Resonancia magnética sin helio
La resonancia magnética sin helio es una prueba de diagnóstico por imagen que reduce al mínimo el uso de helio necesario para mantener los imanes en el estado adecuado para funcionar. Una tecnología innovadora y sostenible que no pierde calidad en el diagnóstico.

El helio es un gas noble que permanece en estado líquido incluso a temperaturas muy bajas (su punto de ebullición es -269°C). Por este motivo, se utiliza en los aparatos de resonancia magnética tradicionales para enfriar las bobinas que generan los campos magnéticos y garantizar que sean estables y uniformes.
Los aparatos de resonancia magnética sin helio funcionan con una tecnología innovadora que permite reducir al mínimo el uso de este gas, que es un recurso natural escaso. Para ello, se recubren las bobinas con el helio necesario para que se mantengan a baja temperatura (unos 7 litros frente a los 1.500 litros que pueden llegar a utilizarse para recargar los aparatos convencionales) y, después, se sellan para que la recarga no sea necesaria.
Las resonancias sin helio mantienen la misma potencia magnética, por lo que se obtienen imágenes del organismo de excelente calidad para ofrecer diagnósticos precisos con un aparato más sostenible y menos pesado.
¿Cómo funciona?
El funcionamiento de la resonancia magnética sin helio es igual que el de la tradicional:
- Se introduce al paciente en el interior del aparato de RM, en forma de tubo.
- Las bobinas crean un campo electromagnético que funciona como si fuera un imán y emiten ondas de radiofrecuencia.
- Los átomos de hidrógeno presentes en las moléculas de agua del organismo adquieren energía en presencia del campo electromagnético, ya que luchan por mantenerse en su posición y no ser atraídas por el imán.
- Esta energía, que se manifiesta en forma de ondas, es captada por las bobinas receptoras.
- El software transforma las señales en imágenes.
La diferencia es la forma en que se consigue mantener el equipo a una temperatura adecuada:
- RM convencional: el helio en estado líquido se conserva en un depósito. Cuando es necesario, circula por unas tuberías alrededor de las bobinas para absorber el calor que generan cuando están en funcionamiento, por lo que se vuelve gaseoso y, en este estado, regresa al depósito donde vuelve a enfriarse.
En el proceso, se pierde parte del helio, por lo que es necesario recargarlo cada cierto tiempo para garantizar el funcionamiento adecuado del dispositivo.
- RM sin helio: el helio se introduce en estado líquido en una cámara que rodea a las bobinas y se sella, por lo que no puede escaparse independientemente del estado en que se encuentre. Por lo tanto, no es necesaria la recarga.
¿Cuáles son los beneficios de la resonancia magnética sin helio?
El uso de aparatos de resonancia magnética sin helio tiene muchos beneficios:
- Consumo mínimo de helio.
- Sistema de sellado que evita las fugas.
- Menor peso del aparato.
- Reducción de exigencias de seguridad, ya que no se precisan tuberías para conducir el helio.
- Al carecer de tuberías, aumentan las opciones de ubicación e incluso puede ser móvil.
- Calidad de imagen excelente.
- Costes económicos más bajos.
- Menor impacto ambiental.
¿Cuándo está indicada?
La resonancia magnética sin helio se utiliza con los mismos objetivos que el procedimiento convencional:
- Neurología: daños cerebrales, demencia, enfermedad de Alzheimer, aneurismas, ictus, tumores.
- Cardiología: obstrucciones, inflamaciones, alteraciones de las estructuras internas del corazón.
- Traumatología: lesiones o tumores en los huesos, los ligamentos o los cartílagos.
- Ginecología: cáncer de mama, alteraciones uterinas.
- Cirugía general y aparato digestivo: tumores o malformaciones en el hígado, los riñones o el páncreas.
Qué esperar de la resonancia magnética sin helio
La prueba con resonancia magnética sin helio es ambulatoria, por lo que el paciente no debe permanecer ingresado y puede recuperar su rutina una vez finalizada.
Como se genera un campo electromagnético, es necesario retirar todos los elementos metálicos, el maquillaje, el esmalte de uñas y la ropa para acceder a la sala de radiología. El centro médico facilita una bata y calzas especiales para los pies.
En ocasiones, se administra una sustancia de contraste de forma intravenosa, para lo que se toma una vía en una vena de los brazos. El paciente se tumba en la camilla, donde se acomoda en la posición más adecuada dependiendo de la zona que se vaya a estudiar, y se colocan las bobinas receptoras. Es importante mantenerse lo más quieto posible para que las imágenes no salgan distorsionadas.
Durante la toma de imágenes, el personal sanitario sale de la habitación y vigila al paciente a través de las cámaras y la pared de cristal. Además, disponen de micrófonos que facilitan la comunicación y el aviso en caso de que el paciente tenga alguna emergencia.
La duración de una resonancia sin helio varía entre los 30 y los 60 minutos, dependiendo de cada caso.
Especialidades en las que se utiliza
La resonancia magnética sin helio se desarrolla en la especialidad de radiología a petición de neurología, cardiología, ginecología, cirugía general y aparato digestivo, traumatología, reumatología, nefrología, oncología o urología.