Extracción de cordales
Extracción de cordales
Los cordales o muelas del juicio, como son denominadas comúnmente, suelen erupcionar entre los 15 y los 30 años de edad, aunque hay personas -en torno al 10% de la población- que no las llega a desarrollar nunca.
Aunque en muchas ocasiones las muelas del juicio nacen sin mayores complicaciones, puede ocurrir que estos molares no cuenten con suficiente espacio en la parte posterior de la boca para que puedan crecer con normalidad. A este fenómeno, en odontología, lo denominamos muelas del juicio impactadas o retenidas, las cuales suelen cursar con dolor agudo, hinchazón (los conocidos flemones) y, en ocasiones, fiebre. Cuando esto ocurre, el cirujano maxilofacial debe intervenir para realizar la extracción de cordales.
Podemos clasificar los cordales en tres tipos según su grado de erupción: cordales erupcionados, semiincluidos o incluidos.
- Cordales erupcionados: Cuando la corona del diente asoma por encima de la encía, pueden presentarse problemas en la limpieza y molestias en la masticación, que suelen remitir pasado un tiempo.
- En los cordales semiincluidos la erupción es parcial, y queda un hueco entre la corona y la encía en el que se acumulan restos de comida que pueden favorecer la proliferación de bacterias y posterior infección.
- Cuando los cordales no llegan a erupcionar, se denominan cordales incluidos. Si la muela no erupciona porque choca con algún obstáculo, como un hueso, tejido blando u otra pieza, hablamos de un diente impactado. Cuando la erupción del diente se paraliza, ya sea de manera total o parcial y sin producir fricción, nos encontramos ante un diente retenido. Estos dos casos son los que suelen requerir cirugía más frecuentemente.
Esta cirugía se realiza habitualmente para solucionar o evitar que surjan futuras complicaciones dentales, a causa de la fricción de los cordales incluidos, como la rizólisis -producida por la presión sobre las muelas, que afecta a la raíz o corona dental-, los quistes -molares envueltos en un saco folicular- y, en términos generales, las malposiciones dentarias provocadas por la presión de los cordales que, si no son tratadas a tiempo, pueden requerir otros tratamientos como la ortodoncia.
En general, recomendamos extraer las muelas del juicio que causan molestias, ya que, de no ser tratadas con premura, pueden llegar a provocar dolencias futuras que requieren un tratamientos más complejo y extenso.