Madrid sufre una explosión de pólenes: niveles de gramíneas y olivo diez veces superiores al umbral de riesgo alto

Madrid sufre una explosión de pólenes: niveles de gramíneas y olivo diez veces superiores al umbral de riesgo alto

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4 de junio de 2025
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La Comunidad de Madrid atraviesa una de las peores campañas de polinización de los últimos años. En las tres últimas semanas, se han registrado concentraciones de pólenes (plantago o llantenes) muy altos, de gramíneas y olivo superan en casi diez veces el umbral considerado de riesgo alto, fijado en 50 granos por metro cúbico de aire.

Según explica la Dra. M. Carmen García Avilés, especialista en Alergología e Inmunología Clínica en Ruber Internacional Centro Médico Habana, este incremento inusual se debe a una combinación de factores meteorológicos.

"Las lluvias abundantes durante marzo y abril han generado un desarrollo vegetativo exuberante, y con la subida brusca de temperaturas a principios de mayo se ha producido una floración explosiva. Esta mezcla es el cóctel perfecto para que los pólenes se disparen en el ambiente", señala la doctora.

Aumento de síntomas y nuevas consultas

Este fenómeno está teniendo un impacto directo en la salud de los ciudadanos incrementándose las enfermedades alérgicas, especialmente respiratorias, con una mayor incidencia en zonas urbanas. "Estamos viendo un aumento muy claro en las consultas, con pacientes que presentan estornudos persistentes, lagrimeo, congestión nasal, picor ocular, dificultad respiratoria y tos seca. Son síntomas que, si no se tratan adecuadamente, pueden derivar en problemas más serios como crisis asmáticas".

Dra. García AvilésImagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoDra. García AvilésSegún la doctora García Avilés, las partículas eliminadas en la combustión de los motores diésel y calefacciones en las ciudades crean un entorno desfavorable en las plantas que para defenderse producen "proteínas de estrés" que hacen más agresivos a los pólenes, con mayor potencial de alergenicidad. Además, los altos niveles de contaminación urbana impiden a los pólenes abandonar la atmósfera generando una "nube alergénica" aumentando el tiempo de exposición sobre zonas urbanas", precisa.

En este sentido, explica la doctora, la temporada de alergia se suele prolongar cuando aumentan la temperatura o las concentraciones de dióxido de carbono en el aire, produciéndose un adelanto y un incremento en la floración y como consecuencia mayor periodo de exposición al polen. A su vez, la escasez de precipitaciones origina que especies más débiles de plantas desaparezcan en algunas zonas y estén siendo sustituidas por otras más resistentes y alergénicas, produciendo pólenes más agresivos que permanecen más tiempo en la atmósfera.

Por ello, destaca la alergóloga de Ruber Internacional Centro Médico Habana, "algunos pacientes incluso refieren episodios de insomnio, fatiga o bajo rendimiento laboral y/o escolar debido a la intensidad y persistencia de las molestias. Esta situación está generando una mayor demanda de pruebas diagnósticas específicas, como prick tests o determinación de IgE específica, y la necesidad de ajustar tratamientos.

En opinión de la Dra. García Avilés, las personas que saben que son alérgicas al polen deben ser previsoras y tener siempre a mano los medicamentos recomendados por el alergólogo, tanto preventivos como sintomáticos, siguiendo las indicaciones dadas en consulta. Finalmente, según la historia clínica y todas las pruebas pertinentes, el alergólogo aconsejará en cada caso si es necesario o no iniciar una inmunoterapia o vacuna de la alergia frente a polen/es a los que se es alérgico, con el fin de minimizar o eliminar la sensibilización.

Madrid suele registrar picos importantes de polinización entre finales de abril y junio, pero lo ocurrido este año se ha salido de lo habitual. La causa principal radica en el clima anómalo que ha acompañado a la estación primaveral.

"Después de un invierno seco, marzo y abril nos sorprendieron con lluvias frecuentes e intensas, que facilitaron el desarrollo de plantas y árboles. Pero ha sido el calor repentino lo que ha sincronizado la floración de muchas especies. El resultado: una nube persistente de pólenes flotando en el aire durante semanas", explica la Dra. García Avilés.

Los pólenes más problemáticos están siendo los de gramíneas, los más alergénicos en la Península Ibérica, seguidos por el olivo, muy presente en la zona centro, y el plantago, común en parques y bordes de caminos. Su presencia simultánea agrava la situación para pacientes polisensibilizados.

Recomendaciones para protegerse de los pólenes

Ante este panorama, los especialistas insisten en seguir una serie de recomendaciones prácticas para minimizar la exposición y reducir el impacto de los síntomas:

  1. Evitar salir a la calle en horas de mayor concentración de polen (primera y última hora del día), evitando acudir a parques y jardines.
  2. Mantener las ventanas de casa cerradas para evitar la entrada de polen; bastan diez minutos para ventilar la casa (preferiblemente a mediodía).
  3. La ropa se debe tender en el interior de la casa para evitar que el polen se acumule sobre ella.
  4. Si se sale, utilizar gafas de sol para proteger los ojos del polen.
  1. Si se utiliza el coche, hay que hacerlo siempre con las ventanillas subidas y poner un filtro de polen en el aire acondicionado.
  2. Si se practica ejercicio físico regularmente, conviene hacerlo en casa. En los días de mayor concentración de polen es conveniente darse una ducha al llegar a casa y cambiarse de ropa para eliminar todo el polen que se haya podido acumular sobre el pelo, la piel y la vestimenta.
  3. Consultar diariamente cuál es la concentración de polen en la ciudad en que se vive (se puede hacer en la página de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica: www.polenes.comEste enlace se abrirá en una ventana nueva

"En muchos casos, los pacientes no son conscientes de que padecen una alergia estacional hasta que los síntomas se vuelven intolerables. Por eso es fundamental acudir al especialista, hacerse las pruebas necesarias y empezar el tratamiento lo antes posible", insiste la Dra. García Avilés.

Uno de los mensajes clave que lanza la especialista es la importancia de no normalizar los síntomas como si fueran un simple catarro primaveral.

"Cuando cada año se repite la misma sintomatología y coincide con los picos de polinización, estamos ante una clara sospecha de rinitis alérgica estacional. Un diagnóstico precoz permite iniciar tratamientos efectivos y, si es necesario, plantear inmunoterapia, que puede modificar la evolución de la enfermedad", concluye la doctora.


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