Quirófanos híbridos

Los quirófanos híbridos suponen un gran avance en la cirugía intervencionista, ya que cuentan en una misma sala quirúrgica con dispositivos de diagnóstico por imagen y equipos de cirugía de alta precisión. De este modo, se puede llevar a cabo un trabajo multidisciplinar que permite obtener imágenes del proceso sin necesidad de trasladar al paciente.

Gracias a las imágenes en tres dimensiones que pueden obtenerse en tiempo real, los cirujanos tienen una visión clara tanto de la anatomía del paciente mientras aplican los tratamientos como del resultado.

En un quirófano híbrido se pueden aplicar tratamientos de distintas especialidades en cirugías complejas de forma rápida y menos invasiva, ya que el procedimiento se vuelve más sencillo. Al poder realizar todos los procesos en un quirófano estéril, la seguridad aumenta y se reduce el riesgo de infección o de complicaciones derivadas del cambio de posición o del aumento del tiempo de intervención .

¿Cómo funciona?

Para que se adapten a diferentes necesidades, los quirófanos híbridos son espacios flexibles que se pueden modificar para distintos tipos de intervenciones. Por norma general, cuentan con las siguientes características:

• Mesa quirúrgica multifuncional.
• Dispositivo de imagen o arco radiológico que proporciona imágenes angiográficas o de resonancia magnética nuclear (RMN).
• Blindaje para asegurar que la radiación no se propaga fuera del espacio de seguridad.
• Robots articulados capaces de practicar distintas intervenciones.
• Pantallas de alta resolución.
• Espacios diferenciados, contiguos y comunicados para disponer las máquinas y la sala de control.
• Iluminación quirúrgica móvil de fácil traslado.
• Iluminación ambiental.
• Sistemas de comunicación que permitan hablar tanto con las salas contiguas como con otras localizaciones.

¿Cuáles son los beneficios de los quirófanos híbridos?

Los quirófanos híbridos ofrecen grandes beneficios tanto a los pacientes como a los especialistas:

• Posibilidad de diagnosticar y tratar al mismo tiempo.
• Intervenciones más cortas y menos invasivas (con necesidad de menos incisiones).
• Mayor seguridad durante el proceso quirúrgico, ya que se reduce el riesgo de infección.
• Menos complicaciones postoperatorias.
• Información precisa en tiempo real del estado del paciente y de la evolución de la cirugía.
• Posibilidad de un abordaje multidisciplinar.
• Recuperación más rápida.
• Menor trauma físico para el paciente .

¿Cuándo están indicados?

Los quirófanos híbridos pueden utilizarse en todo tipo de intervenciones en las que es necesario obtener imágenes durante o después del procedimiento. Algunos de sus usos más habituales son en neurocirugía, cirugía general, cirugía vascular, cirugía cardiaca, urología, otorrinolaringología, radiología intervencionista, radiología, hemodinámica o traumatología.

Qué esperar de los quirófanos híbridos

Cuando un paciente se somete a una intervención quirúrgica en un quirófano híbrido, no percibe una gran diferencia frente a las operaciones convencionales, ya que la preparación es la misma. Además, en la mayoría de los casos permanece sedado durante el proceso.

Como es habitual en estos casos, el paciente firma el consentimiento informado y se viste con la bata facilitada por el centro médico. Después, se tumba en la camilla donde el anestesista le proporciona la medicación necesaria para evitar el dolor y las molestias durante el procedimiento. Si el paciente permanece despierto, se administra un sedante para que esté relajado.

Una vez finalizada la intervención, el paciente se recupera antes y suele mostrar mejores resultados.

Especialidades en las que se utiliza

Los quirófanos híbridos se adaptan a las necesidades de muy diversas especialidades, como la neurocirugía, la neurocirugía pediátrica, la cardiología, la cirugía vascular, la radiología, la urología, la cirugía general, la otorrinolaringología, la traumatología o la oncología.