Salmonelosis
¿Cómo se contagia la salmonelosis? Información sobre las causas, los síntomas, los tratamientos y la prevención de la infección por Salmonella.
Síntomas y causas
La salmonelosis es una infección causada por la bacteria Salmonella, que se puede desarrollar de forma anaeróbica (sin oxígeno) o aeróbica (con oxígeno), por lo que tiene capacidad para afectar a diferentes partes del organismo. Es una de las principales causas de las infecciones gastrointestinales en todo el mundo y, según datos de la Organización Mundial de la Salud, uno de los cuatro motivos más habituales de las enfermedades diarreicas.
La Salmonella pertenece a la familia Enterobacteriaceae y cuenta con flagelos para desplazarse, característica que le permite moverse a través de líquidos. Por lo tanto, la forma más habitual en que infecta a los humanos es mediante agua o alimentos contaminados.
La salmonelosis suele tratarse de una afección leve. No obstante, dependiendo del tipo de Salmonella y del estado de salud general del paciente, puede suponer un riesgo grave e, incluso, provocar la muerte. Este tipo de bacteria se divide en dos grandes grupos:
- Salmonella bongori: no es patógena para las personas.
- Salmonella enterica: es la que causa enfermedad en el ser humano y se han definido más de 2500 serotipos diferentes que se clasifican en diversos subgrupos. Algunos de ellos son:
- Salmonella enterica Dublín: afecta principalmente a los animales vacunos, pero si llega a los humanos es muy invasiva.
- Salmonella enterica Choleraesuis: suele infectar a los animales porcinos, no obstante, cuando invade el organismo humano puede ser mortal.
- Salmonella enterica serotipo Enteritidis y serotipo Typhimurium: son las que suelen transmitirse de animales a humanos. Normalmente, no son peligrosas y cursan con los síntomas de una gastroenteritis.
Los niños pequeños, los ancianos y las personas inmunodeprimidas deben tener una precaución especial, ya que su condición aumenta el riesgo de presentar complicaciones.
Síntomas
Los síntomas aparecen después de entre 6 y 72 horas de incubación y suelen mantenerse durante 2 o 7 días. Los más destacados son:
- Diarrea.
- Dolor abdominal.
- Náuseas y vómitos.
- Fiebre.
- Ocasionalmente, dolor de cabeza.
Causas
Los alimentos y el agua que ingerimos pueden contener la bacteria Salmonella por haberse contaminado a través del abono utilizado en el campo, y del agua que se usa para regar las plantas o para dar de beber a los animales. Aun así, normalmente se produce porque los alimentos se manipulan incorrectamente, como es el caso de los huevos, que pueden infectarse si la cáscara entra en contacto con el interior al cascarse.
Entre los comestibles con más riesgo, destacan los huevos y sus derivados, así como la carne picada, los derivados del cerdo, los vegetales y los zumos.
Factores de riesgo
El riesgo de contraer salmonelosis aumenta en los siguientes casos:
- Consumo de alimentos crudos o poco hechos, especialmente carne, pescado o huevos.
- Ingesta de productos lácteos no pasteurizados.
- Falta de higiene a la hora de manipular los alimentos.
- Viajes a zonas con un mal sistema de saneamiento.
- Vegetales provenientes de países con un saneamiento deficiente.
- Contacto con animales.
- Sistema inmunológico débil.
- Problemas gastrointestinales.
Complicaciones
Los bebés, los niños pequeños, los ancianos y las personas con el sistema inmunitario débil, corren un mayor riesgo de manifestar síntomas graves y de sufrir complicaciones si contraen la salmonelosis. Las más habituales son:
- Deshidratación: causa sequedad en la boca, menos cantidad de lágrimas o sudor y ojos hundidos, y en situaciones más graves, insuficiencia renal.
- Infección en la sangre: puede detectarse por la presencia de sangre en las heces.
- Bacteriemia: infección en otros órganos como los huesos, las meninges (membranas que recubren el cerebro y la médula espinal), el endocardio (tejido que reviste el corazón) o los componentes del sistema urinario.
- Síndrome de Reiter o artritis reactiva: un tipo de artritis que provoca conjuntivitis y uretritis además de la inflamación de las articulaciones.
Prevención
Las principales recomendaciones para prevenir la salmonelosis son:
- Extremar la higiene en la producción primaria y durante el procesado, tomando medidas como:
- Separar los animales vivos de la zona de sacrificio y despiece.
- Tener especial cuidado al eviscerar el contenido gastrointestinal.
- No utilizar aguas fecales para regar o dar de beber a los animales.
- Mantener la cadena de frío.
- Lavarse las manos antes de manipular los alimentos y después de defecar.
- Guardar los huevos en la nevera después de lavarlos y de comprobar que la cáscara no está dañada.
- Consumir lácteos pasteurizados y, si se van a consumir crudos o poco cuajados, también los huevos.
- Evitar la contaminación cruzada: limpiar los utensilios utilizados para manipular alimentos crudos antes de volverlos a usar.
¿Qué médico trata la salmonelosis?
En el diagnóstico y el tratamiento de la salmonelosis pueden intervenirlos especialistas en enfermedades infecciosas, pediatría, los geriatría y los medicina de familia.
Diagnóstico
La salmonelosis se diagnostica mediante el estudio de la historia clínica y el examen físico del paciente. En algunas ocasiones, se solicitan pruebas para confirmar la presencia de la bacteria en el organismo:
- Cultivo de heces.
- Análisis de sangre y hemocultivo.
- PCR (reacción en cadena de la polimerasa): detecta la Salmonella en los alimentos.
Tratamiento
Cuando la salmonelosis es leve, el tratamiento se limita a la rehidratación para reponer los líquidos y los electrolitos perdidos, además de recomendarse el reposo relativo.
En formas de gravedad moderada o leve, en pacientes inmunocompetentes y sin enfermedades, no es necesario muchas veces antibiótico. En caso contrario, edades extremas o prótesis endovasculares, hay que considerar el tratamiento antimicrobiano.
En las formas graves, valorar siempre tratamiento antimicrobiano.
Debido a una creciente resistencia a este tipo de medicamentos, realizar pruebas de sensibilidad para encontrar el más adecuado.