Nuevas técnicas logran resultados más naturales en la corrección de la mama tuberosa

Nuevas técnicas logran resultados más naturales en la corrección de la mama tuberosa

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29 de octubre de 2025
Hospital Universitari Dexeuses/red-centros/hospital-universitari-dexeus
Cirugía Plástica, Estética y Reparadoraes/especialidades/cirugia-plastica-estetica-reparadora

La mama tuberosa es una malformación congénita del pecho femenino que aparece durante la adolescencia y que, aunque poco conocida, es más frecuente de lo que se piensa entre las mujeres que consultan por asimetría o deformidad mamaria.

Esta alteración se debe a un desarrollo insuficiente del tejido mamario en la parte inferior del pecho, lo que provoca una forma alargada, un surco submamario más alto de lo normal y, en muchos casos, una areola prominente. Más allá del aspecto físico, esta condición puede generar inseguridad y afectar a la autoestima, especialmente en mujeres jóvenes.

La corrección de la mama tuberosa es un reto para los especialistas en cirugía plástica y reparadora, ya que cada paciente presenta un grado distinto de afectación. Tradicionalmente, la cirugía se basaba en la colocación de implantes mamarios, pero esta técnica por sí sola no siempre conseguía resultados naturales, sobre todo en casos con retracción o rigidez del tejido.

En los últimos años, nuevas técnicas han permitido mejorar los resultados y personalizar el tratamiento. Una de las más destacadas es el injerto de grasa autóloga, que utiliza grasa de la propia paciente —obtenida mediante liposucción de zonas como el abdomen o los flancos— para transferirla a las áreas del pecho con déficit de volumen. Además de aportar suavidad y naturalidad, esta grasa favorece la expansión del polo inferior del pecho, una de las claves para corregir esta malformación.

El equipo de Cirugía Plástica y Reparadora del Hospital Universitari Dexeus y Quirónsalud Barcelona, dirigido por la Dra. Mireia Ruiz-Castilla, ha estudiado los beneficios de combinar tres técnicas quirúrgicas: el uso de implantes mamarios, el injerto de grasa y la liberación tisular (también conocida como radial scoring), que consiste en realizar pequeñas incisiones internas para liberar el tejido retraído y permitir que la mama se expanda.

El estudio, publicado en la revista científica PRS Global Open, analizó los resultados en 62 mujeres operadas entre 2018 y 2022. En dos tercios de los casos se utilizó también injerto de grasa, y los resultados fueron claros: las pacientes tratadas con esta combinación obtuvieron una forma más redondeada, mejor simetría y un aspecto más natural, con una tasa mínima de complicaciones y una alta satisfacción postoperatoria.

"Esta triple técnica —implante, grasa y liberación tisular— nos permite adaptar la cirugía a las necesidades de cada paciente y conseguir resultados más armónicos y duraderos", explica la Dra. Ruiz-Castilla, especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora.

El impacto de esta cirugía va mucho más allá del cambio físico. Muchas pacientes describen una mejora notable en su confianza personal, en la forma de vestirse y en cómo se perciben a sí mismas.

La baja tasa de reintervenciones y la seguridad del procedimiento refuerzan su valor como una opción eficaz y personalizada para tratar esta malformación congénita.

La mama tuberosa es un ejemplo de cómo la cirugía plástica reparadora puede mejorar la calidad de vida, ayudando a las pacientes a recuperar la confianza y a sentirse mejor con su cuerpo. Gracias a los avances quirúrgicos y a un enfoque más individualizado, hoy es posible ofrecer resultados más naturales, seguros y satisfactorios.

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