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Según estimaciones de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), 1 de cada 13 personas sufre trastornos de la voz.

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"Algunos de estos trastornos pueden tratarse con toxina botulínica -afirma la Dra. Ana Machado MartínEste enlace se abrirá en una ventana nueva, especialista en ORL del Hospital Quirónsalud San JoséEste enlace se abrirá en una ventana nueva-, como la disfonía espasmódica o distonía laríngea, el temblor esencial benigno y la disfonía tensional muscular.

Las personas que padecen disfonía espasmódica sufren un deterioro importante de la calidad de vida dado que tienen que realizar un gran esfuerzo a hablar y producir una voz desagradable, tensa, espástica.

El temblor esencial benigno se manifiesta principalmente en las manos, pero puede afectar también, entre otros órganos, a la voz, provocando que la persona que lo padece hable entrecortado.

La disfonía tensional muscular es un desorden que ocurre cuando hay un uso excesivo o incorrecto de los músculos alrededor de la laringe, afectando a la calidad de la voz y generando una sensación de incomodidad al hablar, dolor en el cuello y alterando la comunicación.

En las disfonías, la toxina botulínica se inyecta en las fibras musculares, alrededor de las cuerdas vocales, imposibilitando la liberación de neurotransmisores, debilitando la contracción muscular y mejorando la calidad de la voz. En el temblor esencial benigno actúa paralizando el músculo y el nervio del músculo donde se inyecta (músculo tiroaritenoideo), lo que puede ayudar a reducir la frecuencia de los temblores.

"Para identificar correctamente qué cuerda vocal sufre el trastorno y que la inyección se realiza en el músculo correcto, se utiliza la electromiografía laríngea (EMG) -señala el Dr. Alberto Pérez de Vargas MartínezEste enlace se abrirá en una ventana nueva, Jefe de Servicio de Neurología y Neurofisiología Clínica-, lo que permite realizar el tratamiento con seguridad y precisión".

En la mayoría de los casos, las inyecciones de toxina botulínica mejoran la calidad de la voz por un período aproximado de 3-4 meses, momento en el que debe procederse a reanudar el procedimiento, siendo recomendable, además, incluir dentro del tratamiento terapias para la rehabilitación de la voz.

"Lo que es indudable es que el uso de toxina botulínica mejora la calidad de la voz, la fluidez de la misma, la capacidad de comunicación y, por ende, la calidad de vida" afirman al unísono ambos expertos.

Etiquetas: Trastornos de la voz | bótox | disfonía espasmódica | temblor esencial benigno | disfonía tensional muscular | toxina botulínica | Quirónsalud | Hospital Quirónsalud San José | Dra. Ana Machado Martín | Dr. Alberto Pérez de Vargas Martínez