El éxito de cualquier técnica depende sobre todo de la realización de un buen diagnóstico que permita aplicar la técnica adecuada para cada situación.

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En el caso de la inseminación artificial se consigue el embarazo entre un 15-25% de embarazo de los ciclos realizados con semen conyugal (IAC) y entre un 20-30% si se usa semen de donante (IAD). Suelen realizarse hasta 3-4 ciclos antes de plantearse otras opciones en caso de no conseguirse el embarazo.

Respecto a las técnicas de Fecundación In Vitro el resultado depende de la calidad de los embriones obtenidos, pudiendo variar entre un 10 y un 70% dependiendo de cada caso. Esta información la obtendremos mediante el análisis individualizado de su ciclo y se la facilitaremos antes de la transferencia embrionaria.

En cualquier caso, de forma global, actualmente se consigue de media un embarazo cada 3-4 embriones transferidos procedentes de óvulos propios y cada 2 embriones transferidos en el caso de óvulos de donante.

No siempre se consiguen obtener embriones de calidad suficiente para cumplir esta estadística, por lo que puede se necesaria la transferencia de un mayor número de embriones, o cambiar la técnica. Generalmente la evolución del propio ciclo nos aportará información suficiente para valorar el pronóstico.