Flebitis

¿A qué se debe la flebitis? Toda la información sobre esta patología: causas, síntomas y tratamientos.

Síntomas y causas

Se denomina flebitis a la inflamación de la capa interna de las venas. Aunque puede ocurrir en cualquier vena, generalmente se presenta en las de las piernas, los tobillos, los pies o los brazos.

De acuerdo a cuáles sean las venas afectadas, se distinguen dos tipos de flebitis:

  • Flebitis superficial: se produce en las venas superficiales de la piel. Es una patología frecuente y benigna, con buen pronóstico.
  • Flebitis profunda: afecta a las venas de los tejidos bajo la piel. Es menos frecuente pero puede ser muy grave.

Síntomas

Los síntomas de la flebitis varían dependiendo de su tipo:

  • Síntomas de flebitis superficial:
    • Eritema: enrojecimiento de la piel.
    • Abultamiento de la vena.
    • Sensibilidad y dolor en la zona, que aumenta al ejercer presión.
    • Aumento de la temperatura de la piel, sensación de calor.
    • Puede aparecer fiebre.
  • Síntomas de flebitis profunda:
    • Edema: hinchazón de la zona afectada.
    • Piel pálida o cianótica.
    • Endurecimiento de la vena.
    • Dolor sordo.
    • Disminución del pulso arterial en la zona.
    • Taquicardias.
    • Puede aparecer gangrena venosa: pérdida de sensibilidad y coloración violácea.

Causas

Generalmente, la flebitis se deriva de patologías infecciosas que afectan a la vena y provocan su inflamación (flebitis bacteriana), como la celulitis infecciosa, la neumonía o la endocarditis. También puede causarse por lesiones o traumatismos que dañen o irriten la vena (flebitis mecánica), como pueden ser golpes directos, quemaduras, cirugías o cateterismos. Asimismo, puede deberse a sustancias químicas que se introducen en la vena y resultan irritantes (flebitis química), como ocurre con las soluciones muy ácidas, muy alcalinas o hipertónicas.

La flebitis profunda, denominada tromboflebitis o trombosis venosa profunda, se origina por la formación de un trombo, o coágulo, en la vena. Los coágulos se forman por una alteración del flujo sanguíneo debido a una lesión, un trastorno de la coagulación o un periodo prolongado de inmovilidad.

Factores de riesgo

Entre los factores que aumentan el riesgo de padecer flebitis se encuentran:

  • Infecciones recientes.
  • Cirugías de cadera, rodilla o zona pélvica.
  • Fracturas óseas.
  • Heridas o lesiones en brazos y piernas.
  • Administración de medicamentos intravenosos.
  • Trastornos de la circulación, como varices o trombofilias.
  • Obesidad.
  • Sedentarismo.
  • Periodos prolongados de inactividad en las extremidades.
  • Tabaquismo.
  • Embarazo y postparto.
  • Uso de píldoras anticonceptivas o terapias de reemplazo hormonal con estrógenos.
  • Trastornos del sistema linfático.
  • Cáncer.
  • Trastornos inmunitarios, como lupus o enfermedad de Behcet.

Complicaciones

La flebitis superficial no reviste gravedad. Sin embargo, la flebitis profunda puede resultar peligrosa. Si el coágulo causante se desprende, puede desplazarse por el torrente sanguíneo hasta los pulmones, bloquear una arteria y desencadenar una embolia pulmonar que puede resultar mortal. Asimismo, la flebitis puede derivar en un síndrome postflebítico, una condición crónica causada por el aumento en la presión venosa que provoca úlceras en la piel y un dolor que puede llegar a ser incapacitante.

Prevención

Para prevenir la flebitis se pueden tomar medidas encaminadas a mejorar la circulación sanguínea:

  • Mantener un peso saludable.
  • Evitar el tabaco.
  • Llevar una dieta equilibrada baja en sal.
  • Hacer ejercicio de forma regular.
  • Descansar con las piernas elevadas.
  • Evitar las temperaturas muy altas.
  • Beber mucha agua.

En situaciones de inactividad prolongada, es recomendable levantarse, caminar o mover regularmente las extremidades.

¿Qué médico trata la flebitis?

La flebitis es evaluada y tratada en las unidades de angiología y cirugía vascular.

Diagnóstico

Después de estudiar los síntomas y los posibles factores de riesgo, se realizan varias pruebas para determinar de qué tipo de flebitis se trata:

  • Análisis de sangre: se miden los niveles del dímero D. Si existen coágulos, el nivel de esta proteína será elevado. No es concluyente, ya que pueden elevarse por otras patologías. También se buscan marcadores de infección, como los niveles de leucocitos, la proteína C reactiva o la sedimentación globular.
  • Ecografía DopplerEcografía DopplerEcografía : se toman imágenes mediante ultrasonidos que permiten visualizar el flujo sanguíneo y detectar la presencia de trombos.
  • Venografía: se visualizan los vasos sanguíneos mediante la inyección de un líquido de contraste en un examen con rayos X.

Tratamiento

El tratamiento difiere según se trate de flebitis superficial o profunda:

  • Flebitis superficial: el tratamiento está enfocado a disminuir la inflamación.
    • Elevación del miembro afectado para favorecer el retorno sanguíneo.
    • Administración de antiinflamatorios.
    • Aplicación de pomadas antisépticas, antiinflamatorias y heparinoides.
    • Uso de medias de compresión.
    • Administración de antibióticos, en caso de flebitis bacteriana.
  • Flebitis profunda: el tratamiento se centra en disolver los coágulos existentes y evitar la formación de otros nuevos.
    • Administración de anticoagulantes, como heparina o warfarina.
    • Administración de antiagregantes plaquetarios, como aspirina.
    • Administración de trombolíticos: fármacos que disuelven los coágulos. Solo se utilizan en casos de embolia pulmonar extremadamente grave, ya que existe un riesgo muy alto de hemorragias.
    • Filtro de vena cava: se implanta un dispositivo temporal en la vena cava inferior para evitar el desplazamiento del coágulo. Se utiliza cuando el paciente no puede recibir tratamiento con anticoagulantes o estos no son efectivos.
    • Flebectomía: proceso quirúrgico para extraer las venas afectadas.
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