Quirónsalud
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Dr. Juan Ramón Doménech, geriatra del Centro Médico Quirónsalud Mercado de Colón
El verano es una época de descanso y relax, pero también es una excelente oportunidad para mantener el cerebro activo, especialmente en los adultos mayores. A medida que envejecemos, es recomendable estimular nuestras capacidades cognitivas para prevenir el deterioro cognitivo y disfrutar de una mejor calidad de vida. En este post, te proporcionamos algunas actividades para mantener una mente activa durante el verano y cómo estas contribuyen a mejorar la salud cerebral.
En Quirónsalud, entendemos la importancia de cuidar tanto el cuerpo como la mente, por eso, hemos preparado este post con algunas con recomendaciones, para que puedas aprovechar la temporada estival y mantener tu cerebro en forma. Descubre cómo actividades simples y placenteras pueden ayudar a tu bienestar cognitivo, social y emocional.
Mantener una mente activa en los adultos mayores es crucial para preservar las funciones cognitivas y prevenir el deterioro cognitivo. A medida que envejecemos, el cerebro experimenta cambios naturales que pueden llevar a un deterioro cognitivo. Sin embargo, el cerebro es un órgano plástico que puede adaptarse y fortalecerse con la estimulación adecuada. De hecho, estudios científicos han demostrado que las actividades mentales, junto con el ejercicio físico, son fundamentales para mantener la agudeza mental y prevenir el deterioro cognitivo.
En el contexto de la geriatría, es importante proporcionar a los adultos mayores actividades de estimulación cognitiva que sean tanto divertidas como desafiantes. Esto no solo ayuda a mejorar la memoria, sino que también contribuye a mantener un mejor estado anímico, reduciendo el riesgo de depresión y mejorando funcional y la autonomía para realizar actividades diarias.
Existen muchas actividades que se pueden realizar en verano para mantener la mente activa en los adultos mayores. Algunas de ellas incluyen:
Leer libros y artículos: La lectura estimula el cerebro y mejora la concentración. Optar por libros de interés personal o incluso leer sobre temas que no se han explorado previamente puede ser muy enriquecedor. La lectura ayuda a mantener la mente alerta y mejora la memoria a corto y largo plazo.
Resolver crucigramas y rompecabezas: Este tipo de juegos de lógica son excelentes para mantener el cerebro activo. Los crucigramas, sudokus y otros rompecabezas ayudan a mejorar el pensamiento lógico, la memoria y la resolución de problemas.
Ejercicios de memoria: Realizar ejercicios específicos para mejorar la memoria, como recordar listas de palabras o eventos pasados, ayuda a fortalecer las conexiones cerebrales. Esto puede ser especialmente útil para aquellos que están en riesgo de padecer enfermedades cognitivas.
Aprender algo nuevo: Nunca es tarde para aprender algo nuevo, ya sea un idioma, un instrumento musical o una habilidad manual como la jardinería o la pintura. El aprendizaje constante estimula la neuroplasticidad, lo que significa que el cerebro puede seguir formando nuevas conexiones a cualquier edad.
Terapias creativas: Actividades como la pintura, la escultura o la escritura creativa no solo estimulan el cerebro, sino que también fomentan la autoexpresión y el bienestar emocional.
Juegos de mesa en grupo: Los juegos de mesa, como el ajedrez o las cartas, son perfectos para mantener el cerebro activo mientras se socializa con otros. La interacción social también es fundamental para el bienestar mental de los adultos mayores.
Terapias de estimulación cognitiva: En centros especializados, se pueden realizar programas diseñados específicamente para estimular áreas cognitivas como la memoria, la atención y la resolución de problemas.
La estimulación mental en los adultos mayores no solo ayuda a mantener una buena salud cognitiva, sino que también tiene otros beneficios significativos, como:
Mejora de la memoria y la concentración: Las actividades que desafían el cerebro, como los rompecabezas o la lectura, pueden mejorar la capacidad de recordar hechos y concentrarse en tareas diarias.
Reducción del riesgo de demencia: Los estudios sugieren que las personas que participan en actividades cognitivas regulares tienen menos probabilidades de desarrollar enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y otras formas de demencia.
Prevención de la depresión: Las actividades mentales que implican interacción social también son útiles para prevenir la depresión, una condición que afecta a muchos adultos mayores debido a la soledad y la falta de estímulos.
Mejora del estado de ánimo: Realizar actividades placenteras y que impliquen un desafío mental puede mejorar el ánimo general, al reducir el estrés y la ansiedad.
Mejora la capacidad funcional y fomenta de la independencia: Al mantener el cerebro activo, los adultos mayores pueden conservar su capacidad para realizar actividades cotidianas, lo que les ayuda a ser más independientes y a mantener su autonomía.
El ejercicio físico también juega un papel crucial en la salud cerebral. En combinación con la estimulación cognitiva, el ejercicio regular contribuye a la circulación sanguínea cerebral, lo que mejora el flujo de oxígeno y nutrientes al cerebro. Además, el ejercicio fomenta la liberación de endorfinas, que son neurotransmisores asociados con la reducción del estrés y la mejora del estado de ánimo.
Algunas actividades físicas recomendadas para adultos mayores son:
Caminar: Es una actividad de bajo impacto que mejora la circulación y reduce el riesgo de enfermedades cardíacas, al mismo tiempo que mantiene el cerebro saludable.
Tai Chi o yoga: Estas prácticas suaves ayudan a mejorar la flexibilidad, el equilibrio y la concentración, y son excelentes para reducir el estrés.
Bailar: El baile es una forma divertida de ejercitar el cuerpo y el cerebro. Además de mejorar la salud cardiovascular, el baile estimula la memoria espacial y la coordinación.
Ejercicios de resistencia muscular: permiten mejorar nuestra salud muscular, movilidad, reducir riesgo de caídas, además de los comentados beneficios en la situación cognitiva y anímica. Deben adaptarse a las posibilidades de cada persona.
Se recomienda que los adultos mayores realicen actividades de estimulación cognitiva y ejercicio físico al menos de 30 a 60 minutos al día. No es necesario realizar todo de una vez; se puede repartir a lo largo del día para evitar el agotamiento. Lo importante es mantener un equilibrio entre actividad mental y física, y disfrutar del proceso.
Las actividades sociales son esenciales para la salud mental de los adultos mayores. Participar en grupos de lectura, clases de arte, o incluso en eventos familiares o comunitarios puede tener un impacto muy positivo. La interacción social ayuda a prevenir el aislamiento, que es un factor de riesgo significativo para el desarrollo de problemas de salud mental, como la depresión.
En España, existen diversas organizaciones y centros especializados que ofrecen programas para mantener la mente activa de los adultos mayores. Estos incluyen centros de día, actividades en residencias de mayores, y asociaciones que organizan talleres de estimulación cognitiva. Quirónsalud también ofrece programas de rehabilitación cognitiva y actividades adaptadas a las necesidades de cada paciente.
El verano es el momento perfecto para que los adultos mayores se enfoquen en mantener su cerebro en forma y disfrutar de actividades enriquecedoras que estimulen su mente. Recuerda que mantener una mente activa y participar en actividades cognitivas y físicas tiene beneficios no solo para la salud cerebral, sino también para la salud emocional y el bienestar general.
Si tú o un ser querido necesitas orientación o apoyo para implementar estas actividades, consulta a nuestros especialistas en geriatría de Quirónsalud, quienes te ayudarán a crear un plan personalizado para mejorar la calidad de vida.
Para más información, contacta con nosotros o pide cita en tu centro Quirónsalud más cercano.
Dra. Erika Torres, jefa de la Unidad de Neurociencias del Hospital Quirónsalud Torrevieja
La demencia es una condición que afecta a millones de personas en todo el mundo, especialmente a la población de más de sesenta y cinco años. En España, se estima que más de 800.000 personas padecen algún tipo de demencia, siendo la enfermedad de Alzheimer la más prevalente.
Esta enfermedad no solo impacta al individuo afectado, sino también a sus familiares y cuidadores, generando desafíos en la vida diaria y en la gestión emocional. A pesar de los avances en la investigación, la demencia sigue siendo una condición cognitiva con una limitación funcional compleja que requiere un enfoque multidisciplinario para su manejo.
La demencia es un término general que describe un conjunto de síntomas cognitivos que producen una limitación funcional de la persona que lo padece. Más coloquialmente se puede definir como un deterioro moderado-intenso de habilidades como la memoria, el pensamiento, el comportamiento y a su vez la capacidad para realizar actividades cotidianas. No es una enfermedad específica, sino un síndrome que puede ser causado por diversas patologías. Es la última etapa de la enfermedad que sufre cualquier paciente que padece una enfermedad neurodegenerativa. Los patologías que pueden dar lugar a una demencia incluyen:
Enfermedad de Alzheimer: Es la causa más frecuente de demencia, representando entre el 60% y el 70% de los casos. Se caracteriza por la acumulación de placas de proteína beta-amiloide en el cerebro, lo que interfiere con la comunicación entre las células cerebrales.
Demencia vascular: Resulta de una serie de pequeños accidentes cerebrovasculares que interrumpen el flujo sanguíneo al cerebro, causando daño cerebral.
Demencia con cuerpos de Lewy: Se caracteriza por la presencia de depósitos anormales de proteína alfa-sinucleína en el cerebro, lo que afecta las funciones cognitivas y motoras.
Demencia frontotemporal: Afecta principalmente a las áreas del cerebro responsables de la personalidad, el comportamiento y el lenguaje.
Cada tipo de enfermedad neurológica que produce deterioro cognitivo en el paciente tiene características específicas, pero todos comparten el deterioro progresivo con el paso del tiempo.
Los síntomas iniciales pueden ser sutiles y a menudo se confunden con los signos normales del envejecimiento. Sin embargo, algunos de los primeros indicios incluyen:
Pérdida de memoria reciente, como olvidar conversaciones o citas importantes.
Dificultad para realizar tareas cotidianas que antes eran familiares.
Desorientación en tiempo y espacio, como perderse en lugares conocidos.
Problemas con el lenguaje, como dificultad para encontrar las palabras adecuadas.
Cambios en el juicio o en la toma de decisiones.
Cambios de personalidad o comportamiento, como volverse más ansioso, deprimido o irritable.
Es importante destacar que estos síntomas deben ser evaluados por un profesional de la salud, ya que pueden ser indicativos de otras condiciones tratables.
Existen varios factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar demencia, algunos de los cuales son modificables:
Edad avanzada: El riesgo aumenta significativamente con la edad.
Antecedentes familiares: Tener familiares cercanos con demencia puede aumentar el riesgo, sin embargo, esto ocurre en una minoría de los casos. Porque la mayoría de los casos no son hereditarios.
Enfermedades cardiovasculares: Condiciones como hipertensión, diabetes y colesterol alto pueden contribuir al riesgo.
Estilo de vida poco saludable: El tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y la falta de ejercicio físico son factores de riesgo.
Bajo nivel educativo: Se ha observado que un menor nivel de educación puede estar asociado con un mayor riesgo.
Aislamiento social y depresión: La falta de interacción social y la depresión pueden aumentar el riesgo de demencia.
Adoptar un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular y mantener una vida social activa, puede ayudar a reducir el riesgo.
El diagnóstico implica una evaluación exhaustiva que incluye:
Historia clínica completa: Incluye antecedentes médicos y familiares.
Evaluación cognitiva: Pruebas estandarizadas para medir la memoria, el pensamiento y otras funciones cognitivas. En algunos casos con un screening basal, será suficiente, sin embargo el estudio de otros pacientes requerirá la realización de un estudio neuropsicológico.
Exploración física y neurológica: Para descartar otras condiciones que puedan causar síntomas similares.
Pruebas de laboratorio en sangre y en líquido cefalorraquídeo: Para detectar deficiencias nutricionales, infecciones o problemas metabólicos. En muchos de los casos, por tanto se requerirá realizar una punción lumbar
Imágenes cerebrales: Técnicas como la resonancia magnética (RM) o la tomografía por emisión de positrones (PET) para observar cambios metabólicos en el cerebro.
Es fundamental un diagnóstico temprano para iniciar el tratamiento adecuado y planificar el cuidado necesario.
Los tratamientos no farmacológicos son fundamentales en el manejo y la prevención de la demencia y pueden mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes:
Estimulación cognitiva: Actividades diseñadas para mantener o mejorar las funciones cognitivas, como juegos de memoria, ejercicios de atención y resolución de problemas.
Terapia ocupacional: Ayuda a los pacientes a mantener su independencia en las actividades diarias, como vestirse, alimentarse y asearse.
Musicoterapia: La música puede mejorar el estado de ánimo, reducir la ansiedad y estimular recuerdos en personas con demencia.
Terapia asistida con animales: La interacción con animales puede reducir la agitación y mejorar el bienestar emocional de los pacientes.
Terapia de reminiscencia: Consiste en recordar y hablar sobre experiencias pasadas, lo que puede mejorar el estado de ánimo y la comunicación.
Ejercicio físico: Actividades como caminar o bailar pueden mejorar la movilidad, el equilibrio y el bienestar general.
Estimulación magnética transcraneal: se ha visto en determinados estudios que dando impulsos electromagnéticos en dianas cerebrales se puede ayudar a pacientes seleccionados a conservar ciertas capacidades cognitivas y manejar sintomatología conductual
Estas terapias deben ser adaptadas a las necesidades individuales de cada paciente y realizadas bajo la supervisión de profesionales capa.
Las enfermedades neurodegenerativas son entidades progresiva, lo que significa que los síntomas empeoran con el tiempo. Sin embargo, el ritmo de progresión varía según el tipo de patología y las características individuales del paciente:
Enfermedad de Alzheimer: Generalmente progresa lentamente, y los pacientes pueden vivir con la enfermedad durante muchos años.
Demencia vascular: El progreso depende de la gravedad, la frecuencia de los accidentes cerebrovasculares y el control de los factores de riesgo cardiovascular.
Demencia con cuerpos de Lewy: Los síntomas pueden fluctuar y empeorar rápidamente.
Demencia frontotemporal: Suele afectar a personas más jóvenes y puede progresar rápidamente.
Aunque no hay cura, un diagnóstico temprano y un manejo adecuado pueden mejorar la calidad de vida y prolongar la independencia del paciente.
En España, existen diversos recursos y servicios para apoyar a las personas con demencia y a sus familias:
Centros de día: Ofrecen atención durante el día, incluyendo actividades terapéuticas, cuidado personal y apoyo social.
Residencias geriátricas: Proporcionan atención las 24 horas del día para personas con demencia avanzada que requieren cuidados constantes.
Servicios de atención domiciliaria: Profesionales visitan el hogar del paciente para proporcionar asistencia en las actividades diarias y apoyo emocional.
Asociaciones y fundaciones: Organizaciones como la Fundación Alzheimer España ofrecen información, apoyo y recursos para pacientes y cuidadores.
Programas de formación y apoyo a cuidadores: Cursos y talleres diseñados para ayudar a los cuidadores a mejorar sus habilidades y reducir el estrés.
Es recomendable contactar con los servicios sociales locales o con asociaciones especializadas para obtener información sobre los recursos disponibles en cada área.
En Quirónsalud, contamos con un enfoque integral y multidisciplinario para el manejo de la demencia, centrado tanto en el paciente como en sus familiares. Nuestro objetivo es mejorar la calidad de vida, ralentizar el progreso de la enfermedad y proporcionar el mejor acompañamiento posible durante todas las fases del proceso.
Nuestros servicios incluyen:
Evaluación diagnóstica avanzada: A través de consultas especializadas en neurología y neuropsicología, que permiten establecer un diagnóstico precoz y preciso. Además se puede derivar al paciente en edad avanzada a geriatría si así lo requiere.
Planes de tratamiento personalizados: Que integran medicación, terapias no farmacológicas, intervenciones sociales y acompañamiento familiar.
Enfermería de neurología y talleres de educación: para educar al paciente y a los familiares en la patología que padece y en el manejo de complicaciones que puede tener
Terapias de estimulación cognitiva y funcional: En centros con profesionales capacitados para mantener el mayor grado de autonomía del paciente.
Atención psicológica al cuidador: Porque entendemos que cuidar a una persona con demencia requiere también cuidar al cuidador.
Coordinación con servicios sociales: Para acceder a recursos asistenciales, ayudas legales y asesoramiento en todas las etapas del proceso.
En nuestros centros, trabajamos con el compromiso de ofrecer un entorno seguro, humano y especializado que permita a las personas con demencia envejecer con dignidad y apoyo profesional.
La demencia es un reto creciente en una sociedad que envejece, pero también es una oportunidad para mejorar cómo cuidamos a nuestros mayores. A través de un diagnóstico temprano, un tratamiento adecuado y un entorno de apoyo, es posible ralentizar la progresión de las enfermedades que la producen y mejorar el bienestar de quienes la padecen.
Si tú o un ser querido presenta signos de deterioro cognitivo, no lo dejes pasar. Cuanto antes se actúe, mejores serán los resultados. Consulta con los especialistas de neurología de Quirónsalud, donde te acompañaremos con cercanía, experiencia y la mejor atención médica.
Texto elaborado por Rocío Práxedes, dietista-nutricionista de la Unidad de Obesidad del Hospital Quirónsalud Valencia
La pérdida de apetito en personas mayores, conocida como hiporexia, es una preocupación creciente en España.
Este fenómeno no solo afecta la ingesta de alimentos, sino que también puede tener consecuencias graves para la salud, como desnutrición, debilidad muscular y un mayor riesgo de infecciones.
Es fundamental abordar esta situación con estrategias nutricionales adecuadas para mejorar la calidad de vida de nuestros mayores.
La hiporexia puede ser causada por diversos factores, tanto físicos como emocionales. Entre las causas más comunes se incluyen:
Problemas dentales: La dificultad para masticar debido a la pérdida de dientes o dentaduras mal ajustadas puede hacer que comer sea incómodo.
Trastornos gastrointestinales: Problemas como el estreñimiento, la acidez estomacal o la sensación de saciedad temprana pueden reducir el deseo de comer.
Medicamentos: Ciertos fármacos pueden tener efectos secundarios que disminuyen el apetito.
Enfermedades crónicas: Condiciones como la diabetes, insuficiencia renal o enfermedades cardíacas pueden influir en el apetito.
Factores emocionales: La depresión, la soledad o el estrés pueden afectar negativamente el deseo de alimentarse.
Una ingesta insuficiente de nutrientes puede llevar a diversas complicaciones:
Desnutrición: Deficiencias en vitaminas y minerales esenciales como el calcio, el hierro y la vitamina D.
Debilidad muscular: La falta de proteínas provoca pérdida de masa muscular (sarcopenia), aumentando el riesgo de caídas.
Inmunosupresión: Un sistema inmunológico debilitado hace a las personas mayores más susceptibles a infecciones.
Deshidratación: La falta de interés en los alimentos también puede incluir una ingesta insuficiente de líquidos.
Impacto en enfermedades crónicas: La desnutrición agrava enfermedades preexistentes y puede dificultar su tratamiento.
Para mejorar la ingesta alimentaria en personas mayores con poco apetito, se pueden implementar las siguientes estrategias:
Fraccionar las comidas: Ofrecer 5 a 6 comidas pequeñas al día en lugar de 3 grandes. Esto puede ayudar a evitar la saciedad precoz y facilitar la ingesta de nutrientes.
Enriquecer los alimentos: Añadir ingredientes como leche en polvo, mantequilla, frutos secos o queso a los platos para aumentar su valor calórico y nutricional.
Preparar alimentos atractivos: Presentar los platos de manera colorida y apetitosa puede estimular el interés por comer.
Limitar líquidos durante las comidas: Beber líquidos media hora antes o después de las comidas para evitar la sensación de saciedad prematura.
Ofrecer alimentos fáciles de masticar: Preparar platos con texturas suaves y fáciles de tragar, especialmente si hay problemas dentales o de deglución.
Fomentar la actividad física: El ejercicio moderado puede aumentar el apetito y mejorar el bienestar general.
Crear un ambiente agradable: Comer en un entorno tranquilo y en compañía puede hacer que las comidas sean más placenteras.
Es esencial contar con la orientación de profesionales de la salud, como dietistas-nutricionistas y geriatras, para diseñar un plan nutricional y dietético personalizado que aborde las necesidades específicas de cada persona mayor. Además, es fundamental realizar un seguimiento regular para evaluar la eficacia de las estrategias implementadas y realizar ajustes según sea necesario.
La pérdida de apetito en personas mayores es un desafío que requiere atención y acción. Implementar estrategias nutricionales adecuadas puede mejorar significativamente la salud y calidad de vida de nuestros mayores. Si un ser querido experimenta dificultades con la alimentación, le invitamos a consultar con nuestros especialistas en geriatría y nutrición en Quirónsalud. Estamos aquí para ayudarle a mantener una vida saludable y plena.
Más información:
https://www.quironsalud.com/valencia/es/cartera-servicios/unidad-obesidad
https://www.quironsalud.com/hospital-murcia/es/cartera-servicios/nutricion
https://www.quironsalud.com/torrevieja/es/cartera-servicios/endocrinologia-nutricion
https://www.quironsalud.com/alicante/es/cartera-servicios/unidad-obesidad-diabetes-tipo-2
El periodo de vida que se inicia tras la jubilación puede ser una oportunidad para continuar aprendiendo y disfrutar de la vida con intensidad, en contra de la extendida creencia que describe esta etapa como un periodo de retiro fisico, intelectual y social progresivo. En este post, los especialistas en geriatría de Quriónsalud te contamos las mejores actividades y estrategias para para mantener un adecuado estado físico y emocional y alcanzar el reto de envejecer con salud plena tras ese periodo de transición que supone la jubilación.
Con el envejecimiento, atravesamos por un periodo de cambio que podría afectar negativamente a nuestro estado físico, emocional y social que podría, a su vez, incrementar nuestra vulnerabilidad o riesgo de perder calidad de vida. Por ese motivo, es importante desterrar mitos y falsas creencias y entender el periodo que iniciamos tras la jubilación, como una excelente oportunidad para incrementar nuestra actividad física y relaciones sociales. Existe una contundente evidencia científica que demuestra que incrementar nuestra actividad física, de forma ordenada, en términos de ejercicio aeróbico y de resistencia muscular, mantener una actividad cognitiva activa y relacionarse activamente con otras personas, evita la discapacidad y dependencia y, por tanto, prolonga nuestros años con calidad de vida.
A continuación, te contamos las mejores estrategias y consejos para integrar en tu rutina diaria:
Caminar de forma regular es una de las mejores actividades, además resulta económica y puede realizarse en cualquier lugar. Supone además una excelente oportunidad para hacer una actividad en grupo y compartir experiencias. Caminar ofrece beneficios no solo a nivel osteoarticular y muscular, sino cardiovascular, cognitivo, emocional y social. La intensidad debe adaptarse a la situación de cada persona y puede aumentarse progresivamente. Caminar mejora nuestra capacidad aeróbica
Estas prácticas combinan movimiento suave con respiración y meditación. Son ideales para mejorar la flexibilidad y el equilibrio. Este tipo de ejercicio ayuda a reducir el estrés, mejora la concentración y la movilidad. Se recomienda buscar clases para mayores en tu comunidad o incluso realizarlo en tu propio domicilio de forma telemática. Es recomendable consultar con el médico antes de comenzar cualquier programa nuevo.
La natación es una actividad de bajo impacto que es excelente para las articulaciones, al igual que el aquagym. Este ejercicio nos ofrece incremento de fuerza y resistencia musculares y con un mínimo impacto sobre las articulaciones, lo que lo hace muy recomendable para las personas mayores. Ofrece además la posibilidad de realizarlo en grupo.
Los ejercicios de fuerza son esenciales para mantener la masa muscular y la densidad ósea y son probablemente, junto con los ejercicios aeróbicos, los más recomendables en las personas mayores. Nuestro máximo desarrollo muscular se da entre los 40-45 años, perdiendo a partir de ese momento masa muscular de forma gradual. Esta pérdida de masa muscular o sarcopenia puede hacerse más intensa en periodos de enfermedad o inactividad, incrementando el riesgo de dependencia. Existe una forma efectiva de evitarlo, minimizando riesgos y mejorando nuestra calidad de vida y es haciendo ejercicios de fuerza o resistencia muscular. Estos ejercicios además mejoran, de forma demostrada, la situación cognitiva, anímica y socialización. Es importante romper falsas creencias y entender que la edad adulta es la que más justificado tiene realizar ejercicio, incluso más que los jóvenes, y hacerlo de forma multidimensional, incorporando la fuerza y el ejercicio aeróbico a nuestra rutina, de forma controlada por un profesional y con carácter progresivo. Estas dinámicas nos permitirán además evitar caídas y reducir la cantidad de tratamientos que tomamos.
Mantener una adecuada reserva cognitiva puede evitar desarrollar problemas de memoria o deterioro cognitivo. Se ha demostrado que la actividad física y social es también efectiva en este sentido, pero debemos realizar actividades que supongan esfuerzo mental a la vez que nos resulten divertidas y atractivas.
Los juegos de mesa suponen un buen método para ejercitar la atención, la memoria, la concentración, la planificación y la ejecución a la vez que resulta estimulante y atractivo y permite la socialización. Siempre que tengamos la oportunidad debemos buscar grupos y clubes que faciliten este tipo de actividades
La lectura también resulta una actividad gratificante que estimula la mente y amplía el conocimiento. Mejora las capacidades cognitivas globales, espacialmente la memoria.
Tanto en el caso de actividades grupales como individuales, es recomendable ser activo en su búsqueda a través de la incorporación a sociedades que permitan tanto poder desarrollarlas como fomentar las relaciones sociales. En este sentido, acudir a viajes organizados o realizar salidas culturales también es muy recomendable.
En contra de la creencia de que la juventud debe ser expansiva y activa y el envejecimiento un periodo, más o menos prolongado de involución o declive, debemos entender que el grupo de personas más mayores dentro de una sociedad son las que de forma más justificada deben buscar la actividad física y social. Esta actitud permitirá alejar riesgos y mejorar, con el paso de los años, su independencia y calidad de vida. Las áreas funcional, cognitiva, emocional y social están, de alguna manera, conectadas entre sí, de forma que si ejercitamos una de ellos obtendremos beneficio en todas ellas y, por otra parte, cuando practicamos cualquiera de ellas, estaremos practicando igualmente el resto.
Si necesitas orientación sobre cómo empezar o adaptar estas actividades a sus necesidades, te invitamos a consultar a los especialistas en geriatría de Quirónsalud.
Texto elaborado por el doctor Juan Ramón Doménech, jefe de la Unidad de Geriatría de Centro Médico Quirónsalud Mercado de Colón
El uso de absorbentes para adultos mayores es un tema sensible, pero es una realidad para muchos pacientes que en su proceso de envejecimiento inician o presentes algún tipo de incontinencia. Estos productos son recomendables en los casos en los que existe algún tipo de incontinencia, generalmente en grado moderado o severo, y su uso adecuado puede mejorar significativamente la calidad de vida. En este post, te contamos cuándo se necesitan los absorbentes para adultos, cómo elegir los más adecuados y cómo afrontar este aspecto de la atención al mayor con la máxima sensibilidad.
La incontinencia urinaria consiste en la pérdida del control de la vejiga urinaria o la incapacidad para controlar la micción que finaliza con la salida involuntaria de orina. Afecta a todos los grupos de edad y a ambos sexos y su prevalencia puede alcanzar hasta un 55%. Aunque también existen casos de incontinencia fecal, esta suele ocurrir en casos de enfermedad neurológica avanzada, aguda o en casos de patología local intestinal, siendo la incontinencia urinaria mucho más frecuente.
La incontinencia puede ser de muchos tipos, siendo los más frecuentes la incontinencia de urgencia, en la que existe una rápida y repentina necesidad de miccionar que ocasiona que no alcancemos a tiempo el wc, la incontinencia funcional, en la que el sistema de micción funciona de forma correcta pero, debido a una limitación funcional de mayor o menor grado, no alcanzamos el wc a tiempo, y, por último, la incontinencia de esfuerzo, definida como aquella que se da en los casos de pérdidas asociadas al esfuerzo de la tos, risa o aquellos en los que aumenta la presión abdominal. De todas ellas, la incontinencia de urgencia esta mas vinculada al envejecimiento pero, sobre todo, a determinadas enfermedades como las neurodegenerativas y es el tipo de incontinencia a la que debería limitarse el uso de absorbentes.
El uso de absorbentes para adultos mayores suele ser necesario cuando el paciente se enfrenta a problemas de incontinencia. Existen casos en lo que su uso es común, aunque debería evitarse, como en aquellos en los que existe movilidad reducida o dificultad para acudir al wc. En estos casos en los que el paciente siente la necesidad de miccionar, pero no puede acudir al wc o bien necesita mucho tiempo para hacerlo por un patrón de marcha muy lento, debe ser prioritario mantener la continencia bien utilizando instrumental de ortopedia o bien acudiendo de forma programada al wc incluso antes de sentir la necesidad. Por tanto, los absorbentes deberían tener un uso limitado para aquellos casos en los que existe una incontinencia "real" o, como se le denomina, de urgencia, y evitar su uso en los casos de limitación funcional o incontinencia funcional.
Como suele ocurrir, es difícil establecer patrones fijos en las indicaciones de estos dispositivos y siempre deberemos individualizar cada situación. En Quirónsalud, nuestros geriatras y profesionales de la salud trabajan para evaluar las necesidades individuales de cada paciente y determinar si los absorbentes son la solución adecuada. La decisión debe tomarse con sensibilidad y en consenso con el paciente y sus familiares, dado que una decisión errónea en este contexto podría reducir significativamente tanto el bienestar como la dignidad del paciente mayor.
Elegir el absorbente adecuado depende de varios factores. Aunque el principal, como ya hemos comentado, está condicionado por el grado y severidad de la incontinencia, también otros factores como la opinión del paciente, tipo de incontinencia, características de esta o incluso la sensibilidad cutánea pueden influir en la decisión o estrategia final.
Existen diferentes tipos de absorbentes para adultos, como los ajustables y los tipos slip, y cada uno tiene características específicas.
En Quirónsalud, te ayudamos a seleccionar el producto más adecuado, considerando la comodidad, absorción y facilidad de uso. Te recomendamos elegir absorbentes que ofrezcan una buena capacidad de absorción, sean cómodos y minimicen el riesgo de irritaciones en la piel.
El uso de absorbentes para adultos requiere ciertos cuidados para prevenir complicaciones como irritaciones de la piel o infecciones.
Es fundamental cambiarlos con frecuencia para mantener la piel limpia y seca. Además, es importante limpiar y secar bien la piel antes de colocar uno nuevo. En Quirónsalud, ofrecemos orientación sobre cómo realizar estos cuidados de manera adecuada y cómo identificar signos de irritación o infección. Nuestros profesionales están disponibles para responder cualquier duda y asegurar que el paciente reciba la mejor atención.
Manejar la dignidad y privacidad del paciente es crucial cuando se utilizan absorbentes para adultos. Es importante abordar el tema con respeto y sensibilidad, y asegurar que el proceso se realice en un entorno privado y, sobre todo, es obligado realizar una adecuada aproximación diagnóstica que permita establecer una correcta indicación y selección del tipo de absorbente.
En Quirónsalud, nuestros profesionales están capacitados para proporcionar esta atención de manera que se preserve la dignidad del paciente. La comunicación abierta y el apoyo emocional también son esenciales para ayudar al paciente a adaptarse a esta situación con confianza y tranquilidad.
El uso prolongado de absorbentes puede llevar a problemas dermatológicos como dermatitis por contacto o infecciones que incluyen eritema, erupciones o áreas de piel caliente e inflamadas. En Quirónsalud, nuestros expertos te enseñarán a identificar estos signos y a tomar medidas preventivas. La evaluación regular de la piel y el uso de productos protectores pueden ayudar a prevenir estos problemas.
Existen varias opciones para la gestión de la incontinencia, incluyendo cambios en la dieta, ejercicios del suelo pélvico, reeducación vesical consistente en acudir al wc antes incluso de sentir necesidad de orina, especialmente útil en los casos de incontinencia funcional y que puede evitar el uso de absorbentes y, por último, existen medicamentos orientados a mejorar la incontinencia aunque deben ser indicados con cautela y de forma muy individualizada por sus importantes efectos adversos en los mayores. En algunos casos, los dispositivos médicos como los dispositivos de soporte uretral o tratamientos quirúrgicos pueden ser considerados. En Quirónsalud, trabajamos con cada paciente para explorar todas las opciones disponibles y encontrar la solución que mejor se adapte a sus necesidades y condiciones.
Existen diferentes tipos de absorbentes diseñados para los diferentes tipos y grados de incontinencia. Los absorbentes de alta absorción son útiles para los casos de incontinencia severa, mientras que los pañales de menor capacidad pueden ser adecuados para casos leves. También hay opciones para personas con movilidad limitada, como los absorbentes tipo slip que facilitan el cambio y son más anatómicos, aunque como ya hemos comentado, en estos casos de incontinencia funcional, se debe intentar corregir la incontinencia con medidas de reeducación y evitar en lo posible el uso de dispositivos de incontinencia.
En Quirónsalud, ayudamos a elegir el tipo de absorbente que mejor se ajuste a las necesidades específicas del paciente, garantizando comodidad y eficacia.
En Quirónsalud, ofrecemos asesoramiento integral sobre el uso de absorbentes para adultos mayores, incluyendo selección de productos, técnicas de cuidado y manejo de posibles problemas.
Nuestro equipo de geriatras y enfermeras está disponible para consultas y para proporcionar orientación personalizada. Si tienes preguntas o necesitas ayuda, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
Estamos aquí para apoyarte y asegurar que tanto el paciente como la familia reciban la mejor atención y apoyo.
La gestión de la incontinencia en adultos mayores puede ser un desafío, pero con la orientación adecuada y el uso de los productos correctos, es posible mejorar la calidad de vida y mantener la dignidad del paciente. En Quirónsalud, estamos comprometidos en proporcionar la mejor atención y apoyo a nuestros pacientes y sus familias. Si estás buscando asesoramiento sobre el uso de absorbentes para adultos mayores o necesitas ayuda con el manejo de la incontinencia, no dudes en consultar con nuestros expertos. Tu bienestar y el de tus seres queridos es nuestra prioridad.
Más Información:
Encontrarás información sobre como mejorar la calidad de vida de las personas mayores de mano de profesionales especializados en el tratamiento de las patologías más comunes en la tercera edad. Todo ello con el objetivo de cuidar de su salud y bienestar y la de sus familiares.
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