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  • Ser madre a partir de los 40

    A medida que pasa el tiempo, la cantidad y la calidad de los óvulos se ve reducida y, por tanto, también la capacidad de lograr un embarazo de manera natural.

  • ¿Cuántos embriones me transfiero?

    Artículo de Montse Lierta. Embrióloga de la Unidad de Reproducción Asistida de Quirónsalud Zaragoza

    ¿Cuántos embriones me transfiero? Es la pregunta que se realizan todas las parejas en la consulta de reproducción cuando llega el momento de decidir el número de embriones a transferir.

    Muchas veces, las parejas deciden transferir el máximo número de embriones, ya sea por el ansia de conseguir embarazo, o porque ven el embarazo múltiple como una situación deseada, con el desconocimiento de los riesgos que esto conlleva para la madre y para los recién nacidos (parto prematuro, preclamsia, malformaciones congénitas…)

    En España, la ley 14/2006 sobre Reproducción Asistida permite transferir hasta un máximo de tres embriones, no por ello, es lo más aconsejable un todos los casos. La transferencia de 2 ó 3 embriones está relacionada con una mayor probabilidad de implantación, pero también aumenta la probabilidad de que se produzca un embarazo múltiple. Sólo como dato, decir que, la gestación múltiple en embarazos espontáneos se da en 1-2% de los casos, mientras que en tratamientos de reproducción asistida se eleva hasta un 30-35%. (Datos de la Sociedad Española de Fertilidad.)

    La necesidad de disminuir estos porcentajes nos hace buscar nuevas estrategias para seleccionar embriones de alta calidad. La incorporación de los sistemas time–lapse a la rutina de los laboratorios de reproducción está permitiendo seleccionar aquel embrión con mayor potencial de implantación y así reducir el número de embriones transferidos en cada ciclo, sin disminuir las tasas de gestación.

    La decisión del número de embriones a transferir es valorada y consensuada de forma individualizada en cada caso entre los pacientes y los profesionales, teniendo en cuenta las características de cada pareja (desarrollo del proceso, edad, hijos previos…) Si bien la tendencia en los últimos años es alcanzar la transferencia de un sólo embrión de elevada tasa de implantación.

  • Embriones buenos, embriones bonitos

    Laboratorio reproEs frecuente, por parte de todas las parejas que recurren a Fecundación In Vitro, intentar valorar el éxito del ciclo por la calidad de los embriones que han obtenido. El problema es que la pregunta de: "¿Son buenos mis embriones?" no tiene una única respuesta y en ningún caso es fácil de responder.

    Y este no es un tema trivial, ya que el poder obtener una buena clasificación embrionaria nos puede facilitar el conseguir antes un embarazo, orientarnos sobre si vamos o no por el buen camino e incluso reducir el número de embarazos múltiples. Si somos capaces de conocer cuál es el mejor embrión, aquél que va a conseguir implantar, podríamos mejorar los resultados y evitar el tener que transferir más de un embrión en cada ciclo.

    El problema lo tenemos en cómo realizar esa valoración de una forma objetiva.

    El procedimiento tradicionalmente utilizado ha sido en base a observaciones puntuales sobre características como son el número y simetría de las células o el grado de fragmentación y de dichas observaciones partía finalmente una clasificación para la que se utilizaban generalmente las letras A, B, C y D, siendo los clasificados como A aquellos embriones que teóricamente tenían una mayor capacidad de implantación y D los peores.

    Con el tiempo hemos visto como este sistema de clasificación se ha mostrado claramente insuficiente (el que sea un embrión bonito no implica necesariamente que sea un buen embrión) y se han intentado desarrollar otros procedimientos que nos aporten una información complementaria a la que ahora disponemos.

    Para ello, la incorporación de sistemas de grabación continua Time-Lapse en los laboratorios de Reproducción Asistida ha supuesto un gran avance ya que nos permite un seguimiento exhaustivo de la evolución de nuestros embriones. La posibilidad de grabarlos minuto a minuto facilita el acceso a muchísima información de la que antes no se disponía, así como el analizarla tantas veces como sea necesario.

    Por otra parte han empezado a aparecer sistemas de análisis automatizado capaces de revisar de forma simultánea múltiples variables del embrión facilitándonos una clasificación más objetiva de la que hasta ahora hemos estado utilizando. El sistema Eeva (Early Embryo Viability Assessment) utilizado en nuestro laboratorio es un claro ejemplo de ello. Dicho sistema es el primero acreditado como sistema objetivo de análisis de la viabilidad embrionaria por parte de la exigente FDA americana.

    Pero por encima de todo hay que tener en cuenta dos cosas, la primera es que por muy buena clasificación (o mala) que nos dé el sistema que utilicemos no nos garantiza el embarazo ya que hay muchos otros factores que influyen en que un embrión implante.

    Únicamente es otro dato más a tener en cuenta. Y nunca hay que descartar ningún embrión por mala clasificación que tenga. Siempre se ha dicho que de un embrión feo puede nacer un bebé precioso.

    Y lo segundo es que ningún procedimiento va a hacer que necesariamente tengamos embriones óptimos. Eso va a depender de los gametos (óvulos y espermatozoides) de cada pareja. Lo que va a hacer es darnos información más objetiva de lo que tenemos.
    Pero lo que si que está claro es que el concepto "embriones bonitos, embriones buenos" ha quedado actualmente superado.

  • Ante la discapacidad, padres capaces

    Juan Vila, director de Reproducción Humana Asistida de Quirónsalud.

    Según las estadísticas, en España unas 1.000 personas al año sufren una lesión medular, tanto traumática como no traumática, que se traduce en una situación de tetraplejia o paraplejia. La lesión más común se produce a la altura de la cervical (C5), esto es, no funcionalidad de miembros inferiores. En cuanto a la edad media de los pacientes con dichas lesiones medulares, nos encontramos que ésta oscila entre los 15 a 28 años, período de máxima plenitud reproductiva. Por ello, muchas parejas ven repentinamente alterado su deseo de tener un niño.

    Este paciente presenta gran funcionalidad de algunos órganos, y sin embargo limitación en otros. Por ejemplo, sus gametos, esas células sexuales que permiten la procreación, sí tienen funcionalidad, pero no así su aparato motor. Por ello, la reproducción asistida supone una solución al problema con el que este paciente puede encontrarse.

    En el caso concreto de la mujer con discapacidad por lesión medular traumática, la reproducción asistida puede ser una alternativa, ya que si la lesión no está producida por una patología previa, la mujer no presenta ninguna anomalía en su capacidad de producción de ovocitos ni tampoco se ve alterada la funcionalidad del útero para gestar un embarazo y albergar un embrión.

    Antes de comenzar con el tratamiento de fertilidad, en el caso de una mujer con esta limitación es recomendable hacer un análisis neurológico de la paciente por un especialista y pasar a valorar el nivel de afectación medular. Esta paciente no tendría ningún problema a la hora de someterse a cualquiera de las técnicas disponibles en nuestros centros, tanto inseminación artificial, con semen del donante o del cónyuge, como fecundación in vitro o ICSI.

    En el caso de que la lesión afecte al hombre de una pareja que quiere tener descendencia, nos encontramos con un reto mayor, ya que el hombre puede presentar dificultad o en algunos casos incapacidad para tener una erección, con la posterior dificultad en la eyaculación.

    Algunas aproximaciones exitosas incluyen tratamientos orales o intracavernosos que promueven la erección con la correspondiente eyaculación. Si estas soluciones fallasen, la reproducción asistida vuelve a ofrecer soluciones médicas. En este caso se podría recurrir a una biopsia testicular, que es un proceso fácil, rápido y poco invasivo, y que nos permite obtener espermatozoides para posteriormente emplearlos en procesos como la inseminación artificial o la fecundación in vitro.

    Gracias a los avances médicos y científicos, en la actualidad estas técnicas reproductivas dan solución a un amplio abanico de problemas. En algunos casos encontramos impedimentos sobrevenidos que merman las expectativas de tener un hijo. Sin embargo, en el abordaje actual de la infertilidad es sumamente satisfactorio, las tasas de embarazo logradas con los tratamiento son comparables a las tasas de embarazos naturales, y su resultado es dejar a un lado esta discapacidad física para lograr el anhelado recién nacido. El desarrollo de la medicina junto con el deseo de generar vida se imponen al infortunio de algunos acontecimientos adversos.

  • LA COMUNICACIÓN Y LA CONFIANZA, CLAVES EN LOS TRATAMIENTOS DE REPRODUCCIÓN

    Mila Martínez, responsable de atención al paciente del Instituto de Reproducción Asistida Quirónsalud Valencia

    Antes de iniciar un tratamiento de fertilidad es normal que os sintáis muy preocupados y que intentéis buscar soluciones rápidas. Recordad que los tratamientos de esterilidad tienen una tasa elevada de éxito pero, por desgracia, no existe el medicamento mágico que lo remedie.

    Comenzáis un proceso complejo en el que sentiréis emociones distintas: motivación, esperanza, ilusión, pero también hay momentos de tristeza, agotamiento, desilusión, incluso rabia. Es normal que esto os suceda. Tened en cuenta que comenzamos una carrera de fondo en la que es muy importante saber manejar adecuadamente estos cambios emocionales.

    Nosotros, como profesionales, estamos para ayudaros a detectar, afrontar y superar vuestras preocupaciones. Para ello es necesario que recibáis una buena información, con explicaciones claras, que sepamos escuchar y responder a todas vuestras dudas para establecer una buena comunicación y que exista confianza con el equipo. Sabed que vuestro y nuestro optimismos ayudan al éxito.

    Nuestra unidad es un equipo multidisciplinar formado por ginecólogos, embriólogos, personal de enfermería y administrativo, psicólogo, etc. Pues bien, vosotros sois el centro de ese gran círculo en el que todos trabajamos para conseguir que vuestro sueño se convierta en realidad.

    Vosotros sois, cómo no, los primeros en alegraros de la buena noticia cuando os damos un resultado positivo, pero sabed que para nosotros, además de la satisfacción del trabajo bien hecho, encontramos el impulso y la energía para continuar y poder afrontar mejor cuando la noticia no ha sido la que todos esperábamos.

    Yo, en mi condición de matrona y con la suerte que tengo de estar continuamente viviendo la VIDA, os animo a comenzar y que todos juntos consigamos que el "deseo de tener un hijo" se convierta pronto en vuestra realidad.


    Bienvenidos y mucha suerte.


    Mila Martínez Sala

    Matrona

    Responsable de Atención al Paciente. URA del Hospital Quirónsalud Valencia


  • Ser mamá a partir de los 40

    Dra. Jessica Marques, ginecóloga en la unidad de reproducción asistida de Quirónsalud Zaragoza

    Uno de los problemas de fertilidad hoy en día es la edad en la que la mujer se plantea la maternidad. La edad media según el Instituto Nacional de Estadística supera los 32 años y algunas de las principales razones por las que las mujeres retrasan la maternidad son la búsqueda de la estabilidad económica, el desarrollo profesional o encontrar la pareja adecuada.

    Es importante conocer que la fertilidad de una mujer disminuye con la edad. A medida que pasa el tiempo, la cantidad y la calidad de los óvulos va disminuyendo y por tanto la probabilidad de embarazo natural se ve reducida. Además se sabe que los óvulos a partir de los 40 años pueden generar embriones con un mayor número de alteraciones genéticas pudiendo acabar en aborto hasta en el 40% de los casos.

    Por ello es recomendable realizar una consulta preconcepcional temprana que incluya una revisión ginecológica completa con analítica de sangre y mamografía si fuera necesario, aconsejando hábitos de vida saludables y un tratamiento previo de ácido fólico.

    Para poder asesorar adecuadamente a la mujer es importante estudiar su reserva ovárica.
    Si hay una buena reserva ovárica y la mujer tiene menos de 43 años se aconseja realizar una técnica de fecundación in vitro (FIV) que consiste en extraer los óvulos, fertilizarlos con los espermatozoides de la pareja o de un donante en el laboratorio, y luego transferir los embriones resultantes al útero. A los 43 años la posibilidad de quedarte embarazada mediante FIV no alcanza el 5%.

    Gracias a la técnica del Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP) se puede analizar la carga cromosómica de los embriones producidos y de esa forma desechar aquellos que presenten anomalías consiguiendo una mayor tasa de embarazo y un menor número de abortos incluso en las mujeres de mayor edad.

    Si por el contrario la reserva ovárica es mala o la mujer tiene más de 43 años, se le recomendará realizar un tratamiento de donación de óvulos mediante el cual la paciente recibe óvulos de una mujer de entre 18 y 35 años. Con esta opción podemos obtener unas tasas de embarazo por ciclo de hasta el 65-70%.

    Por último es interesante mencionar la posibilidad de preservar la fertilidad congelando óvulos en pacientes con una edad inferior a 38 años y siempre que haya una buena reserva ovárica. Con esta técnica las mujeres pueden posponer la maternidad y garantizar la gestación en un futuro.

    Aunque la ley no limita la edad para hacer un tratamiento de reproducción asistida, la Comisión Nacional de Reproducción desaconseja realizarlo a partir de los 50 años, aun así no es recomendable posponer el embarazo en exceso ya que con la edad se incrementan los riesgos obstétricos y perinatales.

    La sociedad actual somete a la mujer a una gran presión profesional que le obliga a retrasar sus deseos de maternidad hasta una edad en la que su fertilidad puede verse comprometida. Por ello los profesionales debemos informar sobre los tratamientos más adecuados que tengan posibilidades razonables de éxito y no supongan un riesgo grave para la salud de la mujer y de la posible descendencia.

  • Donación de óvulos

    ¿Puedo ser donante de óvulos?

    Dra. Miren Mandiola. Directora del Laboratorio de Reproducción Humana Asistida del Hospital de Día Quirónsalud Donostia y del Instituto de Reproducción Asistida Quirónsalud Pamplona.

    Muchas mujeres jóvenes se preguntan si pueden ayudar a otra mujer a ser madre, siendo donantes de óvulos. En definitiva, cualquier mujer joven y sana puede hacerlo pero sobre todo tiene que tener espíritu de ayuda y altruismo para ayudar a otras mujeres.

    No obstante, existen una serie de condiciones concretas de salud que deben de cumplir y que explicaremos de forma sencilla.

    -Ser mayor de 18 años, estar en buen estado de salud psicofísica y con plena capacidad de obrar.

    -No deberán tener más de 35 años de edad

    Por lo tanto, todos los estudios que se realizan, tienen el objetivo de demostrar ese buen estado de salud psicofísica.

    Los estudios comienzan con una serie de pruebas que incluyen análisis, anamnesis familiar y personal, consulta con el ginecólogo, realización de un test psicológico y consulta con un psicólogo para valorar su idoneidad para ser donante.

    Estos estudios, gracias al avance imparable de la genética médica, cada vez son más completos y nos permiten detectar estados de portador de enfermedades genéticas recesivas que pueden pasar desapercibidas en el historial familiar.

    ¡Si los resultados son favorable podrás ser donante de óvulos!

    La donación es anónima y garantizamos la confidencialidad a nuestra donantes. Todo el proceso se formalizará mediante contrato escrito, gratuito, formal y confidencial, previa información por protocolo de consentimiento, informado de los fines y consecuencias del acto, así como de los procedimientos y estudios a los que será sometido la donante.

    Todo lo explicado anteriormente se puede realizar en un solo día y una vez tengamos los resultados favorables (3 semanas aproximadamente) , podremos proceder al proceso de donación.

    ¿Cómo se donan los óvulos?

    • El proceso es sencillo, y dura aproximadamente 12-14 días
    • La donante realizará un tratamiento bajo control médico:
    • Inyección diaria , vía subcutánea, de la medicación durante un periodo de unos 10-12 días.
    • El objetivo de esta medicación es conseguir más de un óvulo para que la eficacia de la donación sea adecuada.
    • Acudir 3-4 veces a la consulta durante todo el proceso para hacerse una ecografía ginecológica (tratamiento que es indoloro).
    • Cuando se considera que es el momento adecuado de madurez de los óvulos, se programa su extracción.

    ¿Cómo se realiza la extracción de óvulos?

    • Una pequeña intervención quirúrgica para extraer los óvulos.
    • Se realiza con anestesia (sedación)
    • A través de ecografía vaginal se ven los ovarios y el ginecólogo aspira el líquido de los ovarios y recoge los óvulos, que son enviados al laboratorio.
    • Sólo se tardan unos 15 minutos

    ¿Cuánto tiempo hay que estar en el hospital una vez realizada la extracción?

    Al cabo de 1-3 horas, la paciente puede desplazarse a su domicilio y hacer una vida normal.

    ¿Es doloroso?

    No. La sedación garantiza que la donante no sienta dolor.

    ¿Puede afectar la donación de óvulos a la donante para su futura maternidad?

    Donar no compromete en absoluto la futura fertilidad y maternidad de la donante.

    ¿Se puede repetir una donación?

    Una vez de que han pasado unos dos o tres meses, se puede volver a donar óvulos.

    ¿Quién puede recibir óvulos?

    Dr. Koldo Carbonero. Director del Instituto de Reproducción Humana Asistida del Hospital de Día Quirónsalud Donostia y del Instituto de Reproducción Asistida Quirónsalud Pamplona.

    Cada vez es más frecuente que las mujeres decidan retrasar su maternidad pasados los 35 años debido a los cambios culturales de nuestra sociedad, la mujer prefiere encontrar una estabilidad laboral y económica antes de ser madres, alargar su vida en pareja o simplemente no ha creído que sea el momento indicado.

    Pero hay que tener en cuenta que el momento más fértil de la mujer es habitualmente entre los 16 y los 28 años y que a partir de esa edad las probabilidades de embarazo de una forma natural van disminuyendo según avanza la edad de la mujer.

    Afortunadamente las nuevas técnicas de reproducción asistida permiten que muchas mujeres se conviertan en madres a partir de los 40. Una de las técnicas que mejores resultados ofrece a esta edad es la "recepción de ovocitos".

    Inicialmente, la recepción de ovocitos fue llevada a cabo en aquellas mujeres que sufrían un fallo ovárico prematuro (menopausia precoz) por el que sus ovarios eran incapaces de liberar ovocitos. Sin embargo, la alta tasa de embarazos conseguidos mediante esta técnica y el hecho de que cada vez se retrase la edad de la maternidad ha ampliado el número de indicaciones.

    Principales indicaciones para ser receptora de ovocitos:

    1. Pacientes con menopausia fisiológica, ausencia de reglas con edad mayor de 40 años
    2. Pacientes con menopausia precoz, ausencia de reglas con edad menor de 40años
    3. Cirugia previa con ovariectomía bilateral (extirpación de ambos ovarios)
    4. Pacientes con aneuploidías con consejo genético desfavorable (cariotipo alterado)
    5. Pacientes con enfermedades hereditarias graves y subsidiarias de DGP(Diagnóstico Genético Preimplantacional)
    6. Pacientes con fracaso ovárico precoz. Son pacientes con actividad hormonal pero sin óvulos
    7. Pacientes con fracaso repetido de Técnicas de Reproducción Asistida y baja reserva ovárica
    8. Pacientes que tras quimioterapia y/o radioterapia han quedado sin función ovárica
  • 6 datos sobre implantación embrionaria que cualquier pareja que busca embarazo debería conocer

    Artículo de Carlos De Bonrostro Torralba. Ginecólogo de la Unidad de Reproducción Asistida de Quirónsalud Zaragoza

    La implantación embrionaria es el mayor reto al que se enfrenta la Reproducción Asistida en la actualidad. A pesar de los múltiples avances, las tasas de éxito de los tratamientos de fertilidad distan mucho de ser las deseadas.

    Presentamos 6 datos relacionados con la implantación embrionaria que cualquier pareja en proceso de búsqueda de gestación (espontánea o mediante técnicas de Reproducción Asistida) debería tener presente para comprender la complejidad de este fenómeno.

    1.- La implantación... ¿es cosa de dos?

    Embrión y endometrio son los dos principales actores de este intrincado fenómeno biológico. El éxito de esta interacción conllevará la consecución del ansiado embarazo, que sucederá en caso de un adecuado equilibrio entre todos los factores implicados (hipotálamo-hipófisis, ovario, endometrio y embrión).

    Todos ellos van a emitir sustancias con funciones específicas en el curso de la implantación, que actuarán sobre embrión y endometrio. Estrógenos, progesterona y FSH son las más conocidas, aunque otras moléculas (PP-14, integrinas, PAPP-A, IGFBP-1,...) son esenciales para la culminación del proceso implantatorio.

    2.- La mujer: epicentro de la implantación

    El papel de la mujer es particularmente importante en la adecuada interacción entre embrión y endometrio. Por un lado, la mujer contribuye a la genética del embrión aportando una célula esencial: el ovocito, que aportará el 50% de la información genética de ese embrión, de cuya integridad dependerá la consecución de un embarazo exitoso.

    Por otro lado, el útero de la mujer (más concretamente, el endometrio) aportará el lecho donde el embrión deberá implantar, obteniendo los nutrientes necesarios para su desarrollo de la circulación sanguínea del útero materno.

    3.- La salud de los padres, clave en el proceso

    La buena salud de los progenitores es esencial para el éxito de la implantación. El consumo de tabaco, alcohol o una alimentación inadecuada se han asociado a peores resultados reproductivos.

    La existencia de enfermedades crónicas en la mujer (como la hipertensión o la diabetes) obliga a realizar un seguimiento estrecho para iniciar el embarazo en el momento de un óptimo control de la enfermedad, hecho que facilitará la buena evolución de la gestación.

    4.- Progesterona: hormona de la implantación

    Las parejas que han vivido un tratamiento de fertilidad conocen de primera mano la importancia de esta hormona para el éxito de la técnica. Esta hormona se produce en condiciones normales en el ovario, en una estructura denominada cuerpo lúteo que surge tras la ovulación.

    En algunas situaciones, puede ser insuficiente para un adecuado proceso implantatorio, por lo que debe suplementarse mediante preparados farmacológicos, como en el caso de los tratamientos de Reproducción Asistida. Su empleo se asocia a un aumento considerable en las tasas de implantación y embarazo en tratamientos como la Fecundación In Vitro (FIV).

    5.- Cuando el embarazo no llega

    El fallo de implantación es un diagnóstico que se emite cuando tras la transferencia de múltiples embriones de buena calidad la gestación no sucede. Esta situación es dramática para las parejas sometidas a tratamientos de fertilidad.

    En estos casos, el papel del especialista en Reproducción Asistida se torna fundamental para el apoyo y asesoramiento a lo largo del proceso. La valoración minuciosa de cada caso de forma individualizada podrá ayudar a identificar y modificar aquellos factores embrionarios o endometriales que estén teniendo un impacto negativo en los resultados.

    6.- Avances en investigación

    Los progresos son constantes en la Medicina de la Reproducción. Actualmente, se están estudiando factores genéticos, inmunitarios e infecciosos que pueden interferir con un adecuado fenómeno implantatorio.

    A pesar de ello, existen muchas áreas en las que aún se precisa de mayor evidencia científica para poder ofrecer nuevos tratamientos para mejorar el potencial de implantación en las parejas sometidas a tratamientos de fertilidad.

    Como hemos visto, la implantación embrionaria es un evento multifactorial que, a pesar de los avances, continúa siendo un misterio en muchos casos. Por ello, la investigación de los mecanismos relacionados con el inicio del embarazo es imprescindible para conseguir el objetivo que los profesionales de la Reproducción Asistida compartimos con esas parejas que luchan por ser padres algún día.

  • ¿Cómo influye la relación médico-paciente en el éxito del tratamiento?

    CONFIANZA: Esperanza firme que una persona tiene en que algo suceda, sea o funcione de una forma determinada, o en que otra persona actúe como ella desea. Seguridad, especialmente al emprender una acción difícil o comprometida.

    Necesitamos confiar para avanzar, para convivir, para creer y crecer. Confiamos en nuestra pareja, en nuestros amigos, en nuestro jefe, en la familia, en nuestro banquero, y sin apenas darnos cuenta, también en nuestro frutero, carnicero….

    No se puede medir, cuantificar. Muchas veces no lo sabríamos definir, pero está ahí, depende de ese sexto sentido tan indefinido que muchas veces nos guía en nuestro camino.

    Cuando una pareja acude a nuestras consultas vienen vacías de confianza, y llenas de desconfianza. Lo están pasando mal, se sienten que se han fallado a ellas mismas por no conseguir lo que aparentemente es tan fácil, han perdido confianza en su poder de controlar su propia vida, sus propias decisiones. Sienten que han fallado a sus parejas e incluso a sus familiares y amigos. Se sienten obligadas a dejar en mano de personas ajenas su sueño y deseo más preciado. Tienen que ceder lo que más les importa, lo que más les cuesta: su tiempo, su economía…

    Todo esto hace que aflore la inseguridad y esa desconfianza con las que muchos de nosotros, los médicos, chocamos en la primera visita. Un muro presente en ocasiones inconsciente, a veces infranqueable…

    Las dudas surgen..¿Nos estarán diciendo la verdad? ¿Realmente nos quieren ayudar? ¿qué parte interesada hay en todo este discurso que estamos oyendo?

    Pero sobre todo, la más importante de las preguntas: ¿Puedo confiar en este centro? ¿Quiénes son esas personas que están delante de mí?

    Este sentimiento, junto con el miedo al fracaso hace que salten las alertas. A lo largo de nuestra vida el miedo y la desconfianza nos ha salvado de peligros. Va inherente al ser humano.

    Para confiar hay que creer. Cuando confías no hay miedo, te sientes seguro y protegido. Tienes la confianza absoluta de que lo vas a conseguir. Y contra esa fuerza no hay impedimentos.

    Por supuesto que influyen miles de factores médicos, muchos conocidos, otros desconocidos, pero si no hay confianza es difícil alcanzar el éxito. Bastante difícil es el camino de la reproducción asistida para encima caminarlo con una mochila llena de piedras. Mira a tu alrededor, imagina tu mundo sin confiar en las personas que te rodean ¿No es un paisaje desolador?

    Déjate guiar por tu instinto, por tu sexto sentido. Si te sientes cómoda, si miras a los ojos de tu ginecólogo y te sientes llena de energía, si sales de la consulta con ganas de comerte el mundo, si esos miedos que te atenazaban se han vuelto pequeños, si has conseguido sonreír ante las adversidades… Si eso es así, entonces estás en sitio adecuado. Lo demás llegará sólo.

    Déjate ayudarte, deja que te ayudemos.

    Dra. Elena FernándezEste enlace se abrirá en una ventana nueva, subdirectora de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid

  • La selección genética en el espermatozoide

    Artículo de Laura del Molino. Embrióloga de la Unidad de Reproducción Asistida de Quirónsalud Zaragoza

    A pesar de la gran importancia que le damos a la calidad del óvulo para conseguir buenos resultados en los tratamientos de reproducción asistida, se estima que en torno al 45% de los casos de esterilidad son de causa masculina. Es por esto que las técnicas relacionadas con el análisis y la mejora de la calidad seminal son de uso rutinario en los laboratorios de reproducción.

    Las tres características básicas que rutinariamente más información nos aportan sobre una muestra espermática son la concentración, normal a partir de 15 millones de espermatozoides por mililitro, la motilidad,buena a partir del 40% de formas móviles y la morfología, normal con el 4% de formas normales. El estudio de estos factores se conoce como seminograma. Pero hay otros factores que influyen en la calidad seminal y que hace que sémenes aparentemente normales no sean capaces de generar un embarazo.

    Hay que tener en cuenta que el proceso de formación del espermatozoide envuelve etapas que pueden poner en peligro el ADN espermático, produciendo fallos en la carga genética de estos gametos. Estos fallos en el material genético no implican necesariamente una morfología anormal del espermatozoide ni alteraciones en su motilidad, lo que podría explicar la existencia de esos varones infértiles con un seminograma normal. Por esta razón, los análisis genéticos como el cariotipo, el FISH-e o los Estudios de Fragmentación son importantes para descartar la causa genética de la esterilidad.

    Ello ha motivado que en los últimos años se hayan desarrollado una serie de técnicas, denominadas Técnicas de Selección Genética Espermática, que permiten seleccionar espermatozoides de buena calidad genética antes de fecundar al óvulo.

    Estas técnicas consisten en seleccionar espermatozoides cromosómicamente normales para utilizarlos en la fecundación del óvulo. Técnicas con nombres tan estrambóticos como el PICSI o las MACS son actualmente rutinarias dentro de los laboratorios de reproducción asistida, ayudándonos en la selección de esos espermatozoides sin anomalías genéticas, mejorando así la calidad de la muestra seminal y aumentando significativamente las tasas de embarazo.

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Sobre este blog

Actualmente se considera que una de cada cinco parejas en edad fértil va a tener dificultades para conseguir un embarazo. Las Técnicas de Reproducción Asistida dan solución a la mayor parte de estos problemas, pero también generan importantes debates éticos y sociales. En este blog vamos a intentar no sólo marcar las bases de las técnicas diagnósticas y terapéuticas de que disponemos actualmente sino también debatir acerca de los últimos avances que vayan apareciendo.

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