En una ciudad como Huelva, con tantas horas de radiación solar, conocer a fondo cómo cuidar nuestra piel se hace una tarea imprescindible. Y si a eso le sumamos que estamos ante el abril más caluroso de la historia, conviene conocer todos los pormenores para protegernos durante estos meses en los que nuestra piel está más expuesta.

Hablamos con Carolina Vila SavaEste enlace se abrirá en una ventana nueva, Dermatóloga y Dermatóloga estética del Hospital Quirónsalud Huelva sobre cómo preparar la piel para la exposición solar, sobre los bulos más comunes y las innovadoras alternativas que existen al clásico protector en crema.

¿Cómo podemos preparar la piel antes de la exposición en verano?

La limpieza de la cara y de la piel del cuerpo es fundamental con productos de un PH adecuado. A veces en la cara es necesario una limpieza que llamamos en dos fases: primero con un producto de consistencia más oleosa que retire las partículas, como una leche limpiadora o desmaquillante. Después, se aplica algo más fluido como un agua micelar que retire las partículas restantes. Luego también es interesante la exfoliación, tanto en la cara como en el cuerpo, porque promueve el recambio celular y estimula la epidermis y hace que la piel esté más bonita y más preparada para absorber las cremas. Además, un aporte extra de hidratación es ahora fundamental con el calor.

¿Debemos protegernos del sol todo el año?

El fotoprotector del sol no es sólo para la playa o la piscina. El sol nos da indirectamente todos los días del año cuando estamos paseando, conduciendo… Igual que nos cepillamos los dientes después de comer, tenemos que coger el hábito de salir a la calle con la crema de sol sobre la piel que no nos cubre la ropa como la cara, el escote y el dorso de las manos. Y debemos reaplicarlas en el formato que más nos guste cada dos horas. Además de llevar gorras, sombreros y gafas de sol con filtro ultravioleta.

Qué bulos comunes hay sobre la protección solar

Uno que hemos podido desmontar hace poco es que la protección del sol hay que ponerla media hora antes de exponernos al sol. Se ha demostrado con experimentos clínicos que desde el minuto uno que nos echamos la protección nos está haciendo efecto.

Otro mito es que debe haber un orden específico en la aplicación del protector solar y el maquillaje. Lo cierto es que aquí el orden de los factores no altera el producto: se puede poner antes el fotoprotector solar y después maquillaje, o al revés, primero maquillarnos y después aplicarnos el fotoprotector solar.

¿Qué mínimo factor fotoprotector debemos usar y con qué frecuencia?

En una ciudad como Huelva, con tantas horas de radiación solar, aconsejaría apostar por un factor de protección solar mínimo de 30 o superior. Cuanto más alto sea el factor de protección, más tiempo puede permanecer protegida nuestra piel sin necesidad de reaplicarlo, y aumenta el umbral de la quemadura (aquél nivel en el que nuestra piel se pone roja del sol). Como medida estándar, se ha establecido que la frecuencia debe ser cada dos horas. Evidentemente, si sudamos o nos sumergimos en el agua, deberíamos reaplicarla.

¿Qué significan los números de factor de protección?

Es una media del tiempo que puede permanecer el producto en nuestra piel sin ponerse roja o quemarse por el sol. Aunque hay que tener en cuenta que esta medida es estimativa: las personas de piel clara (fototipo II) deberían reaplicarse el protector antes de lo indicado, mientras las pieles más oscuras (fototipo III) tienden menos a quemarse y más a broncearse.

¿Qué alternativas hay al clásico protector solar en crema?

Ya no tienes excusas para no quemarte con el sol. En la actualidad hay fotoprotectores de sol en sprays o brumas que podemos llevarlos con nosotros y cada dos horas reaplicarlos sobre el maquillaje, por ejemplo. También hay fórmulas muy mejoradas como los protectores water gel u oil free, que no dejan pringue ni máscara blanca, que no pican los ojos y no se van con el sudor. Los polvos fotoprotectores también serían una alternativa igual de efectiva que un clásico fotoprotector en crema.

También existen fotoprotectores del sol orales, que no sustituyen nunca a las cremas pero son un refuerzo de la fotoprotección del sol desde el interior, porque llevan betacarotenos y antioxidantes que combaten los radicales libres y lo que hacen es alejar el umbral de la quemadura. Sobre todo es muy indicado en pacientes que padecen enfermedades fotosensibles como el lupus o el cáncer de piel, y que necesitan un cuidado extra en esta época del año.

¿Podría recomendar los mejores fotoprotectores del mercado según su experiencia profesional?

Yo habitualmente recomiendo a mis pacientes que compren el protector que esté de oferta en la farmacia que se adapte más a sus características. Puedo recomendar del laboratorio Heliocare, que además es una marca española, Eucerin, Avène, La Roche Posay… Todos ellos son muy buenos fotoprotectores solares.

¿Cuándo debemos acudir a un dermatólogo ante la aparición de una lesión en la piel?

Generalmente, es algo que nos llama la atención porque no se parece nada al resto de lunares o lesiones que tenemos en la piel. Hay que estar atentos a cualquier lesión que en dermatología llamamos "el patito feo" o que cumple nuestro abecedario dermatológico que es el «ABCDE» de una lesión cutánea maligna, como por ejemplo el melanoma.

La "A" se corresponde a la asimetría; si partimos un lunar en la mitad, una mitad no tiene nada que ver con la otra. La "B" de bordes, que son irregulares en lugar de redondeados. La "C" de un color muy prominente, generalmente muy negro, rojo, o múltiples colores dentro de la lesión distribuidos de forma asimétrica. La "D" hace referencia al diámetro, que sea una lesión grande que crezca en el tiempo. La "E" de evolución, que la lesión vaya evolucionando en forma, tamaño y color.


Entrevista realizada por Huelva Hoy.