Gota y fiestas navideñas: cómo prevenir los brotes sin renunciar a celebrar

La Navidad se acerca y con ella las comidas especiales, los brindis y los momentos en familia o con amigos. Pero para quienes conviven con gota o presentan factores de riesgo, en estas fechas requiere especial atención la alimentación, los hábitos y el control de la enfermedad.

En España, casi 880.000 personas adultas padecen gota - 2,4% de la población - , aunque se estima que menos de la mitad de los casos graves están correctamente tratados, según la Sociedad Española de Reumatología. Muchos pacientes reciben dosis insuficientes para controlar la enfermedad, a pesar de que existen tratamientos eficaces que, mantenidos en el tiempo, permiten reducir los niveles de ácido úrico y evitar nuevos brotes.

"Observar los síntomas y atenderlos a tiempo ayuda a prevenir complicaciones y mantener la calidad de vida. La gota no solo genera dolor, sino que puede limitar la movilidad y afectar la rutina diaria si no se controla correctamente", explica la Dra. Orpinell, coordinadora del Servicio de Reumatología en el Hospital Universitari Sagrat Cor.

¿Qué es la gota y cómo se manifiesta?

La gota es un tipo de artritis que ocurre cuando el ácido úrico se acumula en las articulaciones, provocando inflamación, dolor intenso y dificultando el movimiento normal de la articulación.

Los brotes suelen comenzar por la noche o durante el descanso y pueden durar desde unas pocas horas hasta varios días. Algunas personas presentan episodios aislados, mientras que otras sufren brotes recurrentes que pueden afectar la movilidad y la calidad de vida a largo plazo.

El dolor suele aparecer de forma súbita, con una gran intensidad, especialmente en el dedo gordo del pie, aunque también puede afectar otras articulaciones como tobillos, rodillas o manos. La zona afectada se inflama, se enrojece y se siente caliente al tacto. Además, puede aparecer rigidez y dificultad para mover la articulación, lo que limita actividades cotidianas como caminar, subir escaleras o usar la zona afectada.

"No todas las personas con niveles elevados de ácido úrico presentan síntomas, pero en quienes ya han tenido un brote, el seguimiento clínico es esencial para evitar recurrencias y complicaciones articulares a largo plazo", explica la especialista.

Cómo cuidar la alimentación en Navidad

Aunque existe la creencia de que las fiestas provocan más brotes, lo cierto es que el ácido úrico se acumula de forma progresiva a lo largo del tiempo. Aun así, los excesos en comidas copiosas o el aumento del consumo de alcohol pueden actuar como desencadenantes en personas predispuestas. Por ello, mantener un equilibrio es clave: ajustar la alimentación, vigilar los síntomas y no abandonar la medicación si ya se está en seguimiento.

"No se trata de renunciar a celebrar, sino de encontrar un equilibrio. Una alimentación razonable y una buena hidratación pueden evitar un brote sin impedir que disfrutemos de la Navidad con familia y amigos", apunta la Dra. Orpinell.

Las recomendaciones más eficaces incluyen:

• Limitar carnes rojas, vísceras y mariscos, que elevan los niveles de ácido úrico.

• Reducir el consumo de alcohol, especialmente cerveza -incluso la sin alcohol, licores y bebidas azucaradas.

• Priorizar frutas, verduras y cereales integrales, además de mantener una adecuada hidratación – beber al menos dos litros de agua diarios-.

• Moderar los dulces y alimentos ricos en fructosa, que pueden favorecer brotes.

La gota también se asocia a otras condiciones como el síndrome metabólico, la hipertensión o la insuficiencia renal, por lo que un abordaje integral mejora la evolución de la enfermedad.

Prevención durante las fiestas y hábitos saludables más allá estas

Quienes ya están diagnosticados deben seguir las indicaciones del reumatólogo, incluyendo medicación si procede, y no abandonar el seguimiento. Además, es importante reconocer las señales tempranas de un brote. Consultar al médico ante estas señales permite iniciar el tratamiento rápidamente, acortar la duración del episodio y prevenir complicaciones.

"No hay evidencia que vincule directamente la Navidad con un aumento de casos, pero sí sabemos que los excesos pueden actuar como detonante en pacientes predispuestos", recuerda la especialista. "Prevenir es mucho más eficaz que tratar una crisis aguda".

Además de cuidar la alimentación durante las fiestas, es fundamental mantener los hábitos saludables a lo largo de todo el año. Mantener una dieta equilibrada, realizar ejercicio moderado de manera regular, hidratarse correctamente y cumplir con la medicación prescrita ayuda a reducir la frecuencia de los brotes y mejora la calidad de vida a largo plazo.

"La gota es una enfermedad que se puede controlar. Con una alimentación consciente y un buen seguimiento médico es posible disfrutar de las fiestas -y del día a día- sin que nos condicione", concluye la Dra. Orpinell.