Hipoxia

¿Por qué se produce la hipoxia? Toda la información sobre esta patología: causas, síntomas y tratamientos.

Síntomas y causas

Se denomina hipoxia, o hipoxia tisular, a la disminución en el suministro de oxígeno a las células del organismo, lo que altera el funcionamiento normal de órganos y tejidos. La interrupción total del suministro se denomina anoxia.

De acuerdo a la razón de ese suministro insuficiente, se distinguen varios tipos de hipoxia:

  • Hipoxia hipóxica o hipoxémica: existe una alteración en el proceso de ventilación pulmonar que produce una entrega deficiente de oxígeno atmosférico a la sangre y, por tanto, una disminución en la presión arterial de oxígeno.
  • Hipoxia anémica o hipémica: la cantidad de oxígeno transportado en la sangre es insuficiente porque la concentración de hemoglobina, la proteína encargada de trasportar el oxígeno desde los pulmones, es inferior a la normal.
  • Hipoxia isquémica, circulatoria o por estancamiento: los procesos de respiración y transporte son normales, pero existe una anomalía en la circulación sanguínea que impide el correcto aporte de oxígeno a los tejidos.
  • Hipoxia citotóxica o histotóxica: las células presentan una incapacidad para utilizar el oxígeno que reciben de forma adecuada.

Según su evolución, puede clasificarse en:

  • Hipoxia aguda: la disminución del aporte de oxígeno es repentina. Suele deberse a una obstrucción en las vías aéreas o arteriales.
  • Hipoxia crónica: tiene un desarrollo lento. Generalmente está causada por enfermedades que reducen progresivamente la función pulmonar.

La hipoxia, especialmente los tipos hipóxico e isquémico, es uno de los efectos fisiológicos de la aviación más frecuentes, debido a la altitud y a los cambios de presión atmosférica inherentes al vuelo.

Síntomas

La sintomatología de la hipoxia puede variar en función del nivel de deficiencia de oxígeno, del estado físico del individuo y de su propia tolerancia a la carencia de oxígeno. Los síntomas más habituales vienen dados por la afectación del sistema nervioso central, donde la sensibilidad a la carencia de oxígeno es mayor. Son los siguientes:

  • Dolor de cabeza.
  • Mareo y náuseas.
  • Letargo y somnolencia.
  • Cambios de humor: sensación de euforia, ansiedad o agresividad.
  • Problemas de concentración.
  • Confusión mental.
  • Pérdida de coordinación muscular.
  • Palidez.
  • Cianosis: coloración azulada en la piel, especialmente en las extremidades.
  • Falta de aire.
  • Dificultades en la visión: visión borrosa o visión túnel.
  • Hormigueo en las extremidades.
  • Convulsiones.
  • Pérdida del conocimiento.

Durante el vuelo, los síntomas se van presentando en diferentes fases, a medida que aumenta la altitud:

  • Fase indiferente: hasta los 10 000 pies de altura. La saturación de oxígeno disminuye hasta el 87 %. En un individuo sano, no se presentan alteraciones notables, solo se reduce la visión nocturna y la memoria inmediata.
  • Fase compensatoria: entre los 10 000 y los 15 000 pies. El organismo activa los mecanismos para compensar la disminución de oxígeno, como el aumento de la ventilación pulmonar y del gasto cardíaco. Aparece dolor de cabeza, fatiga, somnolencia, dificultad respiratoria y disminución de la memoria y la concentración.
  • Fase clínica o sintomática: entre los 15 000 y los 20 000 pies. Los mecanismos de compensación no son efectivos, se intensifican los síntomas neurológicos y aparece cianosis.
  • Fase crítica: por encima de los 20 000 pies. La saturación de oxígeno desciende hasta el 65 %. El individuo convulsiona y pierde la conciencia. Si no se trata de inmediato, puede perder la vida.

Causas

Cada tipo de hipoxia tiene unas causas específicas:

  • Hipoxia hipóxica:
    • Exposición a la altitud: a medida que se asciende, disminuye la presión atmosférica y, consecuentemente, la cantidad de oxígeno en el aire que se inhala. En vuelo, también ocurre en caso de despresurización súbita de cabina.
    • Trastornos pulmonares que causan una ventilación inadecuada de los pulmones, como neumonía, enfisema, asma bronquial o insuficiencia respiratoria.
    • Inhalación de gases como óxido nitroso o gas hilarante: hacen disminuir la disponibilidad de oxígeno mientras que aumenta el dióxido de carbono.
    • Apnea o interrupción temporal de la respiración.
  • Hipoxia anémica:
    • Anemia fisiológica.
    • Intoxicaciónpor nitritos o monóxido de carbono.
    • Pérdida de sangre.
    • Inhalación de dióxido de carbono por tabaquismo.
  • Hipoxia isquémica:
    • Trastornos cardiovasculares.
    • Frío: puede provocar una vasoconstricción arterial.
    • Exposición a altas aceleraciones y cambios de gravedad en vuelo: disminuye la presión sanguínea por encima del corazón y aumenta la presión vascular por debajo. Ocurre particularmente en vuelos de combate o acrobáticos.
  • Hipoxia citotóxica:
    • Intoxicación por diferentes sustancias: cianuro, monóxido de carbono, alcohol o drogas.

Factores de riesgo

Los factores que aumentan las posibilidades de sufrir una hipoxia son los siguientes:

  • Actividad física intensa: el organismo necesita un mayor aporte de oxígeno.
  • Temperatura: las temperaturas extremas activan mecanismos de compensación y el cuerpo consume más oxígeno.
  • Consumo de alcohol.
  • Tabaquismo.
  • Estado físico: una buena condición física proporciona una mayor eficiencia del uso del oxígeno y una mayor tolerancia a la hipoxia.
  • Situaciones de estrés o ansiedad: hay un mayor consumo de oxígeno.

Los factores de riesgo específicos de la aviación son:

  • Velocidad de ascenso: a mayor velocidad, menor es el tiempo de aparición de síntomas.
  • Altura: los síntomas aumentan a medida que se asciende.
  • Tiempo de permanencia en una altura determinada: proporcional a la intensidad del episodio.

Complicaciones

Si la hipoxia se ha mantenido durante demasiado tiempo, se pueden producir secuelas graves en el organismo, especialmente en caso de hipoxia cerebral. Las células cerebrales son extremadamente sensibles a la falta de oxígeno, y algunas pueden comenzar a morir solo unos minutos después de interrumpirse el suministro (anoxia). Esto puede llevar a un estado de coma o a la muerte del paciente. Incluso si el coma es reversible, puede que la persona presente lesiones permanentes en las funciones motoras, como espasmos o fasciculaciones.

Prevención

Para evitar o minimizar el riesgo de hipoxia durante el vuelo, es fundamental asegurar una adecuada presurización de la cabina y disponer de suministro de oxígeno para situaciones de emergencia, así como garantizar la formación de todo el personal de cabina para reconocer y tratar la hipoxia. Asimismo, es necesario un correcto manejo de los trajes antigravedad utilizados por los pilotos de combate. Además, es esencial mantener una buena condición física que soporte mejor la hipoxia, mediante la práctica deportiva y la prohibición de sustancias nocivas como alcohol, tabaco y drogas.

¿Qué médico trata la hipoxia?

La hipoxia tiene diferentes causas, por lo que necesita un enfoque multidisciplinar formado por especialistas en medicina intensiva, neumología, neurología o angiología y cirugía vascular. La hipoxia relacionada con la aviación se estudia en la unidad de medicina aeronáutica.

Diagnóstico

Tras identificar los síntomas habituales de la hipoxia, es necesario medir los niveles de oxígeno en la sangre:

  • Oximetría de pulso: se utiliza un dispositivo portátil, el oxímetro, cuyo sensor se coloca en un dedo o en el lóbulo de la oreja para leer la frecuencia cardiaca y la saturación de oxígeno. El rango normal de saturación está entre el 95 % y el 100 %.
  • Gasometría arterial: en una muestra de sangre, recolectada normalmente de las arterias radial, femoral o braquial, se miden los niveles de oxígeno y de dióxido de carbono, así como los de bicarbonato y acidez (pH).

Posteriormente, se pueden realizar diferentes pruebas para identificar la causa subyacente de la hipoxia o las consecuencias de esta:

  • Hemograma: en una muestra de sangre se determina la concentración de hemoglobina y se confirma o descarta una anemia. También se puede medir el nivel de lactato, ya que un nivel elevado es signo de hipoxia.
  • Espirometría: se mide el flujo de aire inhalado y exhalado para determinar la función pulmonar.
  • Electrocardiograma: examen de la actividad eléctrica del corazón que puede detectar irregularidades en la frecuencia cardiaca.
  • Pruebas de diagnóstico por imagen, como radiografía o tomografía computarizada, para examinar el estado y el funcionamiento de los órganos del cuerpo.

Tratamiento

La hipoxia debe tratarse lo antes posible para evitar el daño cerebral. La primera medida es restablecer el suministro de oxígeno:

  • Ventilación no invasiva mediante mascarillas o bolsas de oxígeno.
  • Ventilación invasiva: en casos graves, es necesario intubar al paciente para suministrar el oxígeno directamente a los pulmones.
  • Administración de líquidos, homoderivados o medicamentos para elevar la presión arterial, si procede.
  • En caso de vuelo, se debe descender por debajo de los 10 000 pies, la altitud de seguridad mínima.
  • Tratamiento específico de la causa subyacente, si la hay.
  • Terapia de rehabilitación para minimizar las secuelas de la hipoxia cerebral.
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