Disfemia
¿Qué es la disfemia? Información sobre los diferentes tipos de tartamudez, sus causas, sus síntomas y sus tratamientos.
Síntomas y causas
La disfemia, normalmente conocida como tartamudez, es un trastorno de la fluidez del habla provocado por pausas y repeticiones de sonidos, incluso palabras, de forma involuntaria.
La tartamudez se manifiesta durante la infancia, normalmente entre los 5 y los 8 años, que es la época en que los niños comienzan a hablar y a adquirir destrezas lingüísticas. En ocasiones, las disfluencias no se mantienen hasta la edad adulta, ya que desaparecen en el proceso de desarrollo del lenguaje.
Atendiendo a las características, existen tres tipos de disfemia:
- Disfemia tónica: se produce un bloqueo al comenzar a hablar.
- Disfemia clónica: se repiten sonidos o sílabas durante el discurso debido a pequeñas contracciones musculares.
- Disfemia mixta: consiste en la repetición de sonidos y la prolongación de determinadas sílabas. Cuando se repiten a menudo la capacidad de comunicación se ve limitada.
Para evitar que se cronifique, es fundamental comenzar con los tratamientos lo antes posible. En muchos casos, la terapia antes de los 5 años elimina el trastorno por completo.
Síntomas
Algunos de los síntomas más habituales de la tartamudez son:
- Repetición o prolongación de sonidos, sílabas o palabras enteras.
- Bloqueos durante el discurso o pausas en mitad de una palabra.
- Dificultad para comenzar a pronunciar una palabra.
- Mutismo o inhibición a la hora de hablar.
- Uso de muletillas.
- Tics y espasmos.
Causas
Los estudios indican que la disfemia puede producirse por diversas causas, entre las que destacan:
- Genética: la tartamudez es un trastorno hereditario que se transmite de padres a hijos debido a una mutación de los GNPTG y NAGPA.
- Anomalías en la coordinación sensorial y motora que dificultan la producción del habla.
- Dificultades psicolingüísticas: los pacientes con disfemia pueden presentar carencias en el pensamiento linguoespecular, por lo que manifiestan problemas para asociar las palabras escritas con su significado, mientras que reconocen fácilmente.
- Traumas: los estados de tensión prolongados, el estrés o la ansiedad pueden provocar tartamudez que, normalmente, desaparece con el tiempo.
Factores de riesgo
Algunos de los factores que aumentan el riesgo de padecer disfemia:
- Antecedentes familiares.
- Retraso en el desarrollo.
- Enfermedades relacionadas con el habla.
- Estrés o situaciones traumáticas.
Complicaciones
Cuando la disfemia se prolonga en el tiempo puede provocar problemas de comunicación que, además, suponen un impedimento para establecer relaciones personales. Las personas que tartamudean suelen sentirse aislados, evitan hablar y tienen una autoestima baja.
Prevención
La disfemia no se puede prevenir.
¿Qué médico trata la disfemia?
Los especialistas en Logopedia son quienes proporcionan un tratamiento para la disfemia. Los profesionales en Pediatría y sus Áreas Específicas y Medicina Familiar y Comunitaria intervienen en el diagnóstico.
Diagnóstico
La tartamudez se diagnostica observando los síntomas del paciente y escuchándole hablar. Normalmente, los progenitores observan alteraciones en el lenguaje y los especialistas médicos lo confirman.
Para determinar el origen de la disfemia, se estudia el historial clínico del paciente, se analizan los antecedentes familiares y se lleva a cabo una exploración física para detectar si hay tensión física que dificulte el movimiento de los músculos involucrados en el habla.
Tratamiento
El tratamiento más habitual y eficaz para la disfemia es la terapia de rehabilitación lingüística en la que se realizan ejercicios para mejorar la fluidez y fortalecer la confianza del paciente a la hora de hablar con otras personas. El enfoque depende de las características del paciente y de sus necesidades.
Algunos de los abordajes utilizados son:
- Terapia del habla: enseña a detectar el momento en el que comienza el tartamudeo para reducir la velocidad del habla e impedir la repetición. Con el tiempo, las pausas se reducen y la comunicación se vuelve más fluida.
- Terapia conductual: los afectados aprenden a detectar las situaciones o los pensamientos que empeoran la tartamudez y se aprenden a evitarlos o se enfocan en tratar su origen.
- Medicación: a pesar de que no se han desarrollado medicamentos específicos para la disfemia, algunos fármacos ayudan a reducir la ansiedad o el estrés que provoca la tartamudez.
- Dispositivos electrónicos: se colocan en el oído de forma similar a un audífono y reproducen el discurso del paciente, algo que ayuda a mejorar la fluidez del habla.
El apoyo familiar es fundamental para que las personas con disfemia, sobre todo los niños, pierdan el miedo a comunicarse. Para ello, se recomienda no manifestar impaciencia cuando están hablando, prestar atención durante todo el discurso, fomentar la calma a la hora de hablar y evitar hacer muchas preguntas.