Arteriopatía periférica

¿Qué es la enfermedad arterial periférica? ¿Se puede prevenir? Toda la información sobre esta patología.

Síntomas y causas

La arteriopatía periférica, o enfermedad arterial periférica, es una patología muy común en la que el estrechamiento o el bloqueo de las arterias periféricas limita el flujo sanguíneo hacia las extremidades, habitualmente como consecuencia de una ateroesclerosis. Como consecuencia, los tejidos de los brazos y, más frecuentemente, las piernas no reciben oxígeno y nutrientes suficientes y su función se ve afectada.

Síntomas

Habitualmente, la enfermedad arterial periférica no presenta síntomas. Cuando se manifiestan son diferentes dependiendo de la zona afectada:

  • Claudicación intermitente: dolor, calambres, molestia o incomodidad en las piernas al caminar, que se alivia con reposo. Suele manifestarse en las pantorrillas, pero también en los pies, los muslos, las caderas, los glúteos o, raramente, en los brazos. Es el síntoma típico de esta patología y puede ser muy limitante.
  • Dolor en los brazos al ejecutar tareas manuales.
  • Sensación de frío en una pierna, especialmente en comparación con la otra extremidad.
  • Pulso débil en las piernas.
  • Debilidad o entumecimiento.
  • Palidez o coloración azulada.
  • Aparición de úlceras o heridas de cicatrización muy lenta en los pies o en las piernas.
  • Crecimiento más lento de las uñas de los pies y del vello de las piernas.
  • Embolia en las manos.
  • En casos graves, dolor de la pierna en reposo.

Causas

La principal causa de arteriopatía periférica es la ateroesclerosis, que produce una acumulación progresiva de placas ateroescleróticas (depósitos de colesterol y de otras sustancias grasas) en las paredes arteriales y provoca el estrechamiento progresivo de las arterias periféricas.

Con menor frecuencia, puede deberse a:

  • Crecimiento anómalo de la pared arterial.
  • Inflamación vascular.
  • Presencia de un quiste o un saco de líquido que presiona la arteria desde el exterior.
  • Formación de un coágulo en una arteria que ya era estrecha.

Factores de riesgo

Los factores que aumentan las probabilidades de desarrollar una arteriopatía periférica son:

  • Edad: es más frecuente a partir de los 65 años.
  • Antecedentes familiares de ateroesclerosis, cardiopatías, enfermedades vasculares o accidentes cerebrovasculares.
  • Tabaquismo, ya que daña los vasos sanguíneos, aumenta la presión arterial y reduce el flujo sanguíneo.
  • Dieta rica en grasas saturadas.
  • Falta de actividad física.
  • Diabetes.
  • Niveles elevados de homocisteína, un aminoácido que aumenta el riesgo de afecciones en las arterias coronarias.
  • Colesterol elevado.
  • Hipertensión, que puede endurecer las arterias.
  • Obesidad: puede causar diabetes e hipertensión.

Complicaciones

Las complicaciones más habituales de la enfermedad arterial periférica son:

  • Isquemia (arteriopatía isquémica): el flujo sanguíneo se bloquea por completo y los tejidos se mueren provocando gangrena y favoreciendo la aparición de úlceras y llagas que no cicatrizan. Si la situación no mejora, puede requerir la amputación de la extremidad.
  • Accidentes cerebrovasculares.
  • Ataques al corazón.

Prevención

Para prevenir la arteriopatía periférica se debe adoptar un estilo de vida saludable:

  • Eliminar el tabaco.
  • Llevar una alimentación cardiosaludable: dieta baja en sodio, azúcar y grasas saturadas, y rica en proteínas y vegetales.
  • Realizar ejercicio físico regularmente.
  • Mantener un peso saludable.
  • Controlar la presión arterial, el colesterol y la glucosa en sangre.

¿Qué médico trata la arteriopatía periférica?

La enfermedad arterial periférica se diagnostica y trata por los especialistas en Angiología y Cirugía Vascular, así como por los miembros de la Unidad de Riesgo Cardiovascular y Cardiología.

Diagnóstico

Tras un análisis exhaustivo de los síntomas que presenta el paciente y la relación de antecedentes o factores de riesgo, se realizan diferentes pruebas para confirmar la arteriopatía periférica:

  • Examen físico para identificar en las piernas pulso débil, úlceras, palidez o un soplo, signo de flujo sanguíneo escaso.
  • Análisis de sangre para evaluar el nivel de azúcar, colesterol y triglicéridos.
  • Índice tobillo-brazo (ABI): mediante un manguito y un dispositivo de ultrasonido, se compara la presión arterial del brazo con la de la pierna.
  • Ecografía DopplerEcografía DopplerEcografía : mediante un dispositivo de ultrasonido, se mide la velocidad de flujo de la sangre en la zona afectada y se localizan zonas con flujo reducido u obstrucciones.
  • Angiografía: estudio de imágenes que permite visualizar los vasos sanguíneos. Se realiza mediante radiografía, resonancia magnética o tomografía computarizada. Se inyecta un líquido de contraste en la arteria para visualizarla con más nitidez.

Tratamiento

El tratamiento de la enfermedad arterial periférica está encaminado a controlar los síntomas y mejorar la salud arterial, reduciendo el riesgo de complicaciones graves:

  • Cambio en el estilo de vida: dejar de fumar, seguir una dieta sana y hacer ejercicio son factores esenciales.
  • Medicamentos para reducir el colesterol, como las estatinas.
  • Medicamentos para bajar la presión arterial.
  • Medicamentos antiplaquetarios,como la aspirina, para prevenir la formación de coágulos sanguíneos.
  • Medicamentos para reducir los síntomas de la claudicación intermitente, como el colostazol. Diluyen la sangre y ensanchan los vasos sanguíneos.
  • Terapia trombolítica: si existe un coágulo en la arteria, se inyecta un fármaco para disolverlo.

Si la medicación y el cambio en el estilo de vida no son suficientes, puede ser necesaria la cirugía:

  • Angioplastia: mediante un catéter, se introduce en la arteria obstruida un pequeño globo que se infla para ensancharla y facilitar el flujo sanguíneo. Posteriormente, se inserta una malla tubular (endoprótesis o stent) para mantenerla abierta y prevenir una nueva obstrucción.
  • Cirugía de revascularización o bypass: se utiliza una porción de un vaso sanguíneo sano de otra parte del cuerpo o un vaso artificial para crear una vía que actúe de puente para el flujo sanguíneo, que podrá sortear la parte obstruida de la arteria.
  • Tromboendarterectomía: se extirpa el material trombótico que produce la oclusión.
¿Quieres una cita con un profesional?