o enfermedad de Südeck.

El síndrome del dolor regional complejo o enfermedad de Südeck, conocida también como distrofia simpática refleja (DSR), que afecta a las manos, antebrazos, pies y piernas, es una patología osteomuscular crónica muy dolorosa. Produce rigidez de las articulaciones, con escasa movilidad, sensación de quemazón acompañado de una hipersensibilidad cutánea, fuerte inflamación (debido a la acumulación anormal de líquido en los tejidos), enrojecimiento, sudoración, etc. Sus causas se desconocen y pueden tener consecuencias graves. Puede producirse a cualquier edad, pero es más frecuente en mujeres entre los 40-60 años, aunque cada vez se diagnostica más entre los jóvenes.

Fue el cirujano alemán Paul Südeck quien describió esta enfermedad en 1900 como "inflamación de curación trastornada" y cada año aparecen cerca de 15.000 nuevos casos. Se atribuye a una disfunción del sistema nervioso central o periférico. Suele aparecer en pacientes que han sufrido previamente algún tipo de traumatismo o fractura, una intervención quirúrgica o una patología infecciosa.

El doctor Francisco Piñal, cirujano de la mano y microcirugía reparadora, que regresa al Hospital Universitario La Luz de Madrid como jefe de Servicio de Cirugía de Mano y Muñeca, cuestiona la propia existencia de esa enfermedad como patología específica. Fruto de su trabajo de investigación durante más de 10 años,el Dr. Piñal considera que tras los diagnósticos de distrofia simpática refleja se encuentran errores de diagnosis y falta de conocimiento de una patología oculta. "He atendido a numerosísimos pacientes etiquetados como enfermos de distrofia simpática refleja o enfermedad de Südeck y hemos sido capaces de hallar y tratar su verdadera patología. Las fracturas intervenidas de forma inadecuada en el área de la muñeca están en el origen de muchos de estos diagnósticos. Estaban enmascarando casos de artritis reumatoide, fracturas de metacarpiano, mal-uniones tras fracturas de radio o prótesis colocadas de forma deficiente; sin olvidar el porcentaje de estos casos que pueden ser abordados como neuroestenalgias (dolor continuo en el nervio), y cuadros de compresión dinámica del nervio mediano", asevera Francisco Piñal.

Mediante un procedimiento mínimamente invasivo, el Dr. Francisco Piñal restaura la funcionalidad de la mano y elimina el dolor de la distrofia simpática refleja (DSR) o enfermedad de Südeck.

"Se trata de un procedimiento quirúrgico que requiere de un exhaustivo análisis previo y gran experiencia y técnicapara descartar, localizar y abordar la fuente de un problema que ha pasado desapercibida para otros cirujanos", subraya Francisco Piñal.

Este especialista ha realizado 225 casos en los últimos tiempos y la Sociedad Americana de la Mano ha valorado los avances en la curación de la llamada distrofia simpática refleja del Dr. Francisco Piñal. Recientemente ha publicado un artículo sobre ello en la revista americana Plastic and Reconstructive Surgery (PRS Journal), titulado ‘Diagnosis and Outcomes of 225 Consecutive Cases of Complex Regional Pain Syndrome of the Hand’.

"Son pacientes que tienen una vida esclavizada por la enfermedad, polimedicados con opiáceos y psicótropos, pero que tienen una salida diagnosticando apropiadamente la patología de base", afirma Francisco Piñal.

Para este especialista la distrofia simpática refleja ha sido un "obstáculo para el avance de la investigación médica, además de una forma de abandono a pacientes para los que existen soluciones reales. De hecho, en los casos en los que he podido descartar la enfermedad de Südeck, hallando las causas reales subyacentes, "uno de los mayores retos ha sido conseguir que el paciente abandone una medicación que no era necesaria y que le había creado adicción", señala el doctor.

Este ha sido el caso de Camelia, de 46 años, que describe los síntomas que padeció tras una operación que le habían realizado de liberación del túnel del carpo hacía 8 meses. "No podía cerrar la mano, me dolía muchísimo. Tenía las manos hinchadísimas y los médicos me mandaban medicinas para la cabeza, fármacos analgésicos y neuromoduladores para reducir el dolor; entre estos últimos, algunos empleados en cuadros psiquiátricos o de epilepsia". Una vez identificada de forma precisa la patología de origen de esta paciente y de acuerdo con sus características, el Dr. Francisco Piñal indicó que se trataba de una compresión secundaria dinámica del nervio mediano no detectada con anterioridad. Así, ha podido establecer que en 2 de cada 10 pacientes diagnosticados con distrofia simpática refleja se manifiesta un cuadro clínico idéntico a los pacientes con neuroestenalgia del nervio mediano. "Si corriges el daño en el nervio afecto, se curan. Mediante un procedimiento mínimamente invasivo restauras la funcionalidad de la mano de la paciente y eliminas el dolor", asegura Piñal.

En algunos casos los resultados son inmediatos, que permiten observar ya mejoras de movilidad sobre la propia mesa de operaciones. Gracias al procedimiento realizado, la paciente recupera la movilidad en su mano y suspende la ingesta de fármacos contra el dolor al desaparecer el mismo. "Mis investigaciones me llevan a considerar la enfermedad de Südeck como una patología inexistente que, en realidad, enmascara el verdadero origen del problema. Así su abordaje, en el caso de Camelia, pasa por un correcto diagnóstico y el diseño de un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo para su curación".