elastografia de transiciónelastografia de transiciónConocer el grado de fibrosis hepática es muy importante para conocer el pronóstico de los pacientes que padecen cualquier enfermedad del hígado, como las hepatitis víricas, hepatitis autoinmunes, provocadas por fármacos o por el alcohol. Tradicionalmente para conocer el estado de fibrosis del hígado de estos pacientes se realizaba una biopsia hepática, una prueba ambulatoria que extrae un pequeño fragmento de tejido hepático que es analizado por el patólogo. Esta intervención no está exenta de riesgos, y es molesta para el paciente. En la actualidad, muchas de estas biopsias pueden evitarse utilizando un equipo de elastografía de transición, denominado comercialmente FibroScan, que ofrece una estimación indirecta del grado de fibrosis hepática de una forma no invasiva y con una buena correlación con la biopsia hepática.

La elastografía de transición mide la fibrosis de forma indirecta a través de una sonda que emite un pulso de sonido de baja amplitud de frecuencia. Dependiendo de la velocidad con la que esta onda atraviese el hígado se deduce el grado de fibrosis. Por ejemplo, si la onda viaja rápido nos indica que el hígado está más duro, lo que quiere decir que sufre más fibrosis; si la onda viaja más despacio, deducimos que tiene menos fibrosis.

El equipo consta de tres sondas. Una ecográfica para localizar la posición del hígado y dos propias de elastografía: una para pacientes estándar y otra (sonda XL) que permite obtener resultados en personas con obesidad o un hígado anatómicamente más profundo.

Esta medida de la dureza hepática se ofrece en kilopascales, existiendo una correlación entre los kilopascales obtenidos y el grado de fibrosis, que varían en función de la etiología de la enfermedad, extrapolando estos datos a la escala Metavir, que es la que se utiliza comúnmente para evaluar el grado de fibrosis en la biopsia hepática. Según esta escala, se puede clasificar la fibrosis en cuatro estadios diferentes: F0-F1 en que no existe fibrosis o ésta es leve; F2, mayor grado de fibrosis; F3 que correspondería a una fibrosis severa; y F4, que sería equivalente a una cirrosis hepática.

La elastografía de transición es una prueba que puede ser muy útil para cualquier médico que maneje patología hepática; desde el profesional de atención primaria que quiera conocer el grado de fibrosis de un paciente con alteración de las transaminasas, a un endocrinólogo que quiera valorar un hígado graso o a un especialista en Medicina Interna que desee valorar la afectación hepática y la necesidad de iniciar o modificar el tratamiento de un enfermo con hepatitis.

  • La prueba de elastografía de transición es sumamente sencilla. Dura alrededor de 15 minutos y ,a diferencia de la biopsia, no tiene ningún tipo de efecto secundario ni peligro para el paciente, es una prueba que no requiere preparación, es indolora y permite obtener la información del estado del hígado de forma instantánea.

elastografía de transición2elastografía de transición2