El cáncer de ovario es especialmente traicionero al no tener síntomas específicos ni un cribado eficaz

El cáncer de ovario es especialmente traicionero al no tener síntomas específicos ni un cribado eficaz

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7 de mayo de 2025
Hospital Quirónsalud Córdobaes/red-centros/hospital-quironsalud-cordoba
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El cáncer de ovario es "especialmente traicionero al no mostrar síntomas específicos y no existe un método de detección precoz eficaz, lo que convierte a la información, la investigación y el acceso a tratamientos innovadores en las mejores herramientas contra este tumor, según ha afirmado la jefa de servicio de Oncología MédicaEste enlace se abrirá en una ventana nueva del Hospital Quirónsalud CórdobaEste enlace se abrirá en una ventana nueva, María Jesús RubioEste enlace se abrirá en una ventana nueva.

La doctora Rubio ha explicado, con motivo de la celebración mañana del Día Mundial contra el Cáncer de Ovario, que está mejorando el pronóstico de esta enfermedad gracias a las nuevas dianas terapéuticas y a las terapias individualizadas, ya que los últimos avances médicos y en la investigación de este tipo de cáncer han hecho que el tratamiento de esta enfermedad avance rápidamente.

El conocimiento de la biología molecular y su integración dentro de la histología de los tumores "nos permite realizar una medicina de precisión, dar el tratamiento adecuado a cada paciente en el momento indicado, esto es, personalizado". De esta manera "ha cambiado la historia de nuestras pacientes con cáncer de ovario". La llegada de nuevos fármacos dirigidos como son los iPARP (enzima que repara el daño de las células y que se inhibe para que no repare las células cancerosas y éstas mueran) y su decisivo impacto en la supervivencia, "está cambiando el pronóstico de las mujeres con esta enfermedad y ha supuesto una auténtica revolución".

El cáncer de ovario es uno de los más agresivos entre las mujeres, en España se diagnostican unos 3.700 casos cada año, lo que supone el 5,1% de los cánceres en mujeres, detrás de los de mama, y es más habitual entre los 50 y los 75 años, siendo el quinto tumor más frecuente en las mujeres y el cáncer ginecológico con mayor mortalidad. En este día, ha afirmado la doctora Rubio, "es importante resaltar los avances en terapias dirigidas, cirugía especializada y tratamiento loco regional, que están cambiando el panorama".

Actualmente conocemos que el 50% de los tumores epiteliales de ovario de alto grado presenta un déficit en la recombinación genética, por lo que la inestabilidad genómica sigue siendo un objetivo terapéutico clave. Es necesario conocer el estatus BRCA de estas mujeres en el momento del diagnóstico, esto es, saber si las pacientes padecen un cáncer hereditario o esporádico. Además, la combinación de estas nuevas dianas nos da una esperanza de convertir esta enfermedad en fase avanzada en una enfermedad curable.

Prevención y autocuidado

"Detrás de cada diagnóstico hay una mujer, una familia, una historia que merece ser contada y transformada", ha señalado la doctora, que ha recordado el poder de la prevención y el autocuidado. Llevar un estilo de vida saludable puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer de ovario y también mejorar los resultados en aquellas mujeres que ya han sido diagnosticadas. Una alimentación sana y equilibrada, la práctica regular de ejercicio físico, mantener un peso saludable, evitar el tabaco y moderar el consumo de alcohol, son "herramientas reales para combatir el cáncer desde su raíz".

Estudios recientes han demostrado que estos factores no sólo disminuyen la incidencia de algunos tipos de cáncer ginecológico, sino que también pueden mejorar la intolerancia a los tratamientos, reducir las complicaciones y aumentar la calidad de vida durante y después del tratamiento, ha afirmado la doctora Rubio.

La especialista ha insistido en la importancia de concienciar a la población para que acuda al médico ante cualquier síntoma de sospecha, pues "síntomas en principio anodinos como la sensación de gases, molestias abdominales, urinarias, y dificultad en las digestiones o distensión abdominal, nos pueden llevar a un diagnóstico de cáncer de ovario". Otros síntomas que nos pueden hacer sospechar son la presencia de ascitis, sensación de llenado gástrico rápido o la existencia de una masa abdominal palpable. Asimismo, ha recordado que las revisiones ginecológicas son "fundamentales" para el diagnóstico precoz de este cáncer, pues hasta un 70% de los casos se diagnostica en etapa avanzada. En estadios iniciales no suele producir ningún síntoma y el diagnóstico suele ser un hallazgo casual en una revisión.

En cáncer de ovario, el atlas del genoma "nos ha enseñado que al menos existen 5 subtipos histológicos, cada uno de ellos con diferentes alteraciones moleculares y diferente evolución y respuesta a los tratamientos". La doctora Rubio ha querido destacar que la creencia de que, si una madre ha padecido cáncer de ovario, sus hijas lo van a heredar no es correcta, ya que, si bien tener un familiar directo con esta enfermedad es un importante factor de riesgo, esto sólo se produce entre el 10 y el 15% de los casos. En este sentido, ha explicado que ser un familiar portador de mutación no significa que se vaya a desarrollar la enfermedad, sino que existe un mayor riesgo, por lo que la portadora sana deberá tener controles especiales y habrá que ir tomando decisiones a lo largo de la vida para reducir el riesgo de desarrollar este tumor.

La especialista ha llamado también la atención en la creencia de que al diagnosticarse un cáncer de ovario en situación avanzada no existe tratamiento curativo, y esto no es del todo así. La realidad es que, aunque la esperanza de vida es menor cuanto más avanzada está la enfermedad, sin embargo, el 70% de pacientes se diagnostican en etapa avanzada y se tratan. La combinación de la cirugía con enfermedad residual 0 (no enfermedad macroscópica visible) seguida de quimioterapia complementaria seguida de una terapia de mantenimiento con las nuevas dianas, ha aumentado la supervivencia libre de enfermedad en pacientes con enfermedad avanzada y alto riesgo de recaída y, por qué no, la curación de la enfermedad".

Enfoque integral

Para las mujeres que conviven con el diagnóstico de cáncer de ovario, es esencial "acompañarlas con un enfoque integral que incluya apoyo psicosocial, nutricional y físico" ha destacado la doctora Rubio, añadiendo que cada día cobra más importancia la calidad de vida y el bienestar de las pacientes. Es lo que se denomina oncología integral, que consiste en integrar los tratamientos, el deporte y la alimentación saludable.

Existen estudios que demuestran que el estado de ánimo de las pacientes con cáncer está íntimamente relacionado con síntomas como el dolor, la fatiga y la somnolencia. La alteración del sueño a su vez empeora los efectos de la quimioterapia, por lo que hay que incidir en reducir estos síntomas para mejorar el estado de bienestar de los pacientes oncológicos.

El estado de ánimo no sólo está relacionado con una disminución de la quimio sensibilidad del tratamiento contra el cáncer, sino que, además, el estado de ánimo negativo influye en la aparición y agresividad de los síntomas resultado de la quimioterapia mientras que el positivo los mitiga. Así, tanto el diagnóstico como el tratamiento de quimioterapia de pacientes con cáncer requiere de tratamiento psicológico.

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