Quirónsalud Zaragoza participa en el estudio internacional MANIFEST-17K sobre la seguridad de la ablación de fibrilación auricular mediante campo eléctrico pulsado

El Instituto de Arritmias Quirónsalud Zaragoza, integrado por los doctores Antonio Asso, Naiara Calvo, Beatriz Jáuregui y Carlos López, ha participado en el estudio internacional MANIFEST-17K, publicado esta semana en la prestigiosa revista Nature Medicine, para demostrar la seguridad de la técnica de ablación auricular mediante campo pulsado.

Un total de 106 hospitales de 20 países diferentes, entre los que se encuentra Quirónsalud Zaragoza, al haber sido el segundo hospital privado español en llevar a cabo este método, han aportado sus datos al proyecto, analizando en concreto a 17.642 pacientes. El estudio refleja que, utilizando la energía de campo eléctrico pulsado mediante la tecnología de catéter Farawave de Farapulse/Boston Scientific, no se observó ninguna complicación esofágica, estenosis de venas pulmonares o lesiones sobre el nervio frénico. Estas tres incidencias raras -pero posibles- son las que pueden darse utilizando técnicas de ablación de índole térmica en la aurícula izquierda (la radiofrecuencia y la crioablación). De este modo, la incidencia nula en dichas complicaciones en una muestra tan amplia representa un aval de gran impacto en el establecimiento de la seguridad de esta tecnología para abordar la fibrilación auricular.

Desde la puesta en marcha de dicho programa en Quirónsalud Zaragoza, que tuvo lugar en el año 2022, casi 200 pacientes se han beneficiado de esta técnica, corroborando así los datos de seguridad que el estudio señala.

Qué síntomas provoca y cómo se aborda la enfermedad

La fibrilación auricular es el tipo de arritmia sostenida más habitual entre la población general. Suele presentarse en forma de episodios de palpitaciones con pulso rápido e irregular y de duración variable. En la actualidad, representa una auténtica epidemia en las sociedades occidentales, afectando frecuentemente a personas en las etapas centrales de su vida con el consiguiente deterioro en productividad laboral y calidad de vida. Aunque la medicación antiarrítmica puede reducir su frecuencia, su eficacia es parcial y conlleva un tratamiento continuado. Además, en muchos casos, la arritmia evoluciona en el tiempo y se cronifica, convirtiéndose en una fibrilación persistente.

En más del 95% de los pacientes que padecen esta patología, la arritmia se origina en unos "disparadores" eléctricos anormales que se sitúan en la entrada de las cuatro venas pulmonares en la aurícula izquierda del corazón. La base del tratamiento intervencionista era aislar eléctricamente, mediante un catéter, las zonas donde la arritmia se origina y, para ello, existían dos métodos: mediante calor, utilizando energía en forma de radiofrecuencia, o a través de frío con una técnica conocida como crioablación con balón.

Sin embargo, en ambos casos la lesión es térmica y no selectiva, existiendo la posibilidad de crear daños colaterales indeseados en los tejidos adyacentes a las venas pulmonares, como el esófago, los nervios o las venas. En la actualidad, la innovadora técnica de ablación mediante campo eléctrico pulsado, ha venido a revolucionar el procedimiento para tratar la fibrilación auricular. Usando este tipo de energía mediante campos eléctricos de alta intensidad y brevísima duración, la lesión no es de origen térmico y, por consiguiente, las estructuras circundantes críticas, como el esófago o los nervios principales, nunca resultan afectadas.