Juanetes

¿Qué tipos de juanetes existen? Todo sobre las causas, los síntomas y los tratamientos más habituales y eficaces del hallux valgus.

Síntomas y causas

El juanete, o hallux valgus, es una deformidad del pie que suele estar causada por la aparición de una protuberancia en la cabeza del primer metatarsiano que deriva en el funcionamiento inadecuado de la articulación. Como consecuencia, el dedo gordo se desvía y provoca que el resto se apiñen. En los casos más graves, se superpone sobre el segundo dedo.

Esta deformidad de la articulación produce un dolor continuo que se intensifica al caminar, por lo que se reduce notablemente la calidad de vida de quien lo padece.

Atendiendo a su gravedad, se habla de cuatro tipos de juanetes que se miden según la escala de Mánchester:

  • Hallux valgus de grado 1: no se percibe deformidad.
  • Hallux valgus de grado 2: existe una desviación inferior a los 20 grados.
  • Hallux valgus de grado 3: el ángulo que forma el dedo se encuentra entre los 30 y los 40 grados, por lo que se trata de una deformación moderada.
  • Hallux valgus de grado 4: el primer metatarsiano está severamente afectado, ya que presenta una desviación superior a los 40 grados.

En los casos leves, cambiar algunos hábitos de vida reduce los síntomas y mejora el pronóstico. Aquellos pacientes con juanetes de grado 4 suelen necesitar otro tipo de abordajes como la cirugía.

Síntomas

Los síntomas más significativos de los juanetes son:

  • Dolor continuo, especialmente en la articulación, que se agrava con el movimiento.
  • Dificultad para mover el dedo gordo.
  • Inflamación y enrojecimiento en la parte exterior del primer metatarsiano.
  • Sensación de chasquido cuando se dobla el dedo.

Causas

Actualmente, se desconocen las causas exactas que provocan los juanetes, aunque se ha contrastado la influencia del calzado, de lesiones previas y de determinados aspectos genéticos.

Factores de riesgo

Entre los factores que aumentan el riesgo de padecer hallux valgus, destacan:

  • Utilizar calzado demasiado estrecho.
  • Abusar del uso de zapatos de tacón alto.
  • Sufrir deformaciones de nacimiento en la estructura del pie.
  • Tener antecedentes familiares.
  • Padecer artritis reumatoide.

Complicaciones

A pesar de que, en la mayoría de los casos, los juanetes no producen complicaciones, los hallux valgus de mayor grado pueden derivar en:

  • Bursitis: inflamación de la bolsa que contiene el líquido sinovial de la articulación.
  • Metatarsalgia: dolor e hinchazón del metatarso.
  • Deformación del segundo dedo del pie: adquiere forma de martillo.

Prevención

A pesar de que, al desconocerse sus causas, los juanetes no se pueden prevenir, evitar algunos de sus factores de riesgo reduce las posibilidades de que aparezcan. Por lo tanto, los especialistas recomiendan utilizar zapatos de la talla adecuada, anchos y sin excesivo tacón.

¿Qué médico trata los juanetes?

Los traumatólogos, los cirujanos ortopédicos y los podólogos diagnostican y tratan los juanetes.

Diagnóstico

El diagnóstico de los juanetes es sencillo, ya que el médico los identifica examinando la zona afectada y escuchando los síntomas que refiere el paciente. Para establecer el tratamiento más adecuado para cada caso, se realizan radiografías para tener información exacta del estado de la articulación y del hueso.

Tratamiento

El tratamiento elegido depende del grado de hallux vagus. En los casos más leves, los juanetes mejoran con la toma de antiinflamatorios y analgésicos combinada con ejercicios de fisioterapia. Además, aplicar calor y frío en la zona afectada mejora el pronóstico.

En la mayoría de las ocasiones, se recomienda evitar los movimientos del pie repetitivos, además de evitar calzado que no se adapte al pie adecuadamente. Algunos pacientes perciben mejoría con el uso de plantillas especiales o almohadillas.

Si el juanete es de grado 4 y la situación no mejora con los tratamientos anteriores, se procede a la cirugía. La operación de juanetes, en la mayoría de los casos, puede realizarse a través de incisiones mínimas a través de las cuales se realizan cortes en el metatarsiano para recolocarlo en su posición original. Normalmente, se trata de un procedimiento ambulatorio que se lleva a cabo con anestesia regional y que no supone mayores riesgos que los habituales en una intervención quirúrgica. La recuperación suele ser rápida y muy satisfactoria.

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