concienciacion-sobre-el-dia-mundial-del-cancer-con-el-pacienteV2concienciacion-sobre-el-dia-mundial-del-cancer-con-el-pacienteV2

La Fundación IOR (FIOR) ha puesto en marcha un programa pionero de ejercicio físico dirigido a pacientes con cáncer ginecológico —ovario, cérvix, endometrio y mama— que estén recibiendo tratamiento activo de quimioterapia o inmunoterapia. La iniciativa se desarrolla en el Hospital Universitari Dexeus, en Barcelona, con el apoyo de GSK, y comenzó el 3 de octubre con un grupo inicial de 10 pacientes. Se prevé que durante 2025 y 2026 se realicen nuevas ediciones con otros grupos, con el objetivo de consolidar y ampliar progresivamente el programa.

El objetivo principal es enseñar a las pacientes distintos ejercicios de fuerza y resistencia, que ayuden a mejorar la tolerancia a los tratamientos, reducir los efectos secundarios y promover hábitos de vida saludable durante y después del proceso oncológico. El programa es gratuito para las participantes y forma parte de una atención oncológica integral, que combina el tratamiento médico con herramientas respaldadas por la evidencia científica.

Cada participante recibe un plan de trabajo adaptado a su condición física, diagnóstico oncológico, comorbilidades y tratamiento, tras una evaluación conjunta entre oncólogo y entrenador personal. La rutina incluye ejercicios de fuerza y resistencia con material sencillo, para poder continuar la práctica en casa, además de guías y rutinas digitales que fomentan la adherencia.

"La evidencia científica demuestra que el ejercicio físico regular mejora la calidad de vida, disminuye síntomas como la fatiga, la ansiedad o el insomnio, aumenta la tolerancia a los tratamientos y puede incrementar la supervivencia en muchos tumores", explica la Dra. Montse Velasco, oncóloga del IOR.

Respaldo científico

Diversos estudios muestran que la actividad física en pacientes oncológicos:

  • Disminuye la toxicidad de tratamientos intensivos, como la quimioterapia.
  • Mejora parámetros de salud a largo plazo, por ejemplo, la densidad ósea en mujeres con menopausia precoz inducida por los tratamientos.
  • Reduce hasta un 30 % el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer (mama, colon, vejiga, endometrio, esófago y estómago).
  • Se asocia a una reducción de alrededor del 20 % en la mortalidad específica por cáncer, con evidencia más sólida en cáncer de mama y colorrectal.

Las guías internacionales y de la SEOM instan a implementar programas de ejercicio físico y nutrición adaptados a pacientes oncológicos como parte del abordaje multidisciplinar del cáncer.

La FIOR aspira a consolidar este modelo asistencial y a ampliarlo progresivamente, convirtiéndose en un referente en oncología integrativa. "Queremos que el ejercicio físico forme parte del abordaje estándar del cáncer y que, en el futuro, pueda extenderse a centros de salud y gimnasios, integrándose como un hábito de vida saludable para las pacientes", añade la Dra. Velasco.

Por su parte, GSK destaca la importancia de acompañar a las pacientes y sus familias durante todo el proceso oncológico, promoviendo la prevención, la actividad física y el bienestar emocional como parte de un enfoque integral del cáncer.