Infecciones ginecológicas
¿Cuáles son los tipos de infecciones ginecológicas? Toda la información sobre estas enfermedades: causas, síntomas y tratamientos.
Síntomas y causas
Las infecciones ginecológicas son patologías producidas por microorganismos infecciosos, como virus, hongos o bacterias, que afectan al aparato reproductor femenino. Se pueden manifestar en el tracto reproductivo inferior (vulva, vagina y cuello uterino), como las infecciones vaginales, o en el tracto reproductivo superior (cavidad uterina, endometrio, trompas de Falopio y ovarios), como las infecciones pélvicas.
De acuerdo al origen de la infección, estas se clasifican en:
- Infecciones endógenas: causadas por desequilibrios en la flora vaginal, los microorganismos habitualmente presentes en el tracto reproductivo. Son comunes la candidiasis o la vaginosis bacteriana.
- Infecciones exógenas: las bacterias se introducen en el organismo desde el exterior.
- Infecciones o enfermedades de transmisión sexual (ITS o ETS): la infección se produce durante el contacto sexual. Son ejemplos el herpes genital, la infección por el virus del papiloma humano (VPH), la gonorrea, la tricomoniasis, infección por clamidia o la sífilis.
Las infecciones ginecológicas son muy frecuentes, siendo una de las principales causas de la visita a la consulta de ginecología. Aparecen generalmente en mujeres en edad fértil y suelen ser muy recurrentes.
Síntomas
Cada tipo de infección puede presentar sus propios síntomas. Sin embargo, hay una serie de signos comunes a la mayoría de infecciones ginecológicas:
- Enrojecimiento e inflamación de la zona genital.
- Picazón y escozor en la vulva y la vagina.
- Dolor al orinar o mantener relaciones sexuales.
- Flujo vaginal irregular: cambios en el color, la densidad y la cantidad.
- Olor intenso o desagradable en la zona genital.
- Llagas o verrugas en la zona genital, en algunos casos de infecciones de transmisión sexual.
- Dolor abdominal y fiebre, en casos más severos.
Causas
Como se ha mencionado, existen tres causas principales que provocan las infecciones ginecológicas:
- Alteración de la microflora vaginal: ciertos factores pueden favorecer la virulencia de los microorganismos de la vagina o disminuir las defensas locales:
- Falta de higiene.
- Duchas vaginales o productos espermicidas.
- Aumento de la humedad en la vulva por uso de salvaslips, sudoración excesiva o ropa húmeda.
- Lesiones o heridas en los tejidos.
- Anticonceptivos hormonales.
- Antibióticos.
- Embarazo.
- Diabetes.
- Transmisión sexual: se propagan de una persona a otra mediante el contacto sexual vaginal, oral o anal. Asimismo, algunas pueden contagiarse por contacto de piel a piel siempre que se involucren los genitales, la boca o el ano.
- Causas iatrogénicas: en procedimientos ginecológicos quirúrgicos, como un aborto inducido, un parto o la implantación de un DIU, puede producirse una infección si los microorganismos que se encuentran en la vagina o el cuello uterino son introducidos en el tracto reproductivo superior.
Factores de riesgo
Las probabilidades de padecer una infección ginecológica aumentan con estos factores:
- Relaciones sexuales con múltiples parejas sin protección.
- Duchas vaginales.
- Diabetes.
- Embarazo.
- Mala higiene genital.
Complicaciones
La mayor parte de las infecciones ginecológicas suelen ser leves y tienen buen pronóstico. Sin embargo, si no se tratan de forma adecuada, pueden tener consecuencias graves. Por ejemplo:
- La clamidia y la gonorrea pueden derivar en la enfermedad inflamatoria pélvica, una patología que causa inflamación en los órganos reproductores y puede acarrear problemas de infertilidad, embarazos ectópicos y abortos recurrentes.
- Otras infecciones, como el herpes, la gonorrea o la sífilis, pueden ser transmitidas de la madre al bebé, bien en el embarazo a través del cordón umbilical o bien durante el parto, pudiendo ocasionar daños graves al bebé e incluso muerte prenatal o neonatal.
- Las infecciones persistentes por VPH de alto riesgo aumentan el riesgo de sufrir cáncer en el cuello uterino, el ano, la vagina, la vulva o la garganta. También existen enfermedades ginecológicas incurables que manifiestan recidivas habituales, como el herpes o el VPH.
Prevención
Se pueden tomar algunas medidas para prevenir las infecciones ginecológicas:
- Mantener una higiene adecuada.
- Después de ir al baño, limpiar la zona desde delante hacia atrás, es decir, de la vagina al ano.
- Utilizar jabón sin perfumes.
- Mantener la zona genital seca.
- Utilizar ropa interior de algodón.
- Utilizar preservativo en las relaciones sexuales.
- Administrar la vacuna del VPH.
¿Qué médico trata las infecciones ginecológicas?
Las enfermedades ginecológicas son tratadas por los especialistas en ginecología y obstetricia, medicina familiar y comunitaria, así como en unidades de reproducción asistida.
Diagnóstico
El procedimiento diagnóstico para detectar infecciones ginecológicas suele ser sencillo:
- Examen físico para visualizar la zona externa y palpar los órganos pélvicos.
- Análisis de sangre y orina para confirmar algunas infecciones de transmisión sexual.
- Citología y análisis de muestras: mediante un hisopo o un espéculo vaginal, se obtiene y se analiza una muestra de la secreción del cuello uterino o de la vagina para identificar signos de infección.
- Tira de pH para medir la acidez vaginal.
Tratamiento
El tratamiento depende del agente patógeno que haya causado la infección ginecológica:
- Antimicóticos para las infecciones por hongos. Suelen ser de aplicación tópica.
- Antibióticos para las infecciones por bacterias.
- Antivirales para las infecciones por virus. Los antivirales no curan la enfermedad, sino que atenúan su avance y reducen las recurrencias.