Tiña

¿Qué es la tiña y dónde se manifiesta? Consejos para prevenir el contagio y paliar sus síntomas.

Síntomas y causas

La tiña es una enfermedad infecciosa y contagiosa provocada por hongos dermatofitos que se alimentan de queratina y que, por lo tanto, afectan a la piel, las mucosas, las uñas y el cuero cabelludo. Su principal manifestación es una erupción cutánea en forma circular que produce picor. Esta patología se clasifica en cinco tipos dependiendo de la zona en que se presente:

  • Tiña corporis: se manifiesta en cualquier zona del cuerpo excepto en las manos, los pies o el cuero cabelludo.
  • Tiña capitis: se presenta en el cuero cabelludo.
  • Tiña cruris: afecta a la ingle, la zona perianal y la cara interna de los muslos.
  • Tiña pedis o pie de atleta: se presenta en los pies, especialmente entre los dedos.
  • Tiña unguium u onicomicosis: aparece en las uñas y afecta a su color, textura y grosor.

Es posible contagiarse de tiña por contacto directo con personas o animales infectados o por contacto indirecto, es decir, por tocar objetos utilizados previamente por alguien con esta enfermedad.

Síntomas

Los síntomas de la tiña son bastante claros y comunes a todos los pacientes, aunque pueden variar ligeramente dependiendo de la zona del cuerpo en que se presente. Entre los signos más representativos de la enfermedad, destacan:

  • Placas rojizas con escamas que suelen tener un aspecto blanquecino en el centro y los bordes bien definidos. Este tipo de erupción es característica de la tiña corporis.
  • Zonas de alopecia y descamación en los casos de tiña capitis.
  • Fisuras enrojecidas en los casos de pie de atleta.
  • Debilitamiento y cambios en el aspecto de las uñas.
  • Todas las lesiones cutáneas causadas por la tiña producen picor.

Causas

La tiña es una enfermedad contagiosa que se propaga por diversos tipos de contacto:

  • Contacto directo de persona a persona a través de la piel.
  • Contacto directo de animal a persona al acariciarlos, lavarlos o cepillarlos.
  • Contacto indirecto a través de objetos que haya utilizado recientemente una persona con tiña, como toallas, sábanas o peines.

Factores de riesgo

A pesar de que pueden contraerla personas de cualquier edad, son los niños y los jóvenes los más propensos a contagiarse, especialmente de tiña capitis. Entre los factores de riesgo que propician su aparición, se encuentran:

  • El contacto con personas o animales infectados, debido a su facilidad de transmisión.
  • La práctica de deportes de contacto en los que la piel roza con la de otros participantes.
  • El uso de ropa muy ajustada que pueda propiciar las rozaduras y, por lo tanto, la aparición de tiña, especialmente en la zona de la ingle.
  • Un sistema inmunitario debilitado, ya que hace más sencillo todo tipo de contagio.
  • El clima cálido, en el que se desarrollan los hongos más rápidamente.

Complicaciones

No es muy habitual que se produzcan complicaciones graves causadas por una infección de tiña. En ocasiones, un rascado excesivo puede causar heridas o infecciones en la piel. Solamente cuando se tiene el sistema inmunológico muy debilitado es posible que la infección se extienda más allá de la superficie de la piel.

Prevención

Es difícil prevenir el contagio, especialmente cuando se desconoce que las personas o los animales con los que nos relacionamos tienen tiña. Aun así, sobre todo cuando se convive con infectados, se pueden tomar determinadas medidas para reducir el riesgo:

  • Cuidar la higiene personal y lavar las manos frecuentemente.
  • Secarse adecuadamente antes de vestirse.
  • Mantener limpias las instalaciones comunes como aseos, vestuarios o gimnasios.
  • Vestir ropa fresca durante las épocas de más calor para reducir la sudoración.
  • Evitar compartir artículos de aseo, ropa de cama o prendas que entran en contacto directo con la piel.

Diagnóstico

La exploración física o mediante telemedicina es la mejor forma de diagnosticar la tiña, ya que produce un tipo muy claro de lesiones. Cuando la diagnosis no está clara y puede confundirse con la dermatitis seborreica o la psoriasis, se realizan cultivos en el laboratorio, que en ocasiones pueden dar negativo pese a que la infección sea evidente. Para ello, se toma una muestra de la zona afectada y se observa con un microscopio. Durante este análisis, se confirma o descarta la presencia del hongo dermatofito causante de la infección.

Tratamiento

El tratamiento médico para la tiña consiste en la aplicación tópica de medicamentos antimicóticos. Normalmente, basta con untar la crema sobre las zonas afectadas. En el caso de infección en el cuero cabelludo, es habitual prescribir el uso de champús especiales que eliminen los hongos. Cuando la tiña es grave, o cuando es del tipo capitis, se requiere la toma de antimicóticos de forma oral.

Además de la medicación, se recomienda mantener una correcta higiene tanto en la piel como en el cuero cabelludo.

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