Aftas bucales
¿Por qué salen llagas en la boca? Toda la información sobre las causas, los síntomas y los tratamientos de las aftas bucales.
Síntomas y causas
Las aftas, llagas o úlceras bucales son pequeñas lesiones superficiales producidas en las mucosas de los tejidos blandos de la boca (la superficie interna de las mejillas y los labios, los bordes y el dorso de la lengua, el paladar blando o la base de las encías). No son lesiones graves, pero sí muy frecuentes y molestas, que suelen desaparecer por sí solas en una o dos semanas. Las aftas tienen forma redonda u ovalada, con un borde de color rojo y un centro blanco o amarillo.
Los tipos de aftas bucales se clasifican según la forma en la que se presentan:
- Aftas menores: la forma más frecuente. Son pequeñas úlceras de forma oval o redondeada con un tamaño de entre 2 y 5 milímetros. Son poco profundas y tienen el borde rojo. Son comunes las úlceras en la lengua y en la cara interna de las mejillas y los labios. Suelen ser dolorosas, pero desaparecen por sí solas en una o dos semanas y no dejan cicatrices. En un mismo brote pueden aparecer hasta cinco úlceras, todas de carácter leve.
- Aftas mayores: tienen un tamaño de hasta 10 milímetros y pueden presentarse de forma aislada o múltiple. Son más profundas y destructivas. Su forma es redonda, con los bordes definidos. Pueden afectar al tejido conectivo y presentar un fondo hemorrágico debido a las lesiones en los vasos sanguíneos. Tras su remisión, se observa una cicatriz. No son frecuentes, y suelen ser un síntoma de otras patologías.
- Afta herpetiforme o estomatitis aftosa recurrente: este síndrome se caracteriza por la aparición de múltiples úlceras, desde 5 a 100 lesiones, repartidas por toda la mucosa bucal. Tienen una forma regular inferior a los 3 milímetros, pero pueden fusionarse y dar lugar a úlceras mayores de forma irregular. Su aspecto es similar a las lesiones producidas por el herpes bucal, pero no son producidas por ese virus ni son contagiosas. Desaparecen sin dejar cicatrices en una o dos semanas. Son muy poco frecuentes.
Síntomas
La evolución habitual de los síntomas de las aftas bucales es la siguiente:
- Escozor, dolor y hormigueo localizado antes de la aparición de la úlcera.
- Enrojecimiento e inflamación de la zona.
- Aparición de una pequeña lesión blanquecina con los bordes bien definidos.
- Aumento del tamaño de la úlcera hasta alcanzar su diámetro máximo.
- Dolor y sensibilidad en la zona.
- En casos graves, puede aparecer fiebre, malestar general o inflamación de los ganglios linfáticos.
Causas
Se desconoce la causa específica de las aftas bucales, sino que se considera un proceso en el que intervienen una serie de factores de varios tipos:
- Endógenos predisponentes:
- Antecedentes familiares.
- Trastornos digestivos, inmunológicos o inflamatorios.
- Alergia o hipersensibilidad alimentaria.
- Cambios hormonales (especialmente, durante la menstruación).
- Desencadenantes exógenos:
- Traumatismos leves por ortodoncias, mordeduras o cepillado agresivo.
- Dentífricos y colutorios con lauril sulfato de sodio.
- Ciertos medicamentos como los corticoides, los antiinflamatorios o los inmunosupresores.
- Estrés emocional.
- Infecciones víricas o bacterianas.
- Deficiencia de hierro, cinc, ácido fólico o vitamina B12.
Factores de riesgo
Además de la presencia de los factores causantes arriba mencionados, el riesgo de sufrir aftas bucales aumenta de acuerdo con:
- Edad: son más frecuentes en adolescentes y adultos jóvenes.
- Sexo: son más habituales en mujeres.
Complicaciones
Las aftas bucales desaparecen por sí mismas y no suelen presentar complicaciones graves, pero si se mantienen y empeoran durante más de dos semanas, se presentan de forma muy recurrente y causan fiebre o un dolor intenso, es posible que sean síntoma de una afección subyacente.
Prevención
No es posible evitar la reaparición de aftas, pero sí puede reducirse su frecuencia:
- Llevar una dieta equilibrada para evitar deficiencias nutricionales.
- Evitar alimentos irritantes como sal, especias o frutas ácidas.
- Mantener una buena higiene bucal con cepillado y seda dental.
- Usar ceras protectoras para ortodoncias.
¿Qué médico trata las aftas bucales?
Las aftas bucales son evaluadas y tratadas por los especialistas en Odontología y estomatología.
Diagnóstico
Las aftas se identifican mediante un examen visual, no se necesitan pruebas específicas. No obstante, si se sospecha que las úlceras son síntomas de una patología sistémica más grave, es necesario realizar las pruebas correspondientes, como estudios analíticos, cultivos microbiológicos o biopsias.
Tratamiento
Las aftas bucales suelen presentar un cuadro benigno y remiten de forma espontánea. Su tratamiento está enfocado a reducir los síntomas y acelerar su curación:
- Remedios caseros para las aftas: aplicar hielo, enjuagarse con agua con sal o untar con un bastoncillo una dilución de agua y agua oxigenada.
- Uso de anestésicos, antibióticos o antiinflamatorios en forma de crema, gel o enjuague bucal para reducir el dolor de las aftas y evitar infecciones.
- Aplicación tópica de ácido hialurónico, una sustancia presente de forma natural en la mucosa, para reducir la inflamación, estimular la cicatrización y proteger la mucosa.
- Medicamentos orales: en aftas graves que no responden al tratamiento tópico, se pueden administrar esteroides y otros medicamentos diseñados para otras afecciones, como la colchicina o el sucralfato.
- Cauterización: cuando un afta es muy extensa y duradera. Consiste el eliminar, o quemar, el tejido enfermo mediante instrumentación quirúrgica, corriente eléctrica o aplicando determinadas sustancias químicas.