Ansiedad

¿Cómo controlar la ansiedad? Consejos para calmarla y claves para identificar sus síntomas.

Síntomas y causas

La ansiedad es una emoción que se desencadena cuando una persona se siente en peligro. La respuesta ante una amenaza se produce un tiempo y es proporcional al riesgo que se corre. Cuando este sentimiento se prolonga durante un periodo largo y es desproporcionado, se habla de trastornos de ansiedad.

Normalmente, el desencadenante de los trastornos de ansiedad es una amenaza interna para la que es difícil preparar una defensa. Una vez que se producen, sus efectos se mantienen durante, al menos, seis meses y los síntomas pueden empeorar si no se sigue el tratamiento adecuado.

Cuando la ansiedad adquiere el nivel de trastorno, puede interferir en el desarrollo de las actividades del día a día y puede derivar en ataques de pánico o en fobia social.

Síntomas

Los ataques de pánico causan síntomas tanto físicos como mentales. Entre los más habituales destacan:

  • Palpitaciones, sensación de ahogo, respiración acelerada, sudores y temblores.
  • Sensación de que se está teniendo un infarto
  • Miedo a morir
  • Malestar muy intenso
  • Sensación de pérdida de control
  • Hormigueo o debilidad en piernas o brazos

Causas

A pesar de que no se ha encontrado una causa exacta que provoque los trastornos de ansiedad, su origen se relaciona con algunas circunstancias como:

  • Antecedentes familiares, ya que se ha detectado una predisposición genética.
  • El tipo de educación, que puede influir en la capacidad para enfrentarse a determinados acontecimientos estresantes.
  • Hechos concretos como situaciones traumáticas, problemas laborales o dificultades en la relación con otras personas.
  • Enfermedades físicas como la diabetes, el hipertiroidismo, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el abuso de sustancias tóxicas o el síndrome de abstinencia.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo de los trastornos de ansiedad están claramente ligados a las causas que los provocan. Por lo tanto, existen más posibilidades de desarrollarlos cuando se vive alguna de estas situaciones:

  • Haber presenciado o sufrido circunstancias traumáticas.
  • Desarrollar estrés como consecuencia de una enfermedad física.
  • Sufrir otros trastornos mentales.
  • Abusar de las drogas o el alcohol.
  • Vulnerabilidad psicológica o falta de herramientas de afrontamiento

Complicaciones

La principal complicación de los trastornos de ansiedad es su cronificación, que se suele producir cuando los hechos que los han desencadenado persisten en el tiempo. Cuando la ansiedad es crónica, el miedo a que aparezcan los síntomas se acrecienta, por lo que se acelera su manifestación y se crea un círculo vicioso.

Cuando la ansiedad no se controla, puede derivar en depresión, problemas digestivos, dolor de cabeza crónico, aislamiento social, problemas laborales o escolares o, incluso, llevar al pensamiento suicida.

Prevención

Llevar una vida saludable y equilibrada, trabajar la resiliencia y las estrategias de afrontamiento del estrés, cuidar las relaciones sociales, la expresión y autoconomiento emocional, etc.

Una vez que se han manifestado los primeros síntomas, es posible controlar la ansiedad y reducir sus consecuencias si se acude a un especialista en salud mental lo antes posible para evitar complicaciones.

¿Qué médico trata la ansiedad?

Dependiendo de la gravedad y del tipo de trastorno de ansiedad, los profesionales que la tratan son especialistas en Psicología Clínica y Psiquiatría.

Diagnóstico

Para diagnosticar los trastornos por ansiedad, los especialistas en salud mental llevan a cabo diferentes actuaciones:

  • Entrevista diagnóstica: en una primera visita, se realiza una valoración inicial para confirmar el diagnóstico.
  • Examen psicológico: en citas sucesivas se profundiza en las causas y se desestiman otros trastornos mentales.
  • Descartar otras enfermedades: cuando se sospecha que el origen de la ansiedad está en una patología física, se solicitan pruebas de diagnóstico por imagen o análisis de sangre para que los valoren otros especialistas.

Tratamiento

El abordaje más eficaz para tratar la ansiedad es combinar las sesiones de psicoterapia con el uso de psicofármacos, especialmente ansiolíticos y antidepresivos.

Durante la terapia, el paciente aprende a identificar y reducir los síntomas. Para ello, se suele aplicar la terapia cognitiva conductual, que ayuda a cambiar la forma de reaccionar ante determinados estímulos para recuperar la vida normal. También son útiles las terapias de 3ª generación como la Terapia de aceptación y compromiso, o el mindfulness.

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