Las alergias primaverales afectan ya a más del 20 % de la población, advierten expertos del Hospital público Universitario General de Villalba

Las alergias primaverales afectan ya a más del 20 % de la población, advierten expertos del Hospital público Universitario General de Villalba

Las gramíneas y el olivo son los principales responsables de las alergias respiratorias en esta época del añoLas gramíneas y el olivo son los principales responsables de las alergias respiratorias en esta época del año
19 de mayo de 2025
Hospital Universitario General de Villalbaes/red-centros/hospital-universitario-general-villalba
  • Las gramíneas y el olivo son los principales responsables de las alergias respiratorias en esta época del año
  • El picor de ojos y nariz, mucodiasas, estornudos, congestión nasal, la tos o la dificultad para respirar son los síntomas más frecuentes, que pueden confundirse con un resfriado común
  • El uso de mascarillas FFP2, los tratamientos específicos y la inmunoterapia permiten un buen control de los síntomas

Con la llegada de la primavera, los niveles de polen aumentan de forma significativa y, con ellos, los casos de alergias respiratorias, que afectan ya a más del 20 por ciento de la población. En zonas como la Sierra de Guadarrama, donde la vegetación es especialmente abundante, este fenómeno se intensifica notablemente, tal y como explica el Dr. Ignacio Esteban Gorgojo, jefe del Servicio de Alergología del Hospital Universitario General de VillalbaEste enlace se abrirá en una ventana nueva -hospital público de la Comunidad de Madrid.

"El inicio y la intensidad de la temporada dependen de dos factores: la lluvia invernal, que favorece el crecimiento de la vegetación, y las temperaturas de primavera que, si se mantienen entre 20 y 30 grados, activan la polinización", apunta el especialista, advirtiendo que "este año, con una vegetación muy desarrollada, podemos tener niveles elevados de polen si se dan las condiciones térmicas adecuadas".

Las alergias respiratorias primaverales, provocadas principalmente por gramíneas y olivo, se presentan con síntomas como picor de ojos, nariz paladar u oídos, mucosidad, estornudos, congestión nasal, o incluso manifestaciones asmáticas, como tos, sensación de falta de aire o pitos al respirar. "Muchas veces se confunden con un catarro, pero si estos síntomas se repiten año tras año en la misma época, probablemente estamos ante una alergia al polen", aclara el especialista. Además, pueden agravar patologías respiratorias previas como el asma: "Hasta un 70 por ciento del asma es de origen alérgica; evitando o trabajando sobre los desencadenantes alérgicos podemos controlar el asma", asegura.

Aunque los niños y adolescentes son el grupo más afectado, cualquier persona puede desarrollar una alergia respiratoria, incluso en la edad adulta. "Nadie nace alérgico. Todos los alérgicos lo son a partir de un momento determinado. Es el entorno el que nos condiciona", puntualiza el Dr. Esteban.

El diagnóstico, clave para iniciar el tratamiento adecuado

El primer paso para abordar correctamente una alergia es identificar el alérgeno que la desencadena. A través de pruebas específicas, los especialistas determinan la sustancia responsable y pueden establecer un tratamiento adaptado a cada caso. Este puede incluir antihistamínicos, corticoides tópicos, broncodilatadores y, en determinadas situaciones, inmunoterapia.

"La inmunoterapia, comúnmente conocida como ‘vacunas’, es el único tratamiento que actúa sobre la causa de la alergia y no solo sobre sus síntomas. Más del 90 por ciento de los pacientes que la reciben experimentan mejoría", subraya el jefe del Servicio de Alergología del hospital villalbino. Y añade: "Como no todos los alérgicos son iguales, estudiamos cada caso de forma individualizada para valorar si es candidato a vacunarse".

Prevención y control: recomendaciones prácticas

Las alergias primaverales pueden interferir notablemente en el bienestar y las actividades cotidianas. Sin embargo, existen estrategias eficaces para minimizar su impacto y mantener una buena calidad de vida.

Además del tratamiento farmacológico, el uso de mascarillas FFP2 o FFP3 durante los días con mayor concentración de polen se ha consolidado como una medida especialmente útil. "Antes costaba que los pacientes aceptaran su uso, pero tras la pandemia todos las conocemos y hemos usado", apunta el Dr. Esteban. En este sentido, otras recomendaciones básicas incluyen ventilar la vivienda a primera hora de la mañana, evitar salir al campo en días secos y ventosos, y ducharse al llegar a casa tras haber estado al aire libre.

Por último, el especialista lanza un mensaje claro: las personas con alergia no deben resignarse. "Las alergias son comunes, pero no deben limitarnos. Contamos con herramientas eficaces para que quienes las padecen puedan mantener su actividad habitual, incluido el deporte, sin que la alergia defina su vida", apostilla.

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