Nueve de cada diez casos de disfagia no están diagnosticados ni tratados correctamente

Nueve de cada diez casos de disfagia no están diagnosticados ni tratados correctamente

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2 de junio de 2025
Hospital Quirónsalud Costa Adejees/red-centros/hospital-quironsalud-costa-adeje
Otorrinolaringologíaes/especialidades/otorrinolaringologia

Tragar es un gesto tan habitual que muchas veces pasa desapercibido. Sin embargo, cuando este mecanismo se altera, puede convertirse en un serio problema de salud. Es lo que ocurre en los pacientes con disfagia, un trastorno que, como explica el doctor Dwight Enrique Zambrano, otorrinolaringólogo del Hospital Quirónsalud Costa Adeje, "dificulta el paso de alimentos y líquidos desde la boca hasta el estómago y que puede provocar graves consecuencias si no se detecta y trata a tiempo".

La prevalencia varía entre el 2% y el 16% en la población general, pero puede alcanzar hasta el 30% en personas mayores y, lo que es más importante, nueve de cada diez casos no están diagnosticados ni tratados adecuadamente.


Causas de la disfagia y sus riesgos

La disfagia tiene múltiples causas, pero se presenta con frecuencia en personas con enfermedades neurológicas. Entre ellas el doctor Zambrano destaca los pacientes que han sufrido accidentes cerebrovasculares (ictus), así como aquellos con patologías neurodegenerativas como el párkinson, la esclerosis múltiple, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) o lesiones medulares. "También puede aparecer en personas con enfermedades musculares, tras cirugías de cabeza y cuello o en presencia de tumores que obstruyen el paso de los alimentos", indica el doctor Zambrano.

Uno de los riesgos más serios de la disfagia es la aspiración, es decir, cuando alimentos o líquidos pasan por error a las vías respiratorias en lugar de al esófago. "Esto puede generar episodios de neumonía por aspiración, especialmente peligrosos en personas con defensas bajas. En muchos casos, estas aspiraciones son silentes, sin toses ni signos visibles, lo que dificulta su detección sin pruebas específicas", alerta el especialista.

Asimismo, algunos pacientes acuden a consulta por infecciones respiratorias repetidas sin causa aparente, siendo en ocasiones la disfagia el origen oculto del problema.


Una prueba segura, rápida y esencial

Para diagnosticar la disfagia, la Videoendoscopia de Deglución (VED) se ha convertido en una herramienta clave. "Esta prueba", explica el doctor Zambrano, "consiste en introducir una pequeña cámara a través de la nariz que permite observar en tiempo real cómo una persona traga distintas texturas y volúmenes de alimento".

Gracias a ella, los especialistas pueden detectar alteraciones anatómicas o funcionales en la cavidad oral, la faringe o la laringe que puedan comprometer la nutrición o la seguridad respiratoria del paciente.

Durante la videoendoscopia se evalúa cómo se mueven la lengua, el paladar, la faringe y la laringe, y se analiza si hay restos de alimentos tras la deglución o entrada de contenido alimenticio en las vías aéreas. "Con esta información", explica el doctor Zambrano, "podemos determinar las texturas de alimentos más seguras para cada paciente, diseñar estrategias de reeducación de la deglución por parte del equipo de logopedas y evitar complicaciones como la desnutrición, la deshidratación o la neumonía".

Rápida, segura y bien tolerada por el paciente, esta prueba no requiere radiación y puede realizarse en consulta, lo que la convierte en una técnica de referencia para el abordaje integral de la disfagia.

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