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Blog de la Dra. Fernández Letamendi. Geriatría. Hospital Quirónsalud Zaragoza

  • Recomendaciones para prevenir caídas en personas mayores (parte II)

    Vamos a enumerar , en ésta segunda parte, consejos sencillos y de fácil aplicación, para prevenir caídas en mayores:

    1. Mantenerse activo mediante la práctica de ejercicio físico adecuado a esta edad: nos ayudará a mantener la fuerza, la coordinación, el equilibrio, la flexibilidad y la energía, lo que va a ser fundamental para poder seguir siendo independiente en su día a día.
    2. Tener un entorno seguro: Más del 50% de las caídas se producen en el hogar. Para evitarlo se recomienda:
      • Tener siempre una buena iluminación: tener una luz de emergencia o de fácil acceso, especialmente cuando se levante por la noche.
      • Si se tiene escaleras, poner interruptores en la parte superior e inferior de las mismas y agarrarse siempre a una barandilla tanto para subirlas como para bajarlas.
      • Levantarse lentamente, hacerlo rápido favorece el ortostatismo (bajada brusca de tensión).
      • Evitar tener alfombras; en caso de usarlas, asegurarnos de que quedan bien sujetas al suelo y que no tienen irregularidades, arrugas o pliegues que faciliten los tropiezos.
      • Retirar las cosas con las que pueden tropezar (paquetes, cables de aparatos eléctricos, del teléfono, etc.) de las zonas de paso.
      • Usar un calzado que sujete bien el pie, con suelas de goma antideslizante, que no sean ni muy finas ni muy gruesas. No usar tacones, zapatos destalonados, o zapatos tipo zueco o chancleta: con ellos es más fácil tropezar. Revisar periódicamente los pies para vigilar el estado de las uñas, durezas, callosidades, o incluso heridas.
      • En la cocina es recomendable que los utensilios que se usen habitualmente estén al alcance de la mano. Para acceder a lugares altos utiliza escaleras estables, aunque siempre es recomendable pedir ayuda o contar con dispositivos adaptados para traerlos hacia nosotros. Nunca usar taburetes.
      • Para limpiar los suelos no utilizar abrillantadores o ceras. Evita pisar el suelo mojado. Para la limpieza y descolgado de cortinas o superficies en alto es recomendable que nos ayuden.
      • En el baño es recomendable sustituir la bañera por un plato de ducha ( con tratamiento antideslizante, o si no es posible con alfombrilla antideslizante) y colocar barras de apoyo, fijadas a la pared. Si tiene inestabilidad, es recomendable usar una silla de ducha y un adaptador para alargar la manguera de la ducha. Una vez que se salga de la ducha, se recomienda que haya una alfombrilla antideslizante para terminar de secarse y calzarse. No cerrar nunca con pestillo la puerta del cuarto de baño y si se puede, en caso de estar solos, mejor tener a mano un teléfono o el botón de teleasistencia.
    3. Revisión de los medicamentos que toma:
      • La polimedicación, en especial cuando incluye psicofármacos, o tratamientos para la hipertensión, la diabetes o la insuficiencia cardiaca aumentan el riesgo de caídas.
      • Revise con su medico de Atención Primaria o su Geriatra periódicamente sus tratamientos, por si alguna medicación se ha mantenido prescrita de manera prolongada una vez resuelto el problema médico, o si se puede suspender alguna (guiado en criterios que ya están estandarizados).
      • Es importante la prevención y el tratamiento de la osteoporosis para evitar fracturas , asegurándonos de tener un buen aporte de calcio en nuestra dieta (leche, queso yogur…), y de vitamina D (principalmente tomando 15 minutos diarios de sol sin protección). No debemos tomar suplementos por nuestra cuenta, ya que un exceso de los mismos puede ser peligroso, por lo que siempre deberemos consultar con nuestro médico antes de tomarlos.
    4. Mantener un peso adecuado es muy importante ya que la obesidad favorecelas caídas, pero el bajo peso se ha relacionado con mayor índice de fracturas tras caídas. Evite el alcohol y el tabaco.
    5. Revisar la agudeza visual y la audición y utilizar corrección con gafas o audífonos si son necesarios.
    6. Asistencia médica lo más precoz posible cuando se tenga algún signos de infección, cuadros de desorientación o cualquier signo de descompensación de patología previa.
    7. En ocasiones se utilizan ayudas técnicas (bastón, muletas…) que no son las mas adecuadas para el paciente y pueden aumentar el riesgo de caídas. Es conveniente siempre que sea valorado para poderle indicar que ayuda técnica es la mas adecuada en su caso. Especialmente en centros residenciales, pero de aplicación en todos los pacientes con riesgo alto de caídas, habría que valorar la colocación de protectores de cadera.
    8. Si ya ha tenido una caída, es recomendable SIEMPRE consultar con un Geriatra, para recibir valoración individualizada y valorar que no sufre posteriormente el "síndrome de temor a caer" que mermará mucho su calidad de vida, y que la mayor parte de las veces puede superarse con una intervención especializada.
  • Recomendaciones para prevenir caídas en personas mayores (parte I)

    CaidasCaidasLas caídas son uno de los síndromes geriátricos que con mas frecuencia atendemos los geriatras, generan numerosas visitas a los servicios médicos de Atención primaria o de Urgencias hospitalarias, y son la causa principal de lesiones en las personas mayores, con más frecuencia mujeres. Este es el primero de los dos post, en los que abordaremos las consecuencias de las caídas para comprender su importancia en el paciente mayor y como podemos prevenirlas.

    A medida que se envejece, la probabilidad de caerse es mayor. El 30% de los mayores de 65 años y el 50% de los mayores de 80 años, se caen al menos una vez al año. Además, estos adultos de edad avanzada que sufren una caída, tienen dos o tres veces más probabilidades de caerse de nuevo en el plazo de un año. Las consecuencias de una lesión por caída accidental pueden reducir considerablemente la calidad de vida del anciano, y son una importante causa de morbilidad, discapacidad y mortalidad entre ellos.

    Por eso, el abordaje de las caídas es algo muy importante, y debemos consultar siempre que un anciano haya tenido una caída aunque no objetivemos consecuencias aparentes.

    Una fractura puede ser el comienzo de problemas mas serios, como el miedo a que se repita la caída (y eviten actividades tales como caminar, ir de compras o relacionarse), o incluso que obligue a una limitación en la movilidad temporal, que puede llevar asociadas consecuencias mas graves ( discapacidad, trastornos de la marcha, delirium, heridas por presión ó incluso que pueden incrementar el riesgo de mortalidad al año). Todo esto sin contar con el fuerte impacto emocional y económico a nivel familiar. Por lo tanto, se puede y se debe hacer un abordaje médico, realizado por un especialista en trastornos de la marcha y caídas, habitualmente un geriatra, que nos aconseje y ayude para minimizar el riesgo.

    Las caídas y sus repercusiones tienen varios componentes causales, como el grado de osteoporosis previo, la ausencia de adaptaciones del hogar, los patrones de movilidad, la polimedicación, los déficits visuales o auditivos, las caídas previas… Pero también puede estar favorecida por determinadas patologías (diabetes, depresión, problemas vasculares en las piernas, deterioro cognitivo, ictus, polineuropatías, parkinsonismo…..) o por determinados medicamentos.

    Tengámoslo por lo tanto muy claro: LAS CAÍDAS SON EVITABLES, SE PUEDEN PREVENIR.

    Lo primero que nos podemos preguntar, es cómo podemos saber si nuestros padres o personas mayores cercanas, están o no , dentro de este grupo de mayores con alto riesgo de caídas.

    Para ello os recomendamos este sencillo test con 6 preguntas

    • ¿Se ha caído alguna vez en el último año?
    • ¿Toma más de cuatro medicamentos al día?
    • ¿Está diagnosticado de infarto cerebral o de enfermedad de Parkinson?
    • ¿Tiene problemas con el equilibrio?
    • ¿Deja de andar cuando habla?
    • ¿Es incapaz de levantarse de una silla cuya altura está a nivel de las rodillas sin utilizar los brazos?

    Si tres o más de las respuestas son positivas, existe un riesgo relativamente alto de caídas, por lo que se recomienda acudir a una consulta de Geriatría o de su medico de Atención Primaria para valorar este riesgo y las medidas de intervención a realizar en cada paciente concreto. Estas medidas pueden ser preventivas, o a nivel de valoración de patología, ayudas técnicas si se precisan o medicación.

    El segundo punto importante que conviene conocer es qué hacer y cómo comportarnos si nos caemos. Esto es de aplicación para cualquier persona a cualquier edad, pero más en mayores. Conviene que tengamos este tema hablado e incluso ensayado con ellos, para que cuando pase no les pille tan desprevenidos.

    Qué hacer si sufre una caída

    • Si se cae, manténgase lo más calmado posible.
    • Respire profundamente varias veces para tratar de relajarse. Permanezca quieto en el suelo, o donde cayó , unos momentos para reponerse de la sorpresa e impacto de haberse caído.
    • Analice entonces si tiene dolor importante en algún sitio, especialmente brazos o piernas, antes de levantarse. Levantarse demasiado rápido o de manera equivocada puede empeorar una lesión. Si tiene dolor agudo es preferible que pida ayuda y permanezca en el suelo.
    • Si no tiene un dolor importante, y piensa que puede levantarse con seguridad sin ayuda, voltéese hacia un lado. Descanse nuevamente mientras su cuerpo y la presión arterial se ajustan. Después colóquese en posición " a cuatro patas" y trasládese gateando hacia una silla fuerte y estable.
    • Coloque las manos en el asiento de la silla y deslice un pie hacia delante de manera que quede plano en el suelo. Mantenga la otra pierna doblada de manera que la rodilla esté en el suelo. Desde esta posición arrodillada (en genuflexión) , levántese lentamente y gire su cuerpo para sentarse en la silla. Manténgase sentado hasta que este completamente recuperado, no tenga ningún mareo y crea que puede incorporarse con garantías. Si no es así es preferible pedir ayuda y permanecer sentado.
    • Llevar consigo de manera constante un teléfono móvil o inhalámbrico o un dispositivo de teleasistencia, podría hacer más fácil llamar a alguien si necesita ayuda. Es muy importante insistirles en ello, especialmente en los ancianos que viven solos.

    En un segundo post hablaremos sobre consejos específicos para prevenir caídas en mayores.
    Recordar que seguimos atendiéndo de manera presencial o telemática en la consulta de la Unidad de Geriatría Quirónsalud de Zaragoza.

  • Entrevista en Oncología Cuéntame sobre oncogeriatría

    En este nuevo post os presentamos una entrevista en la que hablamos de Oncogeriatria, para explicar qué puede aportar la geriatría a nuestros mayores en general y en concreto a los que padecen patología oncológica.

    ONCOLOGÍA CUÉNTAME

    "En un año especialmente difícil para todos, el año 2020, el año de la pandemia…un año para olvidar o para recordar siempre…. en este año que ya se va, a Oncología Cuéntame y a una servidora, nos gustaría despedirlo haciendo un pequeño homenaje a nuestros mayores, por haber sido ellos una parte de esta sociedad especialmente vulnerable.

    Por eso, hoy, Oncología Cuéntame quiere hacerles protagonistas y aportar su granito de arena, dando a conocer una especialidad médica que se dedica a ellos, a sus cuidados, y que por ser relativamente "joven" en su desarrollo y en la formación de los profesionales, es algo desconocida.

    Para ello, he invitado a una compañera que precisamente por la pasión con la que vive su profesión, no ha tenido ninguna duda en aceptar esta humilde invitación.

    Ella es Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, Especialista en Geriatría y Gerontología. Posee un Máster en Cuidados paliativos por la Universidad de Valladolid y Máster en Actualización y Desarrollo Profesional en Geriatría por la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir"

    Escuchar y leer aquí

  • ¿Cómo podemos identificar una descompensación cardiaca, en un paciente mayor?, ¿En qué puede ayudarnos el Geriatra?

    Sin títuloSin títuloLa insuficiencia cardiaca congestiva (ICC) es la causa más frecuente de hospitalización en personas mayores de 65 años. Es una enfermedad crónica de gran prevalencia, que afecta a más de medio millón de personas en España. Su incidencia no para de incrementarse, por el progresivo envejecimiento de la población y por la alta prevalencia en éste segmento de edad, de enfermedades asociadas a ella, como la hipertensión arterial, la obesidad y la diabetes .

    Se asocia a mayor riesgo de institucionalización, reingreso, disminución de calidad de vida y aumento de mortalidad en el paciente mayor que la padece.

    Debe ser abordada desde el punto de vista multidisciplinar y son fundamentales, para la mejora del paciente, los cuidados posteriores a un episodio de ICC, tras el alta y el seguimiento estrecho. En su éxito se conjugan el tratamiento farmacológico y el no farmacológico.

    Los síntomas más clásicos que nos deben hacer sospechar una descompensación cardiaca son:

    • Disnea: dificultad respiratoria, con sensación de falta de aire
    • Oliguria: disminución de la cantidad de orina al día.
    • Nicturia: tenerse que levantar muchas veces al baño a miccionar por la noche, especialmente en mujeres, ya que en varones puede deberse, a síndrome prostático.
    • Ortopnea: precisa para dormir de varias almohadas o dormir sentad@ porque si no, se tiene dificultad respiratoria.
    • Edemas : hinchazón de extremidades inferiores.

    Sin embargo, con mucha frecuencia, especialmente en mayores, la ICC puede presentarse de manera atípica, asociada a desnutrición, fatiga, cansancio, debilidad muscular (que incluso favorezca caídas), anorexia, ansiedad, depresión, delirium o deterioro cognitivo.

    En el 70% de los casos de Insuficiencia Cardiaca (IC) en el anciano, la causa principal incluye la hipertensión arterial y la enfermedad isquémica coronaria. Pero, es más frecuente que la causa sea multifactorial. Pueden asociarse, a los anteriores, a valvulopatías, trastornos del ritmo, abuso de alcohol, toma de determinados fármacos, insuficiencia renal, anemia o disfunción tiroidea, entre otras enfermedades.

    Factores desencadenantes o agravantes

    1. El incumplimiento terapéutico (fármacos o dieta) es responsable de hasta dos tercios de las ICC en pacientes ancianos.
    2. En enfermos hospitalizados la sobrecarga de fluidos es una causa importante.
    3. La pérdida de reserva cardiovascular es frecuente en enfermos ancianos, y, como resultado, cualquier patología aguda, o incluso el empeoramiento de enfermedades crónicas, puede desencadenar o agravar un cuadro de insuficiencia cardiaca.

    ¿Cómo podemos ayudaros los Geriatras a tener más controlada la Insuficiencia Cardiaca?

    • Podemos valorar las causas de la descompensación teniendo, en muchas ocasiones, un diagnóstico más precoz, ya que al conocer la presentación atípica es mas fácil orientar el diagnostico.
    • Podemos ajustar el tratamiento farmacológico, teniendo en cuenta las posibles interacciones con otros fármacos y la influencia que va a tener el envejecimiento en la respuesta a algunos de ellos: lo que está indicado para un paciente de 50 años, puede ser contraproducente para uno de 75, en atención a su comorbilidad, su edad biológica y grado de fragilidad.
    • Podemos ayudar a valorar la indicación de derivación a Cardiología para determinadas pruebas específicas o plantear determinados tratamientos intervencionistas, que puedan mejorar su calidad de vida.
    • Podemos asesoraros en varios aspectos del tratamiento no farmacológico que son muy importantes:

    1. La educación de enfermos, familiares y cuidadores: es pieza fundamental en el tratamiento de la IC. Los pacientes cumplen mejor con el tratamiento si entienden y conocen su enfermedad. Se pueden clarificar aspectos de la vida diaria, como por ejemplo, los viajes, la alimentación más adecuada, cómo debe ser el control del peso o la actividad sexual.
    2. Recomendaciones sobre ejercicio físico: en las fases iniciales de la IC, la realización de programas de acondicionamiento físico permitirá al paciente mejorar síntomas como la disnea y la fatiga y aumentar su "endurance" (resistencia al esfuerzo). Sin embargo, en las fases más avanzadas, debemos adaptarnos y no forzar, porque podemos provocar una descompensación. Os ayudaremos, a vosotros y vuestros cuidadores, a distinguir estas fases y aconsejaros el perfil de ejercicio mas adecuado, y a valorar si es aconsejable la ayuda profesional del Rehabilitador/Fisioterapeuta.
    3. Inmunización: se recomienda la vacunación antigripal (anual) y neumocócica según protocolo.
    4. Apoyo psicológico: la depresión es muy frecuente en IC y debe ser tratada activamente por el Geriatra, valorando los tratamientos que tengan menos interacciones. Así mismo, es frecuente un mayor grado de deterioro cognitivo, que conviene vigilar y reevaluar periódicamente.
  • Consejos para personas mayores y sus familiares sobre cómo afrontar esta nueva fase de la pandemia

    Por desgracia, nos encontramos ante un nuevo e importante repunte de casos de la pandemia en España. No por esperado (se intuía que podría empeorar la situación de cara al Otoño/Invierno) deja de afectarnos anímicamente a todos. Vamos a intentar centrarnos en lo constructivo, lo que realmente nos ayude a nosotros y a nuestros mayores.

    Aunque aún nos faltan cosas por descubrir, y tenemos muchas incógnitas, poco a poco, vamos conociendo más del virus y su comportamiento. Esto ha hecho, que los tratamientos se vayan definiendo y ya no actuemos " a ciegas" como al principio de la pandemia. Muchos de estos tratamientos están permitiendo salvar muchas vidas y evitando también muchos ingresos en UCI.

    Sin embargo no debemos bajar la guardia. La población mayor sigue siendo la más vulnerable, y debemos protegerla, es nuestra obligación como sociedad. Los jóvenes tampoco están exentos y, de hecho, en esta fase de la pandemia, el numero de pacientes jóvenes en UCI ha aumentado con respecto a la fase anterior.

    Por todo ello no debemos vivir con miedo, sino con PRUDENCIA. Recuerda: CUIDATE MÁS DE LO QUE TE OBLIGUEN. Cuidándote, cuidas a tus seres queridos.

    Tras el primer confinamiento estricto, por desgracia, estamos viendo en nuestras consultas (coincidiendo con lo percibido en las consultas de Geriatría de toda España), las consecuencias del tiempo que nuestros mayores han permanecido más aislados. Entre las patologías predominantes vemos un empeoramiento/aparición de deterioro cognitivo, insomnio, ansiedad, cuadros depresivos, consecuencias de la inmovilidad (dolor generalizado , dificultades en la marcha…), descompensaciones de patologías crónicas y retardo en el diagnostico de patologías, que, por desgracia, se encuentran muy evolucionadas para cuando llegan a la consulta.

    Esto es consecuencia de que, muchas veces, nuestros mayores y sus familiares, tienen miedo de acudir a un centro hospitalario. Otras veces, muchas también, ceden ante la imposibilidad de contactar telefónicamente con su centro de salud. Esta es una realidad que no podemos obviar, pero debemos insistir o buscar alternativas, la solución no puede ,ni debe ser, que los problemas de salud queden sin consultar, sin solución o ya se atiendan de urgencia, cuando no quede más remedio. En esto, los familiares y el núcleo social del mayor juega un papel muy importante para poder ayudarle.

    Vamos a recordar algunos consejos para afrontar esta nueva fase:

    • HUYE DE LOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS: no hay que vivir con miedo, simplemente tener precaución. "Cuantas más medidas pongamos mi familia y yo, menos posibilidades de contagio". Para ello también DOSIFICA LA INFORMACIÓN DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN.
    • NO RELAJAR LAS MEDIDAS DE PRECAUCIÓN, que van a incluir en esta fase: NO QUITARSE LA MASCARILLA, A PODER SER NADA, siempre que se esté con no convivientes, y mucho menos en reuniones interiores (y eso, por supuesto, incluye los domicilios de nuestros familiares y amigos). Retirarla sólo en el momento de comer o beber y volver a colocarla. Intentar mantener distancias, potenciar la ventilación, lavado de manos y no fumar en presencia de otras personas. No hay que dramatizar, es una época, debemos interiorizarlo y verlo con la mayor naturalidad posible, es por nuestra salud y la de nuestros seres queridos. Recordar que las mascarillas tienen unas horas/usos determinados y, por lo tanto, debemos cambiarlas siguiendo las recomendaciones especificadas para cada tipo.
    • HAY QUE ESTAR PENDIENTES DE NUESTROS MAYORES, VISITARLOS, DARLES NUESTRO CARIÑO Y ATENCIÓN, PERO SIEMPRE CON PROTECCIÓN. Por supuesto abstenernos de hacerlo, hasta pasados los días recomendados, si hemos estado (o lo sospechamos) con un caso positivo.
    • Es fundamental PLANIFICARSE EL DÍA, LLEVAR UN ORDEN Y ESTABLECER UNAS RUTINAS. Y ello debe incluir PASEAR/HACER EJERCICIO (a poder ser al aire libre, fundamental para mantener nuestros niveles de vitamina D, socializar y en resumen mantenernos anímicamente estables) A DIARIO. Por ejemplo caminar 30’ diarios a buen ritmo (que no nos provoque fatiga) y posteriormente hacer en casa ejercicios de equilibrio y fuerza. Lógicamente, el ejercicio deberá adaptarse a cada situación y paciente. Os dejo un enlace muy recomendable, gratuito, que puede ayudaros con recomendaciones, documentos y videos sobre ejercicio para mayores. http://vivifrail.com/es/documentacion/
    • Debemos CUIDAR NUESTRA ALIMENTACIÓN, mantener una dieta equilibrada, intentar no abusar de los alimentos prefabricados, de los dulces, del tabaco y del alcohol.
    • Controlar nuestra TENSIÓN ARTERIAL, FRECUENCIA CARDIACA Y NIVELES DE AZÚCAR (esto ultimo si somos diabéticos), periódicamente.
    • NO AUTOMEDICARSE. Y esto incluye suplementos polivitamínicos y productos de naturopatía. Pero también controlar que no nos quedemos sin medicación de nuestros tratamientos habituales. El uso de un pastillero semanal puede ayudarnos mucho a llevar un buen control.

    Seguimos estando a vuestra disposición, tanto en consulta presencial, como video conferencia/consulta telemática para resolver todas vuestras dudas en la Unidad de Geriatría Quirónsalud Zaragoza.

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Sobre este blog

En el blog de la Dra. Fernández Letamendi, queremos acercar el mundo de la Geriatría a nuestros mayores y sus familiares, presentando una especialidad que, hasta no hace mucho tiempo, era desconocida para la mayoría de la población y que cada vez esta tomando más protagonismo, debido al envejecimiento progresivo y a la mayor esperanza de vida de la población.

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