Alzheimer

¿El alzhéimer es hereditario? Información sobre las causas, los síntomas y los tratamientos para esta enfermedad.

Síntomas y causas

El alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa por la que las neuronas se deterioran precozmente. Actualmente, es la primera causa de demencia y provoca un deterioro paulatino de la memoria, la capacidad de las personas para hablar, pensar y mantener relaciones sociales

Según avanza, los enfermos pasan por diferentes fases:

  • Alzheimer preclínico: comienzan los cambios en el cerebro, pero aún no se manifiestan síntomas claros de la enfermedad. Comienzan los olvidos y se pierden algunas habilidades, algo que puede estar causado simplemente por el envejecimiento. Actualmente, las investigaciones se centran en esta etapa con la esperanza de detectar grupos de riesgo.
  • Alzheimer leve: a pesar de que se mantiene la independencia, comienzan los episodios de desorientación, falta de concentración o pérdida de memoria.
  • Alzheimer moderado: se trata de la fase más larga, que puede prolongarse durante años, y en la que los pacientes comienzan a ser más dependientes. Además de los olvidos, comienzan los cambios de actitud y las reacciones de ira o frustración.
  • Alzheimer grave: se trata de la etapa final de la enfermedad, en la que se pierde la autonomía mientras avanzan los cambios físicos y mentales.

Síntomas

Los síntomas del Alzheimer varían dependiendo de la fase en la que se encuentre. Los más significativos son:

  • Fallos de memoria.
  • Desorientación temporal y espacial.
  • Cambios en la personalidad.
  • Dificultad para realizar tareas de la vida cotidiana.
  • Cambios en la conducta.
  • Dificultad para expresarse.

Causas

Cuando las proteínas beta amiloide y tau hiperfosforilada se asientan en el cerebro de forma prematura, se generan una serie de placas alrededor de las neuronas y, como consecuencia, se deterioran. Actualmente se desconocen las causas por las que esto sucede. No obstante, se sabe que en algunos casos hay un componente genético. Por lo tanto, existe un tipo de alzheimer hereditario que se desarrolla cuando hay antecedentes familiares.

Factores de riesgo

A pesar de que la alteración cognitiva no está relacionada con el envejecimiento natural, la edad es el principal factor de riesgo para sufrir alzhéimer, que suele manifestarse en personas mayores de 65 años. Además, también influyen la genética, el consumo de alcohol, los traumatismos craneales, el sedentarismo, la diabetes o la hipertensión.

Complicaciones

Al deteriorarse la capacidad de comunicación, de percepción de la realidad y de sentir dolor, una de las complicaciones más relevantes del alzhéimer es la falta de control de otras posibles enfermedades. Según avanzan las fases, pueden producirse desnutrición, caídas o problemas gastrointestinales.

Prevención

A pesar de que la enfermedad de Alzheimer no se puede prevenir, se recomienda seguir algunos consejos para mejorar el estilo de vida y reducir el riesgo de este tipo de demencia:

  • Hacer ejercicio moderado con regularidad.
  • Llevar una alimentación saludable.
  • Controlar la hipertensión y la hipercolesterolemia.
  • Dejar de fumar y de consumir alcohol.
  • Ejercitar la memoria diariamente.

¿Qué médico trata el Alzheimer?

Son varios los especialistas que forman parte del diagnóstico y tratamiento del Alzheimer: Neurología, Geriatría, Medicina Familiar y Comunitaria o expertos en Medicina Física y Rehabilitación.

Diagnóstico

El diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer se hace con base en la historia clínica y la información aportada tanto por el paciente como por sus familiares. También se suele llevar a cabo un test neuropsicológico de cribado.

Para descartar otras afecciones, se suelen realizar pruebas de diagnóstico por imagen como la resonancia magnética o la tomografía computarizada. En ocasiones, se realiza un análisis del líquido cefalorraquídeo para detectar la presencia de las proteínas que se relacionan con la aparición de la enfermedad.

Tratamiento

Actualmente no existe una cura para el alzhéimer. Los tratamientos que se prescriben a los pacientes sirven para controlar la enfermedad y prolongar su calidad de vida lo máximo posible.

Determinados medicamentos pueden ayudar al mantenimiento de la memoria, la conducta y la independencia. Además, la rehabilitación cognitiva permite mejorar las capacidades lingüísticas, de memoria o de atención de los pacientes.

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