Intoxicación alimentaria

Todo sobre las causas, los síntomas y el tratamiento de los distintos tipos de daño causado por alimentos contaminados.

Síntomas y causas

La intoxicación alimentaria es una enfermedad que se contrae al ingerir alimentos o bebidas contaminados.

Existen distintos tipos de intoxicaciones alimentarias dependiendo del agente que lo provoque.

  • Intoxicación por bacterias: es la más frecuente. Se produce cuando este microorganismo se encuentra en los alimentos.
    • Salmonela: está presente en la carne cruda, los huevos no cocinados y los lácteos sin pasteurizar.
    • Escherichia coli (E. coli): suele encontrarse en la carne poco hecha, en frutas y verduras sin lavar o en el agua.
    • Listeria: puede encontrarse en agua y alimentos en contacto con suelo contaminado. También en embutidos, patés, pescados ahumados y lácteos sin pasteurizar.
    • Clostridium botulinum (botulismo): se asocia a las conservas caseras no tratadas adecuadamente, los pescados ahumados o en salazón, las hierbas o la miel, que contiene esporas inocuas para los adultos que pueden ser dañinas en los menores de un año.
  • Intoxicación por virus: ocurre cuando una persona con una infección vírica manipula los alimentos sin seguir una higiene adecuada.
    • Norovirus: se propaga con facilidad y causa gastroenteritis vírica.
    • Rotavirus: suele afectar a los niños pequeños.
    • Hepatitis A: se transmite a través de alimentos o agua que ha estado en contacto con heces de una persona contaminada.
  • Intoxicación por parásitos: estos organismos están presentes en los alimentos.
    • Anisakis: se encuentra en pescados y mariscos sin cocinar.
    • Toxoplasmosis: puede estar en la carne cruda o poco hecha, además de transmitirse a través de las heces de gato. Es muy peligrosa en personas con el sistema inmune debilitado o embarazadas, ya que puede causar daños en el feto.
  • Intoxicación por hongos: algunas setas son venenosas y provocan intoxicaciones graves que dañan el hígado y los riñones.
  • Intoxicación por agentes tóxicos: metales pesados o toxinas naturales.

En la mayoría de los casos, las intoxicaciones alimentarias son leves y se resuelven por sí solas sin complicaciones en un plazo de entre varias horas y una semana. No suele ser necesario un tratamiento específico, salvo cuando los síntomas son graves o se produce en grupos de riesgo.

Síntomas

Aunque los síntomas varían dependiendo del tipo de intoxicación alimentaria que se produzca, los más frecuentes son:

  • Vómitos.
  • Diarrea.
  • Dolor de estómago.
  • Fiebre.
  • Dolor de cabeza.
  • Heces con sangre.

Los pacientes con afectación neurológica suelen manifestar:

  • Visión doble.
  • Visión borrosa.
  • Debilidad.
  • Falta de movilidad en las extremidades.
  • Dificultad para tragar.
  • Hormigueo en la piel.
  • Cambios en el sonido de la voz.

Causas

Las causas más frecuentes de la intoxicación alimentaria son:

  • Mala higiene a la hora de manipular los alimentos, especialmente, no lavarse las manos adecuadamente.
  • Falta de limpieza en las superficies y utensilios de la cocina.
  • Almacenamiento inadecuado de los alimentos.
  • Consumo de alimentos con estas características:
    • Agua no potable.
    • Carnes, pescados, mariscos y huevos crudos o poco hechos.
    • Frutas y verduras sin lavar.
    • Lácteos no pasteurizados.

Factores de riesgo

Las intoxicaciones alimentarias afectan a todo tipo de personas, pero son más intensas o producen complicaciones más graves en estos casos:

  • Bebés.
  • Niños pequeños.
  • Ancianos.
  • Embarazadas.
  • Personas con el sistema inmune debilitado.

Complicaciones

No es habitual que las intoxicaciones alimentarias causen complicaciones. Cuando se producen, suelen ser las siguientes:

  • Deshidratación derivada de la pérdida de líquidos, sales y minerales en los vómitos y la diarrea.
  • Síndrome urémico hemolítico: se forman coágulos de sangre en los riñones que impiden el filtrado adecuado de la sangre.
  • Meningitis: se inflaman las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal.
  • Infección generalizada: las bacterias llegan a la sangre y las propaga a todo el organismo.
  • Septicemia: reacción exagerada del sistema inmunitario ante la intoxicación, por lo que daña los tejidos del propio organismo.
  • Aborto espontáneo.

Prevención

Para prevenir la intoxicación alimentaria se recomienda:

  • Lavarse las manos con agua y jabón durante, al menos, veinte segundos antes de manipular alimentos o comer y después de ir al baño.
  • Lavar las frutas y verduras que no se vayan a pelar o cocinar.
  • No consumir productos lácteos sin pasteurizar.
  • Evitar la carne, el pescado o los huevos crudos.
  • Almacenar los alimentos adecuadamente. Si se van a consumir en dos o tres días, en la nevera; si no, en el congelador.
  • Limpiar las superficies de cocinado, los utensilios y el frigorífico de forma regular y exhaustiva.

¿Qué médico trata la intoxicación alimentaria?

La intoxicación alimentaria puede tratarse en las especialidades de medicina general, aparato digestivo o urgencias.

Diagnóstico

El diagnóstico de la intoxicación alimentaria se basa en las siguientes pruebas;

  • Historia clínica: antecedentes médicos, hábitos de vida, alimentación reciente, cambios en los hábitos alimenticios, estado de otras personas que consumieron los mismos alimentos, alimentos consumidos en el extranjero.
  • Estudio de los síntomas.
  • Examen físico: se monitorizan los signos vitales para comprobar el estado de salud general del paciente y detectar una posible deshidratación.

Para determinar el agente responsable de la intoxicación, se toma una muestra de heces para analizarla en el laboratorio.

Tratamiento

El tratamiento habitual de la intoxicación alimentaria consiste en la reposición de los líquidos perdidos y en el control de los síntomas. En la mayoría de los casos, se recomienda reposo relativo y consumo oral de líquidos. Cuando hay signos de deshidratación, se administran vía intravenosa.

La introducción de alimentos debe ser progresiva para evitar que el aparato digestivo los rechace. Se recomienda comenzar con alimentos que se digieran fácilmente y dejar para el final las comidas grasas, los azúcares y los lácteos.

Las intoxicaciones causadas por bacterias se tratan con antibióticos cuando son graves o se presentan en pacientes inmunodeprimidos.

Para recuperar el estado normal del aparato digestivo y reponer las bacterias saludables que habitan en él de forma natural, se suelen prescribir probióticos.

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