SIBO: qué sabemos hoy sobre el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado

SIBO: qué sabemos hoy sobre el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado

mujer-sufre-de-dolor-de-estomago- sibo - aparato-digestivo-hospital-universitari-dexeusmujer-sufre-de-dolor-de-estomago- sibo - aparato-digestivo-hospital-universitari-dexeus
17 de noviembre de 2025
Hospital Universitari Dexeuses/red-centros/hospital-universitari-dexeus
Aparato Digestivoes/especialidades/aparato-digestivo

El sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado, conocido como SIBO, es una condición que se caracteriza por una proliferación anómala de bacterias en una zona del intestino donde normalmente su presencia es limitada. Aunque se trata de una entidad clínica descrita desde hace décadas, su diagnóstico y tratamiento continúan siendo motivo de debate en la práctica médica.

Los doctores Javier Nebreday Dianelys Gutiérrez, del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitari Dexeus, coinciden en que el diagnóstico de SIBO debe considerarse solo en pacientes con factores predisponentes bien definidos. Entre ellos destacan alteraciones anatómicas intestinales, trastornos graves de la motilidad, enfermedades endocrinas como la diabetes o el hipotiroidismo, y condiciones como la rosácea, la enfermedad inflamatoria intestinal o el síndrome del intestino irritable (SII), especialmente en su forma con predominio de diarrea.

En cuanto a las pruebas diagnósticas, el cultivo del aspirado intestinal se considera el test de referencia, aunque su complejidad técnica y la posibilidad de resultados falsos limitan su uso. Los test de aliento, más accesibles y no invasivos, presentan baja precisión y deben interpretarse con cautela, especialmente en pacientes con tránsito intestinal acelerado o fenómenos fisiológicos que pueden interferir en los resultados.

Desde el punto de vista clínico, los síntomas más frecuentes incluyen:

  • Diarrea
  • Hinchazón
  • Distensión abdominal

En los casos de sobrecrecimiento de metano (IMO), el estreñimiento es más habitual. Dado que estos síntomas pueden coincidir con otras patologías digestivas funcionales, es fundamental una evaluación médica detallada para evitar el autodiagnóstico y asegurar un tratamiento adecuado.

El tratamiento suele basarse en el uso de antibióticos específicos, con una efectividad aproximada del 60%. En casos de recurrencias, el empleo de pautas cíclicas puede ser útil, aunque no todos los pacientes requieren intervención prolongada. El seguimiento debe ser individualizado, teniendo en cuenta la evolución clínica y los factores predisponentes.

Respecto a las medidas complementarias, los expertos advierten que no existe suficiente evidencia para recomendar dietas específicas como tratamiento del SIBO, aunque sí se reconoce su utilidad en otras patologías como el SII. Lo mismo ocurre con los probióticos: algunos han mostrado beneficios sintomáticos, pero aún no se ha determinado qué cepas son más eficaces ni cuál es la pauta óptima de uso.

Por otro lado, se destaca la importancia de modificar los hábitos de vida como parte del manejo integral: fomentar el ejercicio físico, mantener una buena hidratación, evitar el alcohol y el tabaco, y cuidar la salud mental. Aunque no hay estudios específicos sobre su impacto en el SIBO, sí existen evidencias en patologías digestivas funcionales.

Finalmente, los especialistas recuerdan que el SIBO presenta una tasa de recurrencia elevada, cercana al 50% al año, especialmente en pacientes con alteraciones anatómicas o trastornos graves de la motilidad. Por ello, insisten en la necesidad de desarrollar pruebas diagnósticas más precisas y estrategias terapéuticas más efectivas, evitando el uso indiscriminado de herramientas sin una indicación clara.

Contenidos de salud

Contenidos de salud

Conoce tu salud desde todas las perspectivas