Estrés laboral
¿A qué se debe el estrés laboral? Toda la información sobre las características de este trastorno ocupacional.
Síntomas y causas
Se denomina estrés laboral a un conjunto de reacciones nocivas emocionales, cognitivas, fisiológicas y del comportamiento derivadas de una situación laboral adversa. El estrés es una respuesta natural del organismo: ante un desafío o exigencia, el cerebro libera ciertas hormonas que activan el cuerpo y lo ponen en alerta para actuar. Por tanto, es un mecanismo de defensa y adaptación necesario para la supervivencia. Ahora bien, cuando esa respuesta es excesiva o inadecuada a la demanda de la situación o cuando se prolonga en el tiempo, se produce una sobrecarga de tensión que repercute negativamente en el organismo e impide su funcionamiento normal.
El estrés laboral es el segundo trastorno ocupacional más denunciado, afectando a más de la mitad de la población. Además, su incidencia e intensidad van progresivamente en aumento debido a las nuevas formas de organización del trabajo y de las relaciones sociolaborales.
Síntomas
Los síntomas del estrés laboral se pueden englobar en cuatro grupos:
- Síntomas emocionales:
- Irritabilidad o agresividad.
- Ansiedad.
- Tristeza.
- Desmotivación y apatía.
- Sentimiento de culpa o vergüenza.
- Frustración.
- Baja autoestima.
- Síntomas cognitivos:
- Dificultad o incapacidad para concentrarse.
- Problemas de aprendizaje y memoria.
- Dificultad para tomar decisiones.
- Bloqueos mentales.
- Confusión, desorientación.
- Síntomas conductuales:
- Conductas impulsivas o destructivas.
- Consumo excesivo de alcohol, tabaco o drogas.
- Alteraciones en el habla: discurso rápido e impreciso, tartamudeo, voz entrecortada.
- Excitabilidad.
- Hipersensibilidad a las críticas.
- Risa nerviosa.
- Síntomas fisiológicos:
- Contracturas musculares.
- Fatiga.
- Cefaleas.
- Trastornos gastrointestinales.
- Pérdida del apetito.
- Trastornos del sueño.
- Afecciones cutáneas.
- Palpitaciones.
- Defensas bajas.
Causas
El estrés causado por el trabajo puede subdividirse en tres tipologías generales de acuerdo con la causa que lo provoque:
Estrés laboral: se produce cuando hay un desequilibrio entre las exigencias laborales y los conocimientos, recursos o competencias del trabajador.
Estrés ocupacional: se deriva de las condiciones y características específicas de cada profesión u ocupación laboral.
Estrés organizacional: se debe a un conjunto de situaciones que implican a toda la organización del lugar de trabajo.
Los principales agentes estresores en el embiente laboral son los siguientes:
- Carga excesiva de trabajo.
- Plazos demasiado ajustados.
- Exceso de horas trabajadas.
- Carga de trabajo insuficiente.
- Falta de recompensa o reconocimiento.
- Imposibilidad de expresar quejas o preocupaciones.
- Inestabilidad o inseguridad sobre la continuidad en el puesto del trabajo.
- Ausencia de información sobre el puesto, las tareas o la cadena de mando.
- Falta de cooperación y apoyo por parte de compañeros o superiores.
- Mal ambiente laboral: conflictos, prejuicios, intimidaciones o amenazas.
- Falta de control sobre las tareas que se realizan.
- Capacitación insuficiente para realizar el trabajo asignado.
- Sobrecapacitación o talento desaprovechado.
- Presión y control excesivos por parte de superiores.
- Condiciones de trabajo físicamente peligrosas o desagradables.
Factores de riesgo
Entre los factores que aumentan las probabilidades de sufrir estrés laboral se incluyen:
- Sexo: las mujeres presentan mayores niveles de estrés que los hombres.
- Edad: es más habitual en los primeros años de vida laboral y en los años próximos a la jubilación.
- Personalidad individual: baja autoestima, baja tolerancia a la frustración, alto grado de responsabilidad y perfeccionismo o habilidades sociales reducidas.
- Puestos directivos o de gran responsabilidad.
- Trabajo en horario nocturno u organizado por turnos.
- Profesiones peligrosas, como policías, bomberos, militares, personal de seguridad o pilotos.
- Trabajos asistenciales o de atención al público, como vendedores, taxistas, relaciones públicas, organizadores de eventos, teleoperadores, personal de hostelería, docentes o personal sanitario.
- Puestos de trabajo con remuneración por objetivos, como comerciales.
- Profesiones sin horario, como periodistas o trabajadores freelance.
Complicaciones
El estrés laboral afecta considerablemente a la calidad de vida de la persona. La cronificación del estrés laboral lleva al llamado síndrome de burnout, o síndrome del trabajador quemado, un estado de agotamiento físico y mental extremo caracterizado por un sentimiento de despersonalización, deshumanización y aislamiento del trabajador que incluso puede derivar en trastorno por ansiedad o en depresión mayor.
Asimismo, el estrés a largo plazo puede afectar muy negativamente a la salud física y causar diferentes enfermedades, entre ellas:
- Infecciones y enfermedades autoinmunes.
- Afecciones cardiovasculares, como hipertensión, insuficiencia cardiaca o infarto.
- Trastornos digestivos, como úlceras pépticas o colitis ulcerosa.
- Irregularidades en la menstruación, como amenorrea o dismenorrea.
- Trastornos de la alimentación.
- Disfunción sexual e infertilidad.
- Afecciones del sistema respiratorio, como hiperventilación o disnea.
- Trastornos endocrinos.
Además, el estrés laboral tiene consecuencias en la empresa o en el puesto de trabajo:
- Disminución del rendimiento, la creatividad y la productividad.
- Absentismo laboral.
- Aumento de accidentes laborales.
- Empeoramiento de las relaciones interpersonales.
- Aumento de conflictos.
Prevención
Los trabajadores pueden reducir o prevenir el estrés laboral tomando algunas medidas de cuidado personal:
- Dormir lo suficiente.
- Realizar pequeños descansos durante la jornada laboral.
- Intentar establecer límites en la carga de trabajo.
- Llevar una dieta sana y equilibrada.
- Evitar el consumo excesivo de sustancias excitantes.
- Hacer ejercicio regularmente.
- Dedicar tiempo a las actividades de ocio y a las relaciones sociales.
- Organizar las tareas diarias o semanales por orden de prioridad.
- Practicar técnicas de autocontrol y relajación, como meditación, yoga o tai-chi.
¿Qué médico trata el estrés laboral?
El estrés laboral es evaluado y tratado por Psicología Clínica y Psiquiatría, especializados en medicina del trabajo.
Diagnóstico
No existen pruebas específicas que confirmen el estrés, siendo su diagnóstico fundamentalmente clínico y basado en los síntomas que relata el paciente y los factores condicionantes de su lugar de trabajo. Sin embargo, pueden realizarse pruebas adicionales que apoyen el diagnóstico:
- Cuestionarios estandarizados que puedan orientar sobre el grado de estrés percibido.
- Test de estrés: mediante muestras salivales tomadas en diferentes momentos del día, se miden los niveles de las hormonas relacionadas con los procesos de estrés, como el cortisol, la DHEA y la hormona tiroidea. Un nivel elevado en la mayoría de las muestras es indicativo de estrés crónico.
Tratamiento
El tratamiento para reducir el estrés laboral tiene diferentes enfoques:
- Medidas de prevención y cuidado personal: los hábitos preventivos antes mencionados ayudan a paliar los síntomas del estrés.
- Terapia cognitivo-conductual: el objetivo es modificar los pensamientos y los comportamientos del paciente para ayudarle a gestionar las situaciones de estrés laboral.
- Tratamiento farmacológico: según el grado de estrés, se pueden administrar diversos medicamentos.
- Ansiolíticos: deprimen el sistema nervioso central y reducen la ansiedad.
- Antidepresivos: aumentan los niveles de serotonina en el sistema nervioso central y regulan el estado de ánimo.
- Somníferos: facilitan la conciliación del sueño y el descanso.