El uso excesivo de pantallas y dispositivos electrónicos empeora los dolores de cabeza

El uso prolongado de pantallas y dispositivos electrónicos se ha convertido en un factor cada vez más reconocido en la aparición o empeoramiento de distintos tipos de cefalea, especialmente la cefalea tensional y la migraña. Durante la última década, el tiempo diario frente a dispositivos electrónicos ha aumentado de forma significativa, con efectos directos sobre la salud visual, postural y neurológica (Chowdhury et al., 2022).
Mecanismos implicados
La exposición continua a pantallas implica un esfuerzo visual sostenido, con reducción del parpadeo, sequedad ocular y tensión de los músculos perioculares. Además, la postura mantenida del cuello y hombros favorece la contracción muscular y la isquemia local, lo que puede inducir dolor de tipo tensional (Koseoglu et al., 2021)-.
Por otro lado, la luz azul emitida por los dispositivos altera los ritmos circadianos, reduce la calidad del sueño y puede aumentar la excitabilidad cortical, contribuyendo a la aparición de crisis migrañosas en personas predispuestas (Chellappa et al., 2019; Ong et al., 2022).
Prevención y manejo
La Dra. Lucía Vidorreta Ballesteros, especialista en neurología y Coordinadora de la Unidad de Migrañas del Hospital Quirónsalud San José afirma que las estrategias más eficaces son sencillas, pero requieren constancia.
- Cuidar la postura: la pantalla debe estar a la altura de los ojos y la espalda apoyada en el respaldo.
- Ajustar la luz: evitar el brillo excesivo y favorecer la luz ambiental cálida.
- En pacientes con migrañas o predispuestos, es recomendable establecer límites de exposición digital diaria.
- Parpadear más y mantenerse hidratado a lo largo del día.
- Regla 20-20: cada 20 minutos, mirar algo a 6 metros durante 20 segundos.
- Realizar pausas visuales reales: levantarse, estirar el cuello.
- Reducir la exposición nocturna a pantallas y evitar el uso de dispositivos al menos una hora antes de dormir. Favorecer una adecuada higiene del sueño.
"En todo caso, cuando el dolor de cabeza se vuelve frecuente o incapacitante, es recomendable una valoración neurológica para descartar causas secundarias y diseñar un plan de manejo individualizado", señala la experta.
El dolor de cabeza asociado al uso excesivo de pantallas no es inevitable, de forma que identificar los factores desencadenantes y adoptar hábitos preventivos puede reducir significativamente su impacto en la calidad de vida.