Fernando Cerrón Campoó

Trayectoria profesional

Actualmente trabaja como físico médico en el Centro de Protonterapia, del grupo Quironsalud. Su formación abarca diversos campos relacionados con la física y la biología: tras licenciarse en Física, realizó un máster en Biofísica en la UAM, seguido de un doctorado en Biofísica donde investiguó la biofísica de la replicación del ADN mitocondrial humano. Al finalizar el doctorado, hizo la residencia en física médica en el Hospital Universitario de Canarias, y al acabar se incorporó como Radiofísico en el Centro de Protonterapia del Grupo Quironsalud, donde ha estado trabajando hasta ahora. Durante estos años, ha colaborado en diferentes proyectos de I+D como la caracterización y calibración de un TAC de doble energía, la participación en el desarrollo de diversos ensayos clínicos y elaboración de nuevos protocolos de tratamiento, así como la puesta a punto de un nuevo sistema de colimación para la técnica Pencil Beam Scanning en protonterapia basado en cerrobend reciclable. Además, tiene formación en física aplicada a la biología, campo que ayuda a comprender mejor el efecto molecular de la radiación sobre la célula, así como a participar en proyectos relacionados con la radiobiología, donde aporta conocimientos fundamentales en el campo. Además, también ha colaborado en grupos interdisciplinares como es el grupo GINECOR, grupo encargado de establecer los criterios de reirradiaciones de tumores ginecológicos con radioterapia.

Resumen proyecto

El proyecto tiene como objetivo principal realizar una estancia de formación intensiva en un centro de prestigio internacional especializado en radioterapia adaptativa guiada por resonancia magnética. Con esta beca se busca adquirir conocimiento y experiencia práctica en los nuevos protocolos clínicos desarrollados para esta tecnología de vanguardia. Durante la estancia en el centro se busca aprender de un equipo pionero en el uso del MR-Linac, lo que permitirá implementar en el centro de origen metodologías y procedimientos que actualmente no se dominan. Esta transferencia de conocimiento es crucial para implementar y optimizar tratamientos oncológicos de alta precisión, que se traducirán en una mayor efectividad terapéutica, una reducción significativa de los efectos secundarios y, en última instancia, una mejora sustancial en la calidad de vida de los pacientes. Es una inversión estratégica en la excelencia clínica y la innovación en el campo de la radioterapia.