Un estudio de la Fundación Renal Española y la Fundación Jiménez Díaz confirma cómo disminuir el impacto ambiental asociado a la diálisis

Un estudio de la Fundación Renal Española y la Fundación Jiménez Díaz confirma cómo disminuir el impacto ambiental asociado a la diálisis

Distintos formatos de recipientes utilizados en la terapia de diálisis y analizados en el estudio, contenedor, bolsa flexible y tanque de almacenamientoDistintos formatos de recipientes utilizados en la terapia de diálisis y analizados en el estudio, contenedor, bolsa flexible y tanque de almacenamiento
10 de septiembre de 2025
Hospital Universitario Fundación Jiménez Díazes/red-centros/hospital-universitario-fundacion-jimenez-diaz
  • La diálisis, terapia de reemplazo renal más común para tratar la enfermedad renal crónica, tiene un impacto ambiental significativo, que es menor si se utilizan tanques de almacenamiento y se opta por la administración centralizada de concentrado ácido en el dializado
  • La diferencia entre utilizar la opción con mayor huella de carbono frente a la de menor impacto ambiental en la población de estudio durante un año equivale a 682 vuelos Londres-Nueva York

La enfermedad renal crónica, afección de los riñones que aumenta el riesgo de fallecimiento prematuro o de necesitar una sustitución de la función renal, se convertirá en la tercera causa de fallecimiento en España en 2050 y la segunda, tras el alzhéimer, en 2100, según las previsiones de los expertos. Una vez avanzada, su tratamiento pasa por la diálisis o el trasplante, siendo la primera de estas dos terapias de reemplazo renal la más común. En el mundo, en torno a 5 millones de personas están en diálisis o trasplantadas, a pesar de que la mayor parte de la población mundial no tiene acceso a estas terapias.

Sin embargo, la diálisis, un tratamiento que filtra la sangre y elimina las toxinas, el exceso de agua y el desecho acumulado de la sangre, asumiendo a través de un dializador la función de los riñones cuando estos no pueden hacerlo de forma natural, tiene un impacto ambiental significativo, lo que genera inquietudes sobre su sostenibilidad a medida que aumenta la demanda, tal y como viene ocurriendo en los últimos años y como se estima que sucederá en mayor medida en las próximas décadas.

En este escenario, un estudio liderado por la Fundación Renal Española y participado por el Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD)Este enlace se abrirá en una ventana nueva, ha evaluado dicha huella ambiental en un aspecto concreto del procedimiento de hemodiálisis: el tipo de recipiente utilizado para almacenar el concentrado ácido que se utiliza para preparar el dializado.

Sus conclusiones, recientemente publicadas en la revista científica American Journal of Kidney Diseases, confirman que "la elección del recipiente para el concentrado ácido del dializado se asocia con un impacto ambiental diferencial", identificando un enfoque clave para reducir la huella de la terapia de reemplazo renal en el medioambiente.

Para ello, los investigadores realizaron un análisis del ciclo de vida (ACV) transversal retrospectivo de cuatro tipos de contenedores de concentrado de ácido utilizados en este tratamiento en quince centros de hemodiálisis de tres comunidades autónomas españoles -lo que representa aproximadamente el 5 por ciento de la población nacional en hemodiálisis-, midiendo en ellos, mediante la huella de carbono, 16 categorías adicionales de impacto ambiental, y considerando su ciclo de vida completo, incluyendo la producción, el transporte y la eliminación de residuos.

Resultados del estudio

Entre los resultados destacan la huella de carbono 1,63 veces mayor detectada en uno de los contenedores frente a un tipo de bolsa flexible, y 2,63 veces mayor que la de los tanques de almacenamiento, que presentaron el impacto medioambiental más bajo, sin diferencias entre ellos en función de su capacidad.

"La diferencia entre utilizar la opción con mayor huella de carbono frente a la de menor impacto ambiental en la población de estudio durante un año equivale nada menos que a volar desde Londres a Nueva York 682 veces", explican Rodrigo Martínez, principal investigador del estudio, junto con el Dr. Alberto Ortiz, jefe del Servicio de Nefrología e Hipertensión de la Fundación Jiménez Díaz e investigadores de su IIS-FJD participantes en el estudio.

El trabajo, además, "ha contado con la implicación de numerosos profesionales de la Fundación Renal Española, cuya experiencia asistencial en las unidades de hemodiálisis ha sido esencial para la recogida de datos y el análisis comparativo". En este sentido, Julia Audije, investigadora de la Fundación Renal Española; Jesús Portillo, responsable de Servicios Generales, y Natalia Martín, jefa de Calidad, han proporcionado y sistematizado los datos necesarios que han permitido al investigador principal llevar a cabo el estudio.

"Los principales contribuyentes a la huella de carbono fueron la producción de contenedores y la eliminación de residuos, en particular el uso de plástico y la producción y eliminación de contenedores", afirman los responsables del trabajo, añadiendo que "también se observaron diferencias significativas en el impacto ambiental de los diferentes contenedores en las 16 categorías de impacto, observándose las mayores diferencias en la ecotoxicidad del agua dulce, el uso de energías no renovables y la eutrofización del agua dulce".

"Este estudio respalda que la administración centralizada de concentrado ácido en el dializado -posible en los centros de hemodiálisis centralizados mediante el uso de contenedores más pequeños para los pacientes que necesitan personalización de la terapia- disminuirá su impacto ambiental", apunta el artículo.

Además -continua-, "la incorporación de concentrado ácido centralizado reduciría los riesgos para la salud de los trabajadores asociados con la manipulación de múltiples contenedores pesados", a lo que se añade que "el líquido centralizado ofrece mayor comodidad en su uso, evita el almacenamiento de contenedores individuales y simplifica la eliminación de residuos", concluye.

La Dra. Mª Dolores Arenas, directora asistencial y responsable de la Unidad de Investigación de la Fundación Renal Española, subraya que este trabajo "no se queda solo en un ejercicio académico, sino que aporta evidencia para orientar una práctica más sostenible en los centros de diálisis. De hecho, muchas de las medidas analizadas en este estudio ya forman parte de los procedimientos de la Fundación, y su aplicación demuestra que es posible compatibilizar la mejor atención al paciente con la reducción del impacto ambiental".

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