Anosmia

¿Existen terapias para recupera el olfato? Toda la información sobre las casusas, los síntomas y los tratamientos para la anosmia.

Síntomas y causas

La anosmia es la pérdida total del olfato, cuando solo se pierde parcialmente se conoce como hiposmia. Esta patología, además de impedir a los pacientes reconocer los olores, afecta al sentido del gusto, por lo que tampoco se distinguen los sabores.

No siempre se puede tratar la anosmia, por lo que puede suponer un riesgo para la integridad de quien la sufre, ya que no perciben el olor a humo en un incendio o un escape de gas. En estos casos, resulta imprescindible tomar medidas de seguridad adicionales.

Síntomas

La anosmia tiene dos síntomas claros:

  • Ausencia de olfato.
  • Falta del sentido del gusto.

Causas

Se puede presentar anosmia debido a múltiples causas. En la mayoría de los casos, es una consecuencia de otra enfermedad. Los motivos más destacados para perder el olfato son:

  • Alteraciones congénitas de los receptores olfativos o del área del cerebro que se encarga de procesarlos.
  • Enfermedades infecciosas o inflamatorias como el catarro, la sinusitis, la gripe, la rinitis o la covid-19.
  • Desviación del tabique nasal.
  • Pólipos nasales.
  • Tumores intranasales o cerebrales.
  • Cirugía de la nariz o del cerebro.
  • Degeneración provocada por el paso del tiempo o por enfermedades neurológicas como el alzhéimer, el párkinson o la esclerosis múltiple.
  • Accidentes vasculares.
  • Traumatismos craneoencefálicos.
  • Radiación en la zona de la cabeza y el cuello.

Factores de riesgo

La anosmia se produce con mayor prevalencia en pacientes con enfermedades infecciosas en las vías altas, tumores cerebrales, enfermedades degenerativas o tumores cerebrales o nasales.

Complicaciones

Los pacientes con anosmia suelen manifestar trastornos psicológicos derivados de la pérdida del olfato y, especialmente, del gusto. Además, como no se distinguen los sabores es posible que consuman sal en exceso o que, al no disfrutar del acto de comer, sufran desnutrición.

La anosmia supone un riesgo elevado para quien la sufre, ya que muchas situaciones de emergencia se perciben a través del sentido del olfato. Para aumentar la protección, es aconsejable:

  • Reforzar las inspecciones de las instalaciones eléctricas y de gas, si no se puede evitar utilizarlas, y prestar atención a posibles llamas o sonidos extraños en el hogar.
  • Instalar detectores de humo y equipar la cocina con un extintor.
  • Aumentar las revisiones del coche para evitar que se generen gases perjudiciales para la salud.
  • Consultar la fecha de caducidad de los alimentos y no consumir platos cocinados después de más de un día en la nevera para evitar ingerirlos en mal estado.
  • Prestar especial atención a la higiene personal, así como lavar la ropa y el calzado con asiduidad.
  • Ventilar la casa dos veces al día.

Prevención

En la mayoría de los casos, la anosmia no se puede prevenir. No obstante, para evitar la pérdida de olfato como consecuencia de otras enfermedades, conviene:

  • Mantenerse hidratado.
  • Evitar el contacto con alérgenos.
  • Vacunarse frente a la gripe.
  • Utilizar mascarilla cuando se esté en contacto con enfermos o agentes contaminantes.

¿Qué médico trata la anosmia?

Los especialistas en Otorrinolaringología diagnostican y tratan la pérdida de olfato.

Diagnóstico

El diagnóstico de la anosmia se basa en la anamnesis y en el estudio del historial médico del paciente. Después de recabar toda la información, los especialistas solicitan pruebas adicionales entre las que destacan:

  • Pruebas de diagnóstico por imagen para detectar malformaciones, tumores o procesos inflamatorios.
  • Endoscopia nasal para comprobar el estado de la mucosa.
  • Olfatometría: determina la capacidad olfativa.
    • Olfatometría subjetiva: el paciente huele diferentes sustancias y describe sus sensaciones.
    • Olfatometría objetiva: se miden los estímulos eléctricos que se producen en la mucosa nasal cuando percibe olores.

Tratamiento

El primer paso es esperar, ya que en la mayoría de los casos el olfato se recupera por sí solo. Si después de seis meses no se percibe mejoría, los especialistas se centran en los motivos que la causan, ya que todavía no existen tratamientos específicos para la anosmia. Los abordajes más utilizados son:

  • Antibióticos, antihistamínicos o descongestivos para las enfermedades inflamatorias o infecciosas.
  • Radioterapia para reducir los tumores.
  • Cirugía para extirpar las masas tumorales, eliminar los pólipos o corregir anomalías del aparato olfativo.
  • Entrenamiento olfativo: se utiliza para estimular la memoria olfativa. Para ello, se expone al paciente a varios olores durante unos segundos mientras se facilita información que ayuda a evocarlo.
  • Tratamiento psicológico que ayude a acostumbrarse a la nueva circunstancia.
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