Lumbago o lumbalgia

¿Cómo aliviar la lumbalgia? Todo sobre las causas, los síntomas y los tratamientos para el lumbago.

Síntomas y causas

El lumbago es una patología que produce dolor en la parte baja de la espalda, concretamente, a la altura de las vértebras lumbares (entre la parte inferior de la última costilla y los glúteos). Normalmente, aparece de forma súbita cuando se realiza un movimiento forzado o se levanta peso.

Existen tres tipos de lumbalgia dependiendo del tiempo de duración:

  • Lumbago agudo: las molestias remiten antes de un mes.
  • Lumbago subagudo: se alarga entre cuatro y doce semanas.
  • Lumbago crónico: se mantiene durante más de tres meses.

Si se tiene en cuenta sus características, se habla de:

  • Lumbalgia mecánica: se produce como consecuencia del movimiento y mejora con reposo.
  • Lumbalgia inflamatoria: suele estar causada por determinadas enfermedades reumáticas inflamatorias o infecciones. Mejora con el ejercicio y manifiesta dolor nocturno.
  • Lumbalgia por dolor referido: se trata de un dolor que se refleja en la zona lumbar pero que está originado en otros órganos.

Se trata de una enfermedad que afecta negativamente a la calidad de vida, ya que limita el movimiento y suele causar dolor referido en las extremidades inferiores. El lumbago suele presentarse a partir de los 40 años, como consecuencia del desgaste progresivo de la columna vertebral.

Síntomas

El síntoma más característico del lumbago es el dolor en la parte baja de la cintura que suele empeorar al estar de pie. En ocasiones, se manifiesta en la ingle, el glúteo o el muslo. En estos casos, se suele dificultar el movimiento.

Causas

Las causas más habituales del lumbago son:

  • Desgaste de los discos vertebrales.
  • Erosión de las articulaciones de la columna.
  • Distensión muscular.
  • Fractura de las vértebras.
  • Espondilitis anquilosante, enfermedad inflamatoria que propicia la fusión de las vértebras.
  • Osteoporosis.

Factores de riesgo

Las probabilidades de padecer lumbago aumentan en los siguientes casos:

  • Mayores de cuarenta años, ya que la columna comienza a desgastarse.
  • Sobrepeso, que supone un aumento de la presión en la columna.
  • Sedentarismo.
  • Artritis.
  • Tabaquismo.
  • Padecer alteraciones estructurales de la columna.
  • Levantar peso habitualmente.

Complicaciones

Cuando la lumbalgia no se trata adecuadamente o no responde a los tratamientos de la forma esperada, puede cronificarse, provocar una hernia discal, derivar en lumbociática (con dolor irradiado hacia las piernas) o incapacitar por periodos prolongados de tiempo.

Prevención

Algunas de las recomendaciones para prevenir la ciática son:

  • Fortalecer la musculatura del tronco.
  • Mantener un peso saludable.
  • Hacer ejercicio de forma regular.
  • Dejar de fumar.
  • Evitar los movimientos bruscos.
  • Levantar peso sin forzar el organismo, es decir, flexionando las rodillas y con la espalda recta.
  • Tener una buena postura al estar de pie, sin tensionar los músculos de la espalda.

¿Qué médico trata el lumbago?

Los profesionales en reumatología diagnostican el lumago. En el tratamiento también intervienen los especialistas en medicina física y rehabilitación.

Diagnóstico

Los métodos más utilizados para diagnosticar el lumbago son:

  • Anamnesis: es uno de los pasos fundamentales. Sirve para conocer las características del dolor (localización, cómo comenzó, cuándo empeora) y del paciente (edad, antecedentes médicos, estilo de vida, peso).
  • Exploración física: se buscan puntos o posturas que generan dolor, se comprueba la movilidad, se palpa para comprobar el estado de los músculos y se hace un estudio neurológico para valorar la fuerza, la sensibilidad y los reflejos.

En algunas ocasiones, se requieren pruebas adicionales para descartar otras enfermedades:

  • Análisis de sangre: revela la presencia de infecciones o de otras enfermedades que puedan estar provocando el dolor.
  • Análisis de orina: cuando se sospecha de una patología renal.
  • Radiografía de columnaRadiografía de columnaRadiografía : permite comprobar el estado de las vértebras y detectar la presencia de crecimientos óseos o escoliosis.
  • Resonancia magnética (RM) o tomografía axial computarizada (TAC) de la espalda: ayudan a diagnosticar una hernia discal, a localizar fracturas o descubrir tumores.
  • Electromiografía: se utiliza para comprobar la respuesta de los músculos ante los impulsos eléctricos.

Tratamiento

Es frecuente que la lumbalgia mejore con reposo domiciliario sin necesidad de recurrir a otros tratamientos. Cuando las molestias persisten, los especialistas recomiendan:

  • Medicación: los analgésicos reducen el dolor moderado y los relajantes musculares ayudan a paliarlo cuando es más intenso.
  • Fisioterapia: realizar ejercicios específicos para fortalecer los músculos, aumentar la flexibilidad y mejorar la postura mejora los síntomas del lumbago.
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