Tecnología HIFU

El tratamiento con ultrasonidos focalizados de alta intensidad, conocido como tecnología HIFU por sus siglas en inglés (High Intensity Focused Ultrasound), se utiliza para destruir determinadas células de forma focalizada. En este procedimiento, se dirigen ondas sonoras de alta energía a un área concreta que, al incidir en los tejidos, producen un calor que destruye las células.

La tecnología HIFU tiene aplicaciones muy diversas, como el tratamiento de tumores cancerosos, nódulos tiroideos, temblor esencial (aquel que se produce de forma involuntaria) o Parkinson.

¿Cómo funciona?

El tratamiento HIFU basa su funcionamiento en la emisión de ultrasonidos de alta frecuencia dirigidos a una localización concreta del organismo. Cuando los haces de energía convergen en un punto, se produce una ablación (corte térmico del tejido) que destruye las células anormales.

En el tratamiento con ultrasonido focalizado de alta intensidad, se utiliza una lente que concentra los haces de ultrasonido para que incidan a la vez en una localización específica. Las ondas llegan al tejido objetivo con una temperatura de entre 55 y 80°C se mantienen sobre él durante unos pocos segundos.

¿Cuáles son los beneficios de la tecnología HIFU?

La principal ventaja de la tecnología HIFU es que permite un tratamiento no quirúrgico, por lo que se reducen los riesgos, las molestias y el tiempo de recuperación. Este procedimiento es mínimamente invasivo y raramente produce efectos secundarios de naturaleza leve.

¿Cuándo está indicado?

Las principales aplicaciones de la tecnología HIFU son:

• Tumores cancerosos, especialmente aquellos localizados en el recto, la mama, el hígado, el útero, el cuello del útero o la vagina. Los últimos estudios revelan que es una buena opción para tratar el cáncer de próstata.
• Neoplasias anormales, como los nódulos tiroideos.
• Temblor esencial.
• Temblores provocados por la enfermedad de Parkinson. En estos casos, los ultrasonidos de alta intensidad se enfocan al conjunto de neuronas que intervienen en la producción del temblor.

Qué esperar de la tecnología HIFU

La tecnología HIFU es un procedimiento no invasivo que se lleva a cabo de forma ambulatoria, por lo que no se precisa la hospitalización previa. Dependiendo de la patología que se trate, es posible que sea necesario permanecer 24 horas en observación antes de volver a casa, especialmente los pacientes con Parkinson.

Es necesario firmar un consentimiento informado y vestir únicamente con la bata hospitalaria. Además, se deben retirar las joyas, los elementos metálicos y las lentillas. También se desaconseja el uso de maquillaje y esmalte de uñas.

Una vez preparado y tumbado en la camilla, el paciente se introduce en un dispositivo de resonancia magnética (RM), que es un aparato circular que se mueve alrededor de la mesa. Conviene estar preparado porque emite ruidos de gran intensidad. Por este motivo, se facilitan tapones para los oídos. Las imágenes proporcionadas por la RM sirven de guía al especialista para enfocar los ultrasonidos al conjunto de células de interés.

En el momento en que los ultrasonidos inciden en el cuerpo, no se siente ningún dolor ni molestia. No obstante, es posible que posteriormente aparezca un edema, irritación u hormigueos en la piel de la zona que recibió las ondas.

El uso de tecnología HIFU está contraindicado en mujeres embarazadas, ya que la radiación es prácticamente inocua para los adultos, pero puede causar daños en el feto. Tampoco puede aplicarse en pacientes con implantes metálicos o marcapasos.

Especialidades en las que se utiliza

El tratamiento con ultrasonidos focalizados de alta intensidad es habitual en oncología, urología, ginecología, aparato digestivo, endocrinología y neurología.