Espermiograma o Seminograma

Descripción General

Un espermiograma, o seminograma, tiene como objetivo analizar el semen para evaluar su calidad. El análisis se realiza en un laboratorio a partir de una muestra del líquido seminal del paciente, obtenida por eyaculación.

En un espermiograma se analizan diferentes parámetros, tanto a nivel macroscópico como microscópico. Los valores considerados normales están establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS):

• Examen macroscópico: se analizan las características básicas de la muestra, sin necesidad de recurrir al microscopio.
  • Volumen: es normal cuando es superior a 1,5 ml.
  • pH: la acidez normal está entre 7,2 y 8. Los valores fuera de rango se asocian a infección.
  • Color: en condiciones normales, el semen presenta un color blanco grisáceo o ligeramente amarillento. Un color amarillo intenso o verdoso puede indicar infección, mientras que un tono transparente es signo de poca concentración espermática.
  • Viscosidad: un semen muy viscoso puede señalar problemas prostáticos.
• Examen microscópico: se centra en el estudio de los espermatozoides.
  • Concentración: recuento de espermatozoides. Debe superar los 15 millones por mililitro o los 39 millones en total.
  • Movilidad: se mide el porcentaje de espermatozoides móviles y su forma de moverse. En una muestra normal, más del 40 % se mueven y más del 32 % lo hacen de forma progresiva (hacia delante).
  • Vitalidad: se comprueba la presencia de espermatozoides muertos. Los vivos deben superar el 58 %.
  • Morfología: se analiza la forma que presentan los espermatozoides. Al menos un 4 % deben tener una forma normal (cabeza ovalada, cuello y cola) para considerar la muestra como tal.
  • Presencia de leucocitos: debe haber un máximo de un millón de leucocitos por mililitro. Una cantidad mayor es indicativo de infección.

Existe un estudio complementario al seminograma que se realiza cuando el paciente desea someterse a algún procedimiento de reproducción asistida. Se trata del espermiograma REM (recuento de espermatozoides móviles), o capacitación espermática, que consiste en separar los espermatozoides en función de su movilidad y morfología. Es un proceso que tiene lugar de forma natural a medida que los espermatozoides avanzan hasta las trompas de Falopio: se van transformando hasta alcanzar la parte final de su desarrollo y adquirir la capacidad fecundante. En las técnicas de reproducción asistida, este proceso se replica en el laboratorio, a partir de una muestra de semen, para obtener una concentración de espermatozoides más idónea para la fecundación y elegir la técnica reproductiva más adecuada.

¿Cuándo está indicado?

El espermiograma es un estudio fundamental en el diagnóstico de la infertilidad masculina, por lo que se indica cuando una pareja lleva más de un año intentando concebir sin conseguirlo. Con un espermiograma se pueden identificar diversas alteraciones seminales que afectan a la fertilidad:

• Oligospermia: baja concentración de espermatozoides.
• Astenospermia: movilidad insuficiente.
• Teratospermia: el porcentaje de espermatozoides con morfología normal es inferior al 4 %.
• Azoospermia: ausencia de espermatozoides.
• Hipospermia: volumen seminal insuficiente.
• Aspermia: ausencia de eyaculación.

Asimismo, es necesario realizar un espermiograma tras someterse a una vasectomía, para confirmar el éxito de la cirugía, o en los casos de congelación de espermatozoides para su uso futuro, para comprobar la viabilidad del semen antes de congelarlo.

¿Cómo se realiza?

La muestra se recoge mediante la masturbación, eyaculando en un recipiente estéril que se entrega en el centro médico o se adquiere en una farmacia. La muestra puede recolectarse en casa, aunque es preferible hacerlo en la clínica para alterar lo menos posible sus condiciones. En casos excepcionales, es posible recoger la muestra durante el coito, utilizando un preservativo especial que se proporciona en el laboratorio (nunca con un preservativo normal, ya que contienen espermicidas que afectan a la viabilidad de los espermatozoides).

Es importante remarcar la necesidad de recoger todo el semen eyaculado, ya que, además de que debe medirse el volumen total, las primeras gotas contienen el mayor número de espermatozoides emitidos y las últimas gotas contienen sustancias necesarias para evaluar otros parámetros, como la viscosidad o la acidez. Si no se consigue recoger todo el líquido, o parte de este se derrama del recipiente, es necesario obtener una nueva muestra.

Riesgos

La recolección de una muestra de semen no supone ningún tipo de riesgo para el paciente.

Qué esperar de un seminograma

Para recoger la muestra es necesario mantener las máximas condiciones higiénicas: lavarse las manos y el pene con agua y jabón antes de proceder y no tocar el interior del recipiente para evitar contaminarlo. Tampoco se deben aplicar cremas ni lubricantes de ningún tipo. Si la muestra se obtiene en la clínica, al paciente se le hace pasar a una sala privada para proporcionarle intimidad.

Cuando la muestra se recoge en casa, es muy importante mantener el bote con la muestra a temperatura corporal (unos 37°C) y evitar fluctuaciones de temperatura. Para ello, debe llevarse próximo al cuerpo, bajo la ropa, o en un bolsillo. Asimismo, debe entregarse en el laboratorio en un tiempo máximo de una hora tras su obtención, ya que un periodo más largo afecta a la movilidad de los espermatozoides. Por lo tanto, debe llevarse a la clínica lo antes posible.

Si en los resultados del espermiograma se obtienen valores alterados en algún parámetro, se debe repetir el análisis unas semanas después para confirmar el diagnóstico.

Especialidades en las que se solicita el seminograma

El seminograma se solicita en las unidades de urología y reproducción asistida.